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Opinión

19 de Agosto de 2013

Hugo González, poeta y payador: “La paya nunca va a estar de la mano del poder”

Hugo González Hernández, poeta, trovador, payador y guitarronero, nacido en San Carlos, Provincia de Ñuble. Autor del libro 50 Sonetos, prologado por el Premio Nacional de Literatura, José Miguel Varas, cultiva desde hace más de una década el arte del verso improvisado: la paya. Además de su desempeño en el escenario directo, llama la atención […]

Berenice Ojeda
Berenice Ojeda
Por

Hugo González Hernández, poeta, trovador, payador y guitarronero, nacido en San Carlos, Provincia de Ñuble. Autor del libro 50 Sonetos, prologado por el Premio Nacional de Literatura, José Miguel Varas, cultiva desde hace más de una década el arte del verso improvisado: la paya. Además de su desempeño en el escenario directo, llama la atención de sus seguidores, su particular forma de exponer y relatar acontecimientos noticiosos y experiencias que diariamente plasma en los espacios virtuales donde participa. Lugares que “hablan” de un modo armónico y versifican la cotidianeidad, lo público y lo privado. La posibilidad de una poesía popular transitando por campos antes impensados, pero presente desde los albores del Chile republicano como canal de expresión transversal y colectiva, y de modo particular de los sectores sin voz, es altamente atractivo, y hasta subversivo.

La idea original de esta entrevista ―formular las preguntas en verso― fue rápidamente desechada al constatar la envergadura de tal tarea; la estructura compleja de las estrofas que cultiva y ejerce el payador. Rigor que contrasta con la óptica instalada desde la cultura hegemónica, que lo ha presentado siempre como figura pintoresca, sólo apta para hacer reír a través del verso simple y picaresco, carente de espesor y sentido estético. Hugo se encarga de desmitificar esta mirada. Veamos cómo y por qué.

¿Cómo se define un payador y cuáles son sus antecedentes históricos?

R.
Payador es el poeta
que improvisa poesía,
porta una sabiduría
y una herencia que respeta.
Del canto labra la veta
junto a su hermano y rival
y así forjan un caudal
de estrofas que emprenden vuelo
porque la Paya es un duelo
de improvisación versal.

El arte del cancionero
y del verso improvisado
es patrimonio y legado
del planeta por entero.
Se encuentra en todo sendero
en oriente y occidente,
es una expresión potente
que por la historia nos lleva
y es virtud antigua y nueva
que florece de repente.

Si todo payador es un poeta, como queda claro, ¿podría todo poeta llegar a ser payador?

R:
Claro que sí, pero debe
formarse en música y verso
y explorar el universo
por donde el canto se mueve.
Y así después, si atreve
a ir practicando en la pista
y a ir puliendo cada arista
con amor y sacrificio
podrá ejercer el oficio
y el arte del repentista.

Según tu respuesta, un payador se forma. Esta formación, ¿se encuentra en la academia?

Más que academia, el cantor
se forja su propia escuela,
como Violeta o Gabriela,
Víctor, Pablo o Nicanor.
De autodidacta labor
es su estudio personal,
hay libros, instrumental,
y maestros de experiencia,
pero se aprende en esencia
de la tradición oral.

Siguiendo la trayectoria
de la canción verdadera
que ha logrado la quimera
de vivir en la memoria.
De filosofía, historia,
de las noticias del día,
buscando sabiduría,
y plasmando en sus razones
ideales y emociones
de él y la ciudadanía.

En los versos que canta el payador, destaca la rima y se reconoce una estructura, una regularidad en su construcción. ¿Cuáles son las formas poéticas y el acervo musical empleados por él?

R:
Hay varias formas versales,
en el Canto a lo Poeta
la décima y la cuarteta
son las dos fundamentales.
Hay formatos ancestrales
en su impronta discursiva
y de igual modo cultiva
cueca, romance, ovillejo,
como genuino reflejo
de una herencia creativa.

Están las entonaciones,
las variadas armonías,
la suma de melodías,
variantes y afinaciones.
En las improvisaciones
la música es la diadema,
está el ruedo que en su esquema
enlaza voz e instrumento
y el fundado o fundamento
que es el tema del poema.

Esta capacidad de improvisar poesía, presente en todas las culturas, tal como señalas, también es conocida como repentismo en Cuba,  bertsolarismo en el País Vasco o trovo en otros países. ¿Qué diferencia o qué hermana a la paya chilena respecto de otras expresiones de poesía improvisada?

De ancestro español-arábico
acá en nuestro continente
la base común presente
es el verso octosilábico.
La décima en vuelo atávico
es nuestra herencia mestiza.
El canto individualiza.
La música diferencia
el estilo y procedencia
del poeta que improvisa.

Acá, la paya chilena
también acopia sus normas,
sus instrumentos, sus formas
de improvisar en la escena.
En integrada faena
se ejerce la creación,
siempre hay mucha interacción
con el público presente
bajo la luz permanente
de la comunicación.

Hablas de formas ancestrales presentes la construcción de sus versos. Justamente, en los antecedentes históricos y culturales de nuestro país, se encuentran múltiples ejemplos de la utilización de décimas y coplas como canal de expresión, sobre todo en los sectores subalternos de la sociedad. Hoy, esos ejemplos continúan, como es tu caso. ¿Por qué esta forma de expresión, resulta propicia para ello?

R:
Es porque la copla trina
habitando en la memoria
como el fruto de una historia
común, vigente, genuina.
Es el arte que camina
por el campo y la ciudad,
que en su vital claridad
canta las verdades plenas
y transita por la venas
del pueblo y su identidad.

Entre los instrumentos que acompañan el canto del payador destaca el guitarrón, por su particular sonido y forma ¿Cuál es su origen?

R:
Igual que varios laúdes,
de Andalucía moruna
llegó su abuelo y su cuna
hasta nuestras latitudes.
Aquí expandió las virtudes
de su sangre primitiva,
se refundó en fuerza viva
y así fue en nuestra región
que tomó su afinación
y forma definitiva.

Y al nombrar los instrumentos
que tañe nuestra muñeca,
para más conocimientos
los detallo en esta cueca:

Los instrumentos chilenos,
solistas o en el conjunto,
abrigan de acordes plenos
la cueca o el contrapunto.

El primero de todos:
el guitarrón
con 25 cuerdas
de inspiración,

de inspiración, ay sí,
luz a granel,
la guitarra traspuesta,
arpa y rabel.

Poesía y cordaje,
bello lenguaje.

Esta capacidad de improvisación e invitación a un “duelo” que señalaste al comienzo, marca una tensión en cuanto al desafío inmediato de responder a esa provocación, y un desarrollo muy fino del relato, un manejo preciso de la palabra durante las presentaciones. Asimismo, existe consenso en señalar el creciente alejamiento de las personas con el correcto uso de la palabra, un empobrecimiento del lenguaje, llaman algunos. ¿Cómo enfrentan esta paradoja pensando en el público que los acompaña?

R:
El buen cantor siempre busca
ensalzar la poesía,
se opone a la grosería
y a la vana frase chusca.
Busca que en el canto luzca
la belleza más potente,
y en verso alegre y valiente
canta con fuerza y gracejo
siendo la voz y el reflejo
de lo mejor de su gente.

Improvisar el lirismo
porta un respeto evidente
por el arte y el oyente
y también por uno mismo.
La paya es colectivismo
en su valor esencial
y en la alegría vital
de compartir la palabra
germina, se crea y labra
una integración global.

Esta suerte de democratización de la palabra, este colectivismo que involucra su creación, ¿atrae a un auditorio particular? ¿cuál es el público de los payadores?

R:
Niños, jóvenes, ancianos
que valoran el lenguaje,
que distinguen del paisaje
la maleza de los granos.
Siempre alegres ciudadanos
que cultivan la amistad,
y que en la diversidad
de su edad o sus colores
disfrutan de los valores
de la creatividad.

Insistiendo en esto del colectivismo e integración ¿Qué opinas de la utilización de redes virtuales? Considerado que son canales de comunicación no directa, como sí lo es el contacto habitual de los payadores con su público ¿No es acaso un contrasentido?

R:
Pues no. Viendo día a día
la bazofia y sus asedios,
hay que utilizar los medios
que da la tecnología.
Nuestro verso es armonía
que avanza con los periodos,
la paya abarca en sus modos
pasado y actualidad
porque porta una verdad
que nos pertenece a todos.

Tradición, herencias creativas y musicales, patrimonio; términos ligados al arte que cultivas ¿Por qué su ausencia en la agenda cultural del Estado?

R:
La educación, la cultura,
merecen más atención,
más espacio y difusión
frente a tanta oferta oscura.
Porque es vida y hermosura,
comunicación feliz.
El arte es fuerza motriz
que una gran riqueza acopia,
que es necesaria y es propia
de nuestro hermoso país.

La Paya tiene la fuerza
de la creación y el gozo
e incomoda al poderoso
que actúa de forma inversa.
Es integral y diversa,
e invita a reflexionar,
la Paya nunca va a estar
de la mano del poder
porque su razón de ser
es el alma popular.

¿Una suerte de provocación subversiva?

R.
Más que una provocación
es el habla natural
del pueblo con su caudal,
sin ideologización.
La paya es una expresión
que cabalga por doquier,
es de hoy, mañana y ayer,
es poesía en el viento,
y si asumes el intento
también lo puedes hacer

B.
Yo creo en la libertad
que tiene toda expresión
de defender su visión
su bandera, su verdad

H.
¿Te das cuenta que tú puedes
brindarle alas al verso
y en un poético esfuerzo
lanzar a la mar tus redes?
si tan solo te concedes
un segundo para ver
que allí dentro de tu ser
hay sentimientos e ideas
si te lo propones, creas
y un verso puede nacer.

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