
Y bueno, tenía que ser un brasileño. El elegido para interpretar esta hermosa jugada fue Paulo Henrique Ganso, jugador del Sao Paulo, que después de bailar -literalmente- en el área rival, estuvo a punto de anotar el casi gol más hermoso de la historia. El partido contra el Botafogo terminó 1 a 1. Mira acá la jugada.