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Opinión

27 de Noviembre de 2013

Ahora que va a subir el pasaje: Las diez formas típicas de evadir en el Transantiago

Este domingo, el Transantiago subirá por primera vez su pasaje en más de un año, quedando el pasaje de la micro en $600 (el escolar en $200) y el del metro en $680 en horario punta. De esta forma, no sería extraño que la tan combatida evasión -que ronda el 20%- se dispare. A, continuación las diez prácticas más comunes de evasión desarrolladas en casi siete años de sistema. Encuéntrate.

Richard Sandoval
Richard Sandoval
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1- Punteando

Lo más seguro es que seas estudiante universitario-ip-cft. Vas atrasado y el punto de recarga más próximo te queda a diez cuadras del paradero. Como eres pudoroso en lo que respecta al delito, intentas hacer piola tu evasión pegando al máximo tu pelvis al poto de tu amigo/amiga y de esa forma pasar pegadito. Es el clásico punteo reggaetonero. Podrían acusarte de cobarde, pero el concepto que mejor te define es: “asegurao”. Si vas sólo y no tienes a quien puntear, caminas losermente a cargar la bip.

2- Marcando una tarjeta que sabes no tiene plata

Eres de los que usan micros sin torniquete. Tu descaro en cualquier minuto podría salir en “En su propia trampa”. De hecho, te recomendamos mirar en este momento a tu alrededor para corroborar que no te está filmando el Tío Emilio. Tu proceder consiste en ser el último del montón en subir a la micro, bien despacito, saludando al chofer con voz de “por favor”, caminar hacia el validador de más adentro y ojalá marcar cuando el bus esté avanzando. La luz será roja y el pitito sonará dos veces. Guardas sigilosamente tu bip y cruzas los dedos para que no te echen.

3- Por abajo del torniquete

Tienes calle y descaro. La Concertación te metió el pico en el ojo durante 20 años, lo que te da soltura de cuerpo para no respetar el sistema. Socieconómicamente te ubicas donde lo hace el 80% de la población [A.K.A clase media], tu mamá marca en el calendario el día en que compró el último gas y te sabes de memoria el sitio becasycreditos.cl. Puedes ser estudiante o trabajador, lo relevante es que no seas obeso mórbido para que puedas agacharte y pararte rápidamente. Eres el Chile abusado que en 2011 se hartó. Eres Chile.

4- Acogiéndote al artículo 193 de la Ley 18.290

Si te amparas en esta Ley para no pagar el pasaje, quiere decir que eres un paco. “El personal uniformado de Carabineros de Chile tendrá libre acceso y transporte en los vehículos de locomoción colectiva”, señala el texto legal, por el que el año pasado un colectivero de Temuco tuvo que pagar 60 lucas de parte, tras cobrar el pasaje de $450 a un efectivo policial.

5- Saltando el torniquete

Eres un chorizo de temer. No respetas ninguna norma referida al orden y, ante el llamado de atención del chofer, te lo paseas. Si un pasajero osa regañarte por tu falta a la ley, le cantas el rosario completo de chuchadas. No prestas el voto, pero no sabes qué chucha es la Aces. Estás en la friendzone del delito. Lo único que te puede detener es que LLAMEN A CARABINEROS.

6- Conversando con el chofer

Eres un trabajador, estás por sobre los 40 años y aplicas la típica picardía del chileno: “Hacerse el weón”, al decir de Coco Legrand. En las reuniones familiares eres el rey del chiste corto y en la pega te dicen Dino Gordillo. A punta de tallas y buena onda, te mantienes lejos del torniquete, ayudas a subir a los ancianos, te ofreces a bajar minusválidos y no sueltas en ningún minuto tu maletín. Todo, mientras mantienes muy entretenido al chofer diciéndole que “todos los políticos son ladrones”. A lo vío.

7- Por las puertas traseras 1

Eres un comerciante que amparado en carros cargados pide barsamente al chofer que abra las puertas traseras. Una vez adentro –con tu pareja ya sentada- caminas a pasar la tarjeta bip por el tótem. Y OH SORPRESA, no te queda carga. Solucionas todo regalando un producto al operador.

8- Por las puertas traseras 2

Son las 4 am de un viernes o sábado, estás borracho y loco en la Alameda y te vas para la casa. Tu mayor problema es que sueles subirte a lo primero que pase y no ha faltado que despiertas en Estación Central, cuando vives en La Granja ADVERTENCIA: Si la micro que escogiste para evadir corresponde al recorrido 210, sólo Dios sabe si vuelves.

9- Por las puertas traseras 3

Eres parte de los miles de capitalinos a quienes el Transantiago todavía no se les arregla, a casi siete años de que Zamorano -al son de Mercedez Soza- nos invitara a sumarnos al Cambia Todo Cambia. Eres uno de los sacrificados obreros o asesoras del hogar que deben viajar casi cuatro horas diarias recorriendo la ciudad de extremo a extremo para que -más encima- pasen pocas micros y se demoren. Tu despertador suena a las 5 de la mañana.

10- Usando la guagua

El coche de guagua es la llave que abre más puertas en el Chile contemporáneo. La cultura del respeto a la mamá/embarazada sirve para no hacer filas en el banco, para agarrar estacionamiento, para que te den el asiento en el Metro y, por supuesto, para no pagar la micro. Tu modus operandi consiste en, desde la calle, indicar el coche al chofer. Se abren las puertas traseras. Te subes, acomodas el coche junto a un asiento, te sientas. La micro ha avanzado hasta el próximo semáforo y tú ya pasaste piola.

EXTRA NUEVA DIFICULTAD SÓLO SUPERADA POR TOMÁS GONZÁLEZ

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