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Opinión

4 de Febrero de 2014

Gerente de Manuka, responsable de matanza de terneros, recibió $62 millones y dejó Chile

Aunque la empresa desvinculó a Ward por supuestamente vulnerar la confianza entregada, al usar un método de matanza que no habría sido aprobado ni comunicado, éste fue indemnizado, según el documento al que tuvo acceso The Clinic Online por más de $61 millones. De ellos, $2.408.703 estaban destinados a la compra de boletos de avión. Además, desde la Fiscalía aseguran que nunca se entregó una copia de la supuesta investigación interna con la que Manuka habría descubierto que Ward era el responsable de la cruel muerte de los terneros.

Ivonne Toro Agurto
Ivonne Toro Agurto
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En julio de 2008, la revista Capital realizó un reportaje sobre la hoy cuestionada empresa lechera neozelandesa Manuka y su proceso de inversión en Chile. Lo tituló “El lado verde de Manuka” y se centró en la adquisión ese año de las 19.500 hectáreas de praderas de la Hacienda Rupanco y el plan sustentable de la organización que se instaló en 2005 la región de Los Lagos.

A seis años de la publicación, de la imagen positiva de Manuka queda muy poco. Hace un par de semanas la lechera está siendo investigada por la Fiscalía de Río Negro luego de que el diputado PS, Fidel Espinoza, denunciera que la entidad dedicada a la producción de leche mataba cada temporada a cerca de 1.500 crías machos –conocidos en el rubro como “defectos de producción”- en la Hacienda Rupanco, que cambió su nombre a Coihueco.

Lo peor, sin embargo, no era eso, sino que la empresa, que en 2013 compró el 65% del stock de inyecciones letales precisamente para aniquilar a los terneros “sin dolor”, optó por matarlos a martillazos.

La información fue proporcionada a Espinoza por trabajadores que, afirma el parlamentario, “aún están con traumas por la crueldad que debieron aplicar”. Los mismos funcionarios entregaron, además, fotografías y videos que comprobaban las imputaciones, lo que obligó a Manuka, que en un principio negó todas las imputaciones, a reconocer la mala práctica y realizar una investigación interna. Se responsabilizó directamente al gerente de producción, el neozelandés Zachary Ward, quien fue desvinculado, tras cinco años de ejercicio, de la empresa.

Hasta ahí, todo parecía circunscrito a una figura en particular y Manuka aparecían colaborando con la investigación, pero la percepción de la fiscal Leyla Chahín, a cargo de las indagatorias, cambió cuando se corroboró que el día lunes 27 de enero, Ward retornó a Oceanía.

LA SOSPECHA

Hoy, según altas fuentes de la Fiscalía, Chahín esta indagando si en Manuka tenían o no conocimiento de que Ward planeaba abandonar el país pese al proceso en curso y si la empresa facilitó de alguna manera el que éste retornara a Europa.

Chahín ya citó a declarar al respecto para esta semana al gerente general de la empresa, Juan Carlos Pettersen; al gerente técnico, Cristián Cabrera; y al gerente de Recursos Humanos, Kilian Fuentes. Ellos deberán explicar por qué en el minuto en que se despidió a Ward no se dio conocimiento de este hecho a la Fiscalía, pese a que en el finiquito -en conformidad con la ley de extranjería- se contemplaban los recursos para que éste comprara pasajes aéreos. El punto es que Ward partió de Chile sin explicar a la justicia si la orden de matar a martillazos fue iniciativa propia o una orden superior y con una cuantiosa suma de dinero aportada por Manuka.

Ello porque aunque la empresa desvinculó a Ward por supuestamente vulnerar la confianza entregada, al usar un método de matanza que no habría sido aprobado ni comunicado, éste fue indemnizado, según el documento al que tuvo acceso The Clinic Online por más de $61 millones. De ellos, $2.408.703 estaban destinados a la compra de boletos de avión. Además, desde la Fiscalía aseguran que nunca se entregó una copia de la supuesta investigación interna con la que Manuka habría descubierto que Ward era el responsable de la cruel muerte de los terneros.

Este medio se contactó con la institución a cargo de las relaciones públicas de la empresa Manuka para conocer su versión de los hechos. Se preguntó específicamente 1) Por qué si Manuka se comprometió a colaborar con la investigación, no se comunicó a la Fiscalía sobre el despido de Ward y el monto del finiquito y 2) por qué no existe un informe de las gestiones que derivaron en atribuirle toda la responsabilidad a Ward. La respuesta a las interrogantes fue “la empresa por ahora no dará más declaraciones, para no interferir en la investigación que está llevando a cabo la fiscal”.

VEA FINIQUITO:
Finiquito Zach Ward – 2014-01-27.pdf

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