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Cultura

17 de Abril de 2014

Elizabeth Subercaseux: “García Márquez fue una suerte de Che Guevara de la literatura”

Elizabeth Subercaseux, escritora y periodista chilena, conoció a Gabriel García Márquez gracias a una entrevista que le realizó por la revista Cosas el año 1982, cuando ganó el Premio Nobel de Literatura. Subercaseux, lo recuerda como un hombre común y terrenal, que ese día estaba muy preocupado por lo caro que le había salido la cuenta de la luz. Para la escritora, Márquez es un revolucionario, no sólo porque "inventó todo un mundo literario que nunca había sido visto". si no también por el importante legado que dejó para la izquierda latinoamericana, especialmente por su apego a la revolución cubana. "Gabriel García Márquez fue un revolucionario desde el primer día de la revolución".

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La escritora y periodista chilena Elizabeth Subercaseux conoció al recientemente fallecido Gabriel García Márquez gracias una entrevista que le realizó para la revista Cosas, en el living de su departamento de Bogotá, el año 1982, cuando “el Gabo” ganó el Nobel de Literatura.

Subercaseux, declarada seguidora de la literatura de Márquez, recuerda con cariño y admiración esa visita.

“Yo fui a esa entrevista enamorada de su literatura y de esa olla de grillos que tiene el realismo mágico y que él destapó, con esas mujeres que volaban y los cangrejos, y todas esas maravillas locuras que inventó. Entonces esperaba encontrarme con un genio flotando sobre una lámpara, pero me encontré con una persona terrena, que estaba muy preocupada porque ese día le había salido muy cara la cuenta de la luz”, recuerda la escritora entre risas.

-¿Cómo fue para ti conocerlo?
Fue muy lindo. Era una persona muy simpática, muy cercana. A mí me dio la sensación de conocerlo de toda la vida, estuvimos horas, toda la tarde conversando en un departamento muy lindo de Bogotá. Era curioso ver la gran diferencia entre el Gabo sentado en su casa, en un sillón, a ese creador completamente mágico.

-¿Y de qué hablaron?
Hablamos mucho de la dictadura de Pinochet porque él había dicho que no venía a Chile hasta que se fuera Pinochet. Sobre la dictadura, opinaba lo que opinaba toda la humanidad, que era una dictadura como todas. Hablamos mucho de política. Hablamos también de Cuba y yo me acuerdo que yo le insistía en su especie de doble standard debido al hecho de que Cuba también era considerado por muchos como una dictadura y también se atropellaban los Derechos Humanos.

-¿Y qué te decía él?
Nunca lo consideró así. Él era un gran convencido de que por último era mejor no tener libertad de prensa, pero tener pan para comer todos los días. Él siempre fue un seguidor de Fidel Castro y fueron íntimos amigos siempre, era un militante de la Revolución Cubana. Fue un revolucionario desde el primer día de la revolución.

-¿Qué legado deja García Márquez en la literatura mundial?
Yo creo que fue una suerte de Che Guevara de la literatura. Él fue un revolucionario, el inventó todo un mundo literario que nunca había sido visto. Él es grandioso, prácticamente no tiene comparación. En definitiva, creo que su principal legado es que puso la terrible realidad de la pobreza e inequidad latinoamericana en el tapete mundial a través de su literatura. Muy realismo mágico será pero encierra una tremenda realidad social que él denunció. Además, dejó un legado para la izquierda latinoamericana. Su apego a la revolución cubana, produjo una oleada de personas que apoyó a Castro porque García Márquez lo apoyaba y creía en él y su forma. Pero eso ya pasó, no me extrañaría que la generación de mis hijos sepan mucho menos de él.

-¿Leíste su última etapa como escritor? ¿Qué te pareció?
No dejé de leer un libro que él haya escrito jamás y sí, leí sus últimos libros. En su última etapa no tuvo su esplendor porque ya lo había dado, pero mantuvo una brillantez indudable en su literatura. Aunque claro que decayó, como decaen todos. Él no volvió a repetirse el plato de la grandeza como Vargas Llosa, aunque son dos talentos en los que no entraría a comparar.

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