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Nacional

30 de Septiembre de 2014

Investigadores de la U. de Chile amenazados de muerte por informe que revela riesgos en el consumo de aceite de Chía

La publicación de un informe científico encargado por el Ministerio de Salud para apoyar a las autoridades a tomar una decisión sobre incluir el aceite de semillas de Chia con el rótulo de Omega3 en el Reglamento Sanitario de los Alimentos, terminó con una denuncia en la Fiscalía Centro Norte por amenazas de muerte. La comunidad universitaria declaró públicamente el apoyo a los académicos afectados, mientras la empresa aludida rechaza las acusaciones, aunque meses antes envió una carta a la subsecretaría de Salud Pública desacreditando al académico y la investigación.

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fachada medicina u de chile

Con una denuncia por amenazas de muerte y el seguimiento en la vía pública de un auto desconocido terminó la publicación de un informe académico de la Universidad de Chile encargado por el Ministerio de Salud (Minsal), que recomendó no incorporar un descriptor nutricional para el compuesto Omega-3 vegetal ácido alfa linolénico (ALA), en el Reglamento Sanitario de los Alimentos de Chile (RSA).

Así lo constata la denuncia ingresada el 19 de agosto pasado en la PDI, actualmente tramitada en la Fiscalía Centro Norte, interpuesta por uno de los investigadores y profesor adjunto de la universidad, el Dr. Juan Guillermo Gormaz, quien recibió directamente amenazas en su contra por la publicación del informe “Ácido alfa linolénico y sis efectos en salud: Análisis de la evidencia básica, clínica y epidemiológica”.

Dicho informe terminó advirtiendo que el Omega-3 vegetal ALA, puede ser un factor de riesgo para padecer cáncer de próstata y de daño cognitivo y visual en lactantes. Omega-3 ALA vegetal, presente en grandes cantidades en los aceites de Linaza y Chía, que no debe confundirse con los Omega-3 marinos presentes en el aceite de pescado, EPA y DHA, carentes de esos riesgos.

La denuncia, que se puso en conocimiento a las autoridades del plantel universitario y del Minsal, surgió de una publicación científica que aguó las pretensiones de algunos productores comercializadores de subproductos derivados Chía y linaza, como aceite y fibra, que pretendían vender el Omega-3 vegetal ALA con etiquetas de Omega3, algo que en la actualidad el Reglamento sanitario de los alimentos de Chile no permite.

Amenazas

Lo primero fue una llamada telefónica al teléfono móvil del doctor Juan Guillermo Gormaz, académico Facultad de Medicina y parte del equipo que elaboró el informe sobre el Omega-3 ALA. El pasado martes 19 de agosto lo amenazaron de muerte, con una voz distorsionada tras el auricular, exigiéndole retractarse a más tardar en una semana del informe, que había sido entregado al Minsal en abril de este año.

Tras esta situación, el académico presentó una denuncia en la Fiscalía Centro Norte, quien inició una investigación y ordenó rondas de vigilancia de la PDI a su domicilio durante un mes para la protección de Gormaz y su familia.

Pero el asunto no quedó ahí. Esa misma semana, el viernes 22 de agosto, cuando el doctor Gormaz salía de su hogar hacia la universidad, un auto lo comenzó a seguir. Según la descripción que entregó el equipo de investigación que integró Gormaz a las autoridades universitarias y del Ministerio de Salud, fue perseguido desde su casa por un auto Nissan V16 negro, con vidrios polarizados, manejado por un conductor de incógnito y con la patente oculta.

La persecución sólo se acabó cuando Gormaz se percató de lo sucedido y condujo su auto hasta la entrada de la 47 comisaría de Carabineros de Santiago. Según su testimonio, en ese momento el auto desistió de seguirlo.

La situación anterior fue notificada a las autoridades de la Universidad y del Minsal mediante una carta firmada ante notario y que terminó en una denuncia al Senado Universitario de la Universidad de Chile, quienes resolvieron hacer una declaración pública denunciando el hecho y apoyando al profesor, constituyendo además una comisión orientada para estudiar la relación del plantel universitario con la industria para el manejo de potenciales conflictos de interés.

“Junto con solidarizar con el Dr. Gormaz y el equipo de investigadores liderado por la Prof. Marcia Erazo, este órgano colegiado manifiesta su más enérgico repudio contra estos hechos de matonaje hacia un miembro de nuestra comunidad universitaria y cualquier otra tentativa de impedir el desarrollo de nuestra misión institucional, que es poner al servicio de las necesidades del país y su gente, el conocimiento, las ideas y la creación que emerge de nuestros laboratorios y aulas, con total libertad e independencia”, dice la declaración.

Según el profesor Juan Carlos Letelier, vicepresidente del Senado Universitario, esta situación motivó el inmediato apoyo de parte de la Fech, y reavivó el debate sobre los vicios que tiene el autofinanciamiento de la universidad, algo que se podría evitar con aportes directos para la investigación que se desarrolla en la U. de Chile.

Derivados de Chía

Con el informe publicado y la decisión ratificada de no innovar sobre el asunto y mantener el Omega-3 vegetal Ala fuera del RSA en Chile, los intereses de las empresas Benexia y Unilever -que enviaron representantes a la comisión formada por el Minsal- se vieron directamente afectados.

Consultados por esta situación, la empresa Functional Products Trading S.A, cuya marca registrada es Benexia, se desligó de las acusaciones y señaló que el contacto con el Dr. Gormaz “solo se limitó al trabajo que se realizó en el sub-comité que conformó el Ministerio de Salud, con el fin de autorizar al ácido graso alfa-linolenico como un Omega-3”. Instancia en la que además participaron otros académicos y representantes del Minsal, la Sofofa, ChileAlimentos y Asociaciones de Consumidores.

“Todo lo que allí se presentó como antecedente, todo diálogo o discusión generados, se encuentra registrado en actas públicas que corresponden a un procedimiento público y normado por las autoridades del Ministerio de Salud. Nuestra empresa no ha tenido contacto alguno con el Dr. Gormaz, salvo en el marco de la mesa del sub-comité”, dice la compañía.

Además, Benexia señala que al comunicarse con la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile ninguna autoridad estaba al tanto de la denuncia, ignorando la carta firmada por todo el equipo que elaboró el informe y que fue enviada por correo electrónico y luego a través de la oficina de partes de las mismas autoridades de la universidad y el Minsal.

“Sin perjuicio del procedimiento, en el que se intenta difamar a nuestra empresa, solidarizamos con el Dr. Gormaz y con cualquier persona que pueda sufrir amenazas o persecuciones”, finaliza su declaración.

Sin embargo, existe otro antecedente. Un mes y medio después de la publicación del informe, el 19 de mayo de este año, una carta con el logo del estudio de abogados de FerradaNehme y firmada por Functional Products Trading S.A llegó hasta las oficinas del Subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows Oyarzún.

En esa misiva, a la que tuvo acceso The Clinic Online, la empresa acusa de un posible conflicto de interés de parte del Dr. Gormaz para realizar informe; desacredita el prestigio académico del investigador y de la investigadora responsable del estudio, la Doctora Marcia Erazo; y solicita que se tomen medidas disciplinarias, incluida la expulsión del profesor Gormaz del subcomité conformado por el Ministerio de Salud para revisar esa materia.

Además, la compañía señala que estudia presentar acciones legales y administrativas y vincula el rechazo de la solicitud de incluir un descriptor para el Omega3 vegetal ALA con los millonarios costos de re-etiquetado de decenas de miles de productos, junto a una baja de alrededor del 30% de las ventas en Chile de estos productos.

Sin embargo, la publicación del informe es posterior a sanciones cursadas por la Seremi de Salud Metropolitana, que detectó que Benexia ya promocionaba productos derivados de la semilla de Chía con Omega3, cuando esto no está permitido por el RSA.

Consultado por The Clinic Online, el Dr. Gormaz señaló conocer la carta y escuetamente mencionó que esta situación les ha provocado un daño muy grande. “El perjuicio ha sido inconmensurable en términos de calidad de vida. El menoscabo a la idoneidad personal y profesional ha sido enorme, dentro y fuera de la universidad, resaltando que el equipo ha sido muy objetivo al valorar la evidencia a favor y en contra, sobre la base de estándares de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la OMS, la IARC.

“Francamente no se entiende que una compañía se exprese de forma tan terrible en relación a un grupo de investigadores independientes, que han cumplido íntegramente con su labor académica y de acuerdo a los más altos estándares que dicta la Salud Pública. No puede ser que en un país como este a investigadores se los amenace por defender la Salud Pública especialmente de poblaciones tan vulnerables como embarazadas, lactantes y hombres en edad de riesgo de Cáncer de Próstata”, señala el académico.

Respecto al consumo de Chía, el especialista en lípidos y materias grasas de la Facultad de Medicina señalo: “que la semilla de Chía entera es absolutamente inocua y hasta beneficiosa para el tráfico intestinal, no así subproductos como el aceite de Chía alimento procesado que posee grandes cantidades de Omega-3 vegetal ALA digestible.

Específicamente sobre las amenazas y presiones recibidas, el doctor Gormaz señala que “hoy todavía queda miedo y angustia, sentimientos que permean no solo a los miembros del equipo redactor del informe, sino también a sus familias”. Sin embargo, en relación a los detalles del hecho, el investigador prefirió no referirse en este reportaje a los hechos antes descritos, ya que existe actualmente una investigación tras la denuncia realizada a la Fiscalía Centro Norte.

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