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Opinión

8 de Febrero de 2015

Carlos Peña ironiza con las “noticias desde el cielo” para Ezzati: “Debe esmerarse por poner en paréntesis los secretos que Dios le sopla”

El rector de la Universidad Diego Portales criticó los argumentos "de autoridad" que utiliza el Arzobispo de Santiago para aponerse al aborto, plateando que a esta altura del partido resultan sorprendentes. "Apelar sin más a la voluntad de Dios para oponerse a un proyecto de ley equivale a situarse al margen del debate público", sentenció.

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Carlos Peña 01 A1

Destacando con ironía que esta semana Ricardo Ezzati “mostró una vez más que posee línea directa con el Creador”, el abogado y columnista de El Mercurio, Carlos Peña, criticó que el arzobispo de Santiago asegurara que “un proyecto de aborto es contrario a lo que Dios quiere”, lo que a su juicio muestra, “por enésima vez”, las dificultades de la Iglesia Católica para participar “con razones” del debate público.

“En una sociedad plural -una sociedad que confiere a sus miembros la libertad de adherir o no a un credo religioso- apelar sin más a la voluntad de Dios para oponerse a un proyecto de ley equivale a situarse al margen del debate público. El debate público exige razones a las que todos puedan, al menos en principio, acceder, y desgraciadamente la voluntad que Dios tiene la gentileza de soplar al oído de monseñor Ezzati no es una de ellas”, señaló en su habitual columna.

Con todo, y “en beneficio de monseñor Ezzati”, el rector de la Universidad Diego Portales expresó que “alguien podría decir que esa apelación a las noticias del cielo no estaba dirigida a todos los partícipes del debate público, sino solo a los fieles o a los creyentes”

“Pero tampoco, porque ocurre que en las sociedades modernas -y Chile se ha modernizado- las preferencias religiosas no son una simple adscripción, algo que se hereda o se recibe, sino que cada vez más se trata de una adhesión reflexiva y hasta cierto punto electiva. Los creyentes no aceptan sin más los argumentos de autoridad de los que gusta esgrimir Ricardo Ezzati -del tipo Dios lo dijo y yo lo sé-, sino que esperan razones que los persuadan, que les hagan sentir que cuando creen algo, en Dios o lo que fuera, se están obedeciendo a sí mismos”, añadió.

A juicio de Peña, entonces Ezzati “debiera entender que tanto cuando se dirige a los fieles, como cuando interpela al conjunto de los ciudadanos (no cabe duda que tiene todo el derecho de hacerlo) debe esmerarse por poner en paréntesis los secretos que Dios sopla a sus oídos y esforzarse, en cambio, en identificar las razones con que cuenta para oponerse a proyectos de ley como el del aborto”.

En el caso de que el sacerdote “incluso hiciera el esfuerzo” de dar razones, Peña entra a debatirlas, poniendo en relieve que “el proyecto de ley no hace obligatoria la acción de abortar, sino que suprime la pena estatal cuando cumplidas ciertas condiciones una mujer decide ejecutarla”, por lo que la iniciativa “se refiere entonces a los límites de la acción del Estado, no a la obligación o no de abortar”.

“Por eso, es sorprendente e injustificado el llamado que Ezzati acaba de hacer a los fieles de oponerse al proyecto de ley relativo al aborto. Esos fieles, si lo son realmente, no practicarán ninguno y tampoco dejarán a sus cercanos que lo practiquen. Y en lo que respecta a los no creyentes, a quienes no tienen oídos para las noticias del cielo, pareciera, al menos hasta ahora, que monseñor no es capaz de esgrimir ninguna razón que los persuada”, concluyó Peña.

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