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Deportes

11 de Octubre de 2015

Ex UC Luis Núñez rompe el silencio a más de dos años de estar en cana

"Tuve muchas amigas y amigos de discoteca, y no han sido capaces de venir o de llamar a mi familia. El único que ha estado presente es Ronny Dance, pero uno aprende, y gané de vuelta a mi familia", contó el ex artillero desde el módulo 38 del penal Santiago 1, que comparte junto a otros 135 reos.

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luis nuñez marihuana

El ex delantero y figura de Universidad Católica, Luis Núñez lleva 26 meses en el módulo 38 del penal Santiago 1, que comparte junto a otros 135 reos. Es la tercera vez que el ex artillero cae en cana y ahora está sólo a la espera de que la justicia dicte una sentencia.

El hombre que está imputado por ser el financista de una red de nacotraficantes, y que en algún momento se le incautó el celular en medio de acusaciones por intentar meter droga al penal en unas empanadas, contó que siente una profunda frustración por estar encerrado en la cárcel y no estar en lo suyo, el fútbol.

En conversación con el diario EL Mercurio el ex cruzado admitió que “me habría gustado que esta entrevista fuera en una cancha, en un estadio. Que me preguntaras del partido que jugué, o del club en el que voy a fichar, o si acaso me voy al extranjero, pero no de drogas ni de sentencias. Me da rabia estar acá”.

Pues bien, en torno al caso de la droga que supuestamente quiso ingresar al penal, Lucho Pato se defiende de lleno: “La historia de eso es totalmente mentira, nunca me pillaron marihuana, yo declaré que eran empanadas de pino, y los diarios y la televisión hablaron de empandas de marihuana”.

El ex San Felipe añadió que “había un guardia que traía cosas, comida de la calle, y yo las compraba, pero nunca droga. Se supo. Es el único castigo que he tenido en mucho tiempo. El otro fue por lo mismo, por tener un teléfono. No soy un reo conflictivo o no estaría en este módulo, que es un privilegio. Me sentí perseguido, tuve miedo. No puedo decir que Gendarmería es mala, me trataron de manera excelente desde que llegué, mentiría si dijera que me han tocado. Son problemas con una sola persona y alguno que otro amigo de él, que me han faltado el respeto“.

Al ser consultado por las razones por las que metió un celu al interior de la cana, el ex deportista afirmó que “acá me aburría mucho. Era para hacer algo, para estar conectado y hacer comentarios por Twitter. Ahora es mi hermana la que escribe en esa cuenta. Nunca, jamás me han pillado un poco de droga, fue un montaje”.

En ese sentido contó además que le dio una total lata cuando “un gendarme prendió la tele en el comedor para que todos vieran el matinal en el que aparecía. Me volví loco, necesitaba aclararlo, porque todos dijeron ‘de nuevo se equivocó el Lucho, le encontraron drogas, nunca va a cambiar'”.

Según el informe de la Policía de Investigaciones enviado el 27 de octubre de 2013 al tribunal de Santiago, el principal blanco de la policía era Mauricio Legua Tapia, a quien seguían desde principios de 2013 por el tema del narcotráfico. En agosto de ese año el sujeto llegó desde La Serena en avión hasta el aeropuerto en Pudahuel, momento en el que “fue recibido por un sujeto que conducía un vehículo marca Kia, modelo Cerato Koup, color negro, placa patente DHSL-13, identificado en el transcurso de la investigación como Luis Patricio Núñez Blanco”.

Después de eso se dirigieron a un local de comida china ubicado en la comuna de La Florida, donde conversaron con otros dos individuos. En medio de las intervenciones a su celular realizaron escuchas donde alguien lo llama y le pide lucas.

En esa línea el ex delantero sostuvo que “a lo mejor estaba contigo conversando y nos sacaron una foto. Y llevo dos años para demostrar que estábamos ahí solo para ir a comer. ¿Soy inocente o culpable? No lo sé. ¿Qué haces cuando un amigo te pide plata?”. A su vez precisó que “no le puedo echar la culpa a La Legua, pero me marcó no haber cambiado mis amistades”.

Por ahora mientras espera condena, Lucho Pato describe que en este amplio tiempo encerrado “trato de no pensar, de jugar a las cartas o a la pelota. Ya llevo la mitad del tiempo de una posible condena y sé que puedo estar cinco meses o un año más, pero quiero tener una fecha. No saber cuándo se termina esto es lo que me mata”.

En otros pasajes de la conversación el ex futbolista cuenta que a pesar de que juega mucho fútbol al interior del recinto penitenciario, cada vez que lo hace le afecta demasiado, ya que le trae un montón de recuerdos de su mejor época en el deporte rey.

“Siento una envidia sana. Veo muy poco fútbol nacional. Ni los goles. Es que me baja la melancolía. En este lugar juego mucho a la pelota, pero no lo disfruto; me pongo a pensar, ¿por qué estoy jugando aquí? Debería estar entrenando, peleando un campeonato, porque sé que tenía las condiciones”.

Sobre el clásico que ganó la UC a Colo Colo la semana pasada Lucho Núñez contó que “mientras veía los goles de la Católica, un amigo del Colo me preguntó por qué no estaba en la selección. Me lo dijo de cariño, pero me afectó”.

“Yo no fui de muchos amigos en el fútbol, por eso le agradezco a Rodrigo Pérez, que nunca me ha fallado y con el que ni siquiera jugué. También le doy las gracias a Francisco Huaiquipán, Frank Lobos, Darío Botinelli y Gary Medel, que me envió camisetas”, señaló ya casi al término de la entrevista.

En ese sentido ahora se da cuenta de que todos esos amigos que tenía y que lo apañaban en el mal camino de carretes mientras era futbolista realmente no eran tan cercanos como él creía: “Tuve muchas amigas y amigos de discoteca, y no han sido capaces de venir o de llamar a mi familia. El único que ha estado presente es Ronny Dance, pero uno aprende, y gané de vuelta a mi familia”.

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