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Cultura

20 de Octubre de 2015

Daniela Ramírez, actriz: “La palabra lujo la encuentro un poco sucia”

Fue una estrella en el último Festival de cine de Venecia con La Prima Luce, película que protagonizó junto a la estrella del cine italiano Riccardo Scamarcio, con la que ganaron el premio a la crítica, pero de eso aquí apenas de supo. Más que darle pica, para ella esto es un reflejo de la nula relación que tenemos con la cultura. Recordada por sus roles en TVN de Laura en Los Archivos del Cardenal, Esperanza y ahora como Micaela en La Poseída, desde el 14 de octubre estará en el montaje El Amor de Fedra del GAM. En esta entrevista habla de su canal, se queja por nuestra obsesión por lo práctico y vuelve apostar por la Bachelet, aunque no esté de acuerdo con el ritmo de los cambios: “Creo que las reformas deberían ser de una”, dice.

Andrea Moletto
Andrea Moletto
Por

Daniela-Ramírez-foto-alejandro-olivares

-Te fue bien en el Festival de cine de Venecia.
Sí, pero la verdad es que me llamó la atención que estuviéramos tantos chilenos en el festival y no hubiera ni un periodista de acá. Estaba yo, se presentó La Memoria del Agua de Matías Bize, la película que protagonizó Alfredo Castro se ganó un León de Oro y ¡eso no sucede nunca! Pensé que iba a pasar algo más. Pero después de hacer esta reflexión me contesté sola: aquí la cultura no está integrada, es un hobby. En cambio en otros países es parte de la vida. Yo lo sentí en Europa. Caminando te das cuenta que el sentido de la belleza está en todos lados.

-Fuiste crítica para el terremoto en que se recortaron dineros de cultura para poder financiar la reconstrucción.
Es que siempre somos muy prácticos, eso nos enseñan. La gente no tiene la posibilidad de conectarse con la cultura, porque no está ahí, no se ve, no es tangible, no hay tiempo. La cultura es algo especial, una elección.

-Somos “consumidores” de cultura…
-… y me pregunto si eso implica que la vida solo te pase y uno no pueda experimentar y saber quién es uno…Me estoy yendo en una volá… ¿O no? Jajaja… Ese es el rol del arte.

-¿Cuál?
Despertar la sensibilidad de cada uno y poder emocionarte con algo simple, con algo bello, con estar.

-El arte es una experiencia dices.
-Sí. Pero por qué no puede ser una experiencia cotidiana como tomarte un té. ¿Por qué no llorar con mirar a una planta y emocionarte porque algo es simplemente bonito? Pero eso no es práctico. No sirve para nada. Y yo tampoco me lo permito porque no sirve. Eso se pierde cuando uno no se conecta con la cultura.

-Siempre que leo de ti sale algo como, ‘vivió en Maipú hasta los 23 años’. ¿Es una connotación clasista eso de acentuar que vienes de Maipú?
-A veces, depende de cómo te lo digan. Pero es que yo me siento muy orgullosa de dónde vengo. No quiero ser otra cosa. Mis abuelos están orgullosos de mí. Además ni en Las Condes pasa que una mina entre a la tele y sea conocida. Hay pocas oportunidades. Y la verdad es que pocos descubren lo que quieren hacer y pueden vivir de eso tranquilamente, sin hablar de lujos ni de la plata. Sino hacer lo que te gusta. Es medio utópico igual.

-¿Qué es utópico? ¿Pensar en que todos tuvieran la misma posibilidad?
-Eso po, de que todos estén bien.

-Pasaste bien rápido a ser de los privilegiados, ¿te cuesta eso?
-Es difícil. Porque cuando uno no tiene es increíble cómo te puede llegar a cambiar la vida. Yo deseé mucho tiempo no llegar a la tele, pero sí tener un acceso económico para poder hacer lo que quisiera con mi hijo, darle la educación que yo quería, cambiarme a una casa…Y claro entré a tener. Mi cambio fue la independencia. A veces no veo lo que gasto y eso es una sensación rica. Hicimos un viaje a México los dos solos con mi hijo y fue exquisito.

-¿Qué te pasa con la plata?
-Más que las lucas, hago lo que me gusta, lo que me delira y gano plata. Eso es un regalo de la vida.

-Un lujo.
– La palabra lujo la encuentro un poco sucia. Es tener para vivir. No es ‘tener plata’, esa hueá no existe.

La tele, el copete y la política

-Ha habido muchos despidos en TVN, tu canal.
-Cuando a una empresa le va mal -porque TVN es una empresa, no es un canal público- hay reducción de personal. Es terrible que una persona pierda su pega, pero también es terrible que este barco siga sosteniendo algo fantasioso y no se haga cargo de lo que está pasando. Son terribles los despidos, pero es consecuente con el momento que está viviendo TVN.

-¿Crees que TVN tiene que ser un canal público?
-TVN quiere ir para allá.

-¿Qué va a pasar con las áreas dramáticas?
-Esto es un proceso, no es para siempre. Antes Mega no tenía área dramática, ¡de qué estamos hablando!

-¿Fue complejo que tu pareja en ese momento, Nicolás Acuña, fuera el director de programación de TVN?
-Me da lata hablar de eso.

-¿Crees que los actores debieran estar más comprometidos políticamente?
-En el hacer hay una opinión, uno siempre está opinando con su hacer. Yo creo en la política, pero no sé si a todo el mundo le seduce.

-¿Te arrepientes de haber apoyado a Michelle Bachelet en su campaña?
-No pa’ na, porque creo en ella. Me gusta ella. Además de algo hay que partir. Es verdad que estamos a pasos agigantados de un cambio real que sea tangible, pero confío.

-Crees en las reformas
-Sí. Pero eso paulatino me da susto porque nunca va a terminar de ser. Creo que las reformas deberían ser de una, radical.

-La Nueva Mayoría lo hizo mal.
-No sé. Es un país que está dividido y que tiene posturas muy distintas y donde todo está privatizado. Aquí la gente no se hace cargo de su voz para generar cambios. Y claro, da miedo. Si fue asustador lo que pasó en este país. Da miedo volver a gritar, volver a decir, empoderarse, tener una idea política, un ideal. Mataron familias enteras, ¿quién va a querer salir? Esa generación media apagada, silenciosa, temerosa, insegura…

-Pero los jóvenes de ahora son distintos
-¡Pero vienen criados por eso! Yo, mis amigos, todos venimos criados por eso. Todos pasamos por eso. Uno siente ese miedo. Como joven es heavy atreverse a decir algo. Los niños y los jóvenes tienen que hacer los cambios.

-¿Crees que se detuvieron las reformas?
-Las obstaculizaron. Las cosas van a cambiar cuando exista el sentido de compromiso con lo que uno está haciendo. Y eso por parte de todos, de los partidos, de los que tienen plata.

-¿Por quién votarías?
-¡Uy, no sé! Pero sé que por la derecha no. Nunca van a permitir una amenaza que pueda llegar a tocar sus intereses.

-Entonces no crees en el cambio.
-Es que el cambio pasa por todos. No hay que encerrarse en lo que a uno le ocurre. Cuando uno se encierra es peligroso.

-¿Crees en las ideas revolucionarias y radicales?
-Me encanta la energía de la revolución, me fascina y por algo existe. La revolución es una idea seductora. Ahora estoy más grande, pero antes era una ferviente creyente de la revolución.

-¿A qué edad?
-16, 17.

-¿Qué ideas, anarcas?
-No, pololeaba con un anarco. Me seducían esa ideas, pero no participaba. Yo estaba al lado, tenía amigos que estaban metidos.

-Cuando estudiaste teatro en el ARCIS, ¿participabas de las tomas?
– Sí, claro.

-¿Cómo ves tu generación ahora?
-A veces uno se pregunta qué pasó con esa idea bonita y mira el pasado con melancolía, porque la cantidad de energía que había en ese momento era impresionante. Y uno se inserta en una estructura de vida porque tienes que sostenerte a ti mismo y dejas de alimentar la cabeza y te preocupas de hacer y pierdes un poco esa energía.

-¿Has sentido que te aburguesaste?
-¡Yo no me he aburguesado!

-No digo eso, quise decir que tal vez tú te has sentido así.
-No, nunca.

-Hay que legalizar el aborto
-Sí. Uno debe tener la opción de elegir conscientemente, esto no se trata como dicen de matar guaguas. Es muy difícil tomar una decisión así. Llegar a pensar en un aborto es porque algo estuvo muy mal.

-Fuiste mamá a los 16, ¿pensaste en el aborto?
– Cualquier niña de esa edad que se queda embarazada piensa en el aborto. Uno tiene mucho miedo. Es fuerte.

¿Cómo tomaste la decisión de ser madre?
– Porque tenía unos papás que me apapacharon. Una familia que me vio aterrada y me ayudó. Yo también estaba pidiendo eso a gritos, que decidieran por mí. Uno no opina mucho. Toman por ti la decisión, uno la verdad es que lo único que quiere es que te salve alguien.

-¿Qué opinas de los que dicen que las mujeres violadas debieran tener igual a esos hijos?
Yo creo que un hijo le puede dar sentido a tu vida, pero en casos como la violación, ahí te encuentras con tu propio monstruo. Es un hijo claro, pero queremos una sociedad más amable, no traigamos de un momento terrible algo que va a durar toda tu vida, no sigamos perpetuando eso.

-¿Fumas marihuana?
-Poco, me voy en una mala volá, pero fumaría si me hiciera bien.

-¿Crees que debiera legalizarse el autocultivo de marihuana?
Sí.

-¿A tu hijo le interesa la política?
-Es consciente y me preocupo de eso.

-Cuando se habla de la crisis económica, ¿te da susto?
-Encuentro que hay mucha plata. Mucha materia prima. Este país es exquisito. Hay que crecer para adentro. Todo está privatizado, todo se ha vendido, eso que te vendan el agua es heavy, uno normaliza todo eso, pero es impresionante. Impresionante que se venda la educación.

-No te da miedo la crisis económica ni la delincuencia ni el desgobierno…
-No, no, basta de ese bicho que se inyecta en las cabezas. Toda la gente anda con miedo porque los medios muestran eso. Uno anda más cagado de miedo de lo que debiera estar y eso no te deja disfrutar. Eso es penca.

-Tu pena por conducir con trago fue hacer clases a niñas del Sename que están encerradas, ¿cómo fue esa experiencia?
-Hay historias brutales, de una carencia que uno dice, ¿dónde veo esto, en las películas? Uno no ve lo que puede pasar en una casa de dos por dos con seis personas adentro. Y es obvio, si están encima de uno, no soportas a nadie, cómo uno va a poder dialogar y comunicarse en ese contexto. Un lugar donde todo falta, siempre falta y que no están las herramientas y que ni siquiera hay una pequeña luz, porque el que gana es el que grita más alto o el que pega el combo más fuerte.

-¿Fue angustiante?
-No. Me encantó, porque las niñas se rieron y no hablamos de sus vidas. Si en la mierda viven, para qué íbamos hablar de eso, ya están encerradas. Es súper triste ver un niño encerrado. Es terrible y más allá de todo, entiendo por qué existe la delincuencia. No estoy avalándola en ningún caso.

-¿Por qué tanto rollo de hablar de tu detención por manejar con alcohol?
-Porque lo pasé mal.

-Ya, pero fuiste lesa y la cagaste no más.
-Sí, la recagué. Me sentí indefensa y apareció un sentimiento de culpa que no tenía y que fue angustiante. No sabía cómo reaccionar.

-Lo primero que dijiste fue ‘la recagué’…
-Sí, po. Está bien que la ley funcione, como debe funcionar con todos, pero lo mediático fue fuerte, creo que fue desmedido.

-Claro, Carabineros aprovecha que eres famosa para dar un mensaje también.
-Ellos tuitearon que yo estaba detenida.

-Y el alcotest marcaba 3,39 milígramos, ¿mucho no?
-Decían que me había tomado una mesa de pisco… jajajaja

-Ya pero al final la alcoholemia fue de 1,6 gramos de alcohol.
-Mira, igual aprendí. El proceso mediático fue duro. Me tengo que cuidar. Yo pensé que no me habían cachado, que era una más y cuando salí me di cuenta que lo que hacía tenía repercusiones. Yo camino en la calle, ando en micro, soy normal, no tengo fama, trabajo en la tele no más. Pero esto fue como darse cuenta que no es así no más, po.

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