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Opinión

4 de Noviembre de 2015

Columna: Gratuidad y la necesidad de una nueva educación pública, por Camila Rojas y Nicol Cornejo

Sabemos que no basta con denunciar el carácter neoliberal del gobierno. Debemos asumir la tarea de construir una posición mayoritaria e ineludible a favor de la educación pública, y levantar nuevos referentes que superen por fin la transición y sus formas políticas, para que recuperemos la soberanía sobre nuestras vidas.

Camila Rojas y Nicol Cornejo
Camila Rojas y Nicol Cornejo
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marcha confech

Durante este año hemos sido testigos de movilizaciones sociales por una nueva educación pública en un contexto de crisis de la política que ha quedado al descubierto con los casos de corrupción, pero también en la indiferencia del gobierno con las luchas sociales. Un ejemplo claro fue la reacción frente al movimiento de profesores contra la carrera docente propuesta por el gobierno debido a que mantenía una lógica de mercado con los profesores, a quienes la Nueva Mayoría les contestó con un acuerdo transversal firmado a puertas cerradas con UDI y RN.

Actualmente se repite la lógica con la gratuidad 2016 a través de la ley de presupuesto, iniciativa que se impulsa sin apoyo social. Tomaron una de nuestras principales demandas, la deformaron al punto de separarla de los principios que perseguía. Para el movimiento social la gratuidad es un vía por la cual acceder a un derecho, de eliminar la discriminación socioeconómica y dar un paso en la construcción de verdadera educación pública. Sin embargo para el gobierno sólo ha significado el pago de aranceles de un sector de estudiantes de un sector de instituciones

Ante este escenario somos enfáticas en que la gratuidad vía ley de presupuesto se limita a ser una inyección de financiamiento al mismo sistema de educación que queremos cambiar, sin gestos de fortalecer la educación pública (poniéndole incluso límites al aumento de matrícula de estas instituciones), argumentando la carencia de recursos, mientras que el 45% del presupuesto destinado en Educación Superior va directamente al Crédito Aval del Estado financiando a la banca privada (suma que este año alcanza los 612 mil millones de pesos), un gran ejemplo de lucro con lo que debería ser el derecho de todos y todas. Peor aún es que se mantiene la lógica donde los estudiantes somos un mecanismo de financiamiento antes que miembros de la comunidad, de hecho el cálculo de la gratuidad se hará según el número de matrículas, siguiendo la lógica de la competencia y del voucher. Es tal el nivel de abandono de los principios demandados, que la gratuidad propuesta tendrá límites de años según duración formal de las carreras, acogiendo sólo al 35% de los estudiantes, con la excusa de no agotar los recursos fiscales.

En definitiva, no existe Financiamiento Basal a las instituciones, y sólo nos hemos encontrado con una Beca disfrazada y que insiste en reducir la educación a cálculos, recogiendo la opinión de unos cuantos expertos, cuando ha sido la ciudadanía y el Movimiento Estudiantil los que han puesto el tema en debate y quienes tenemos una propuesta profunda de cambio al sistema de educación chilena.

Nos hemos movilizado, hemos dialogado y hemos propuesto, pero el gobierno ha actuado con torpeza absoluta, no escuchando a profesores, estudiantes, trabajadores ni rectores. La Educación debe ser un derecho y los estudiantes debemos mantener nuestras banderas en alto por una Nueva Educación Pública cuyo pilar fundamental sea la colaboración por sobre la competencia, un proyecto hecho por todos y todas quienes vivimos cotidianamente el proceso de construir una nueva sociedad para Chile y una educación que se deba a Chile y su pueblo.

Sabemos que no basta con denunciar el carácter neoliberal del gobierno. Debemos asumir la tarea de construir una posición mayoritaria e ineludible a favor de la educación pública, y levantar nuevos referentes que superen por fin la transición y sus formas políticas, para que recuperemos la soberanía sobre nuestras vidas.

*Nicol Cornejo es candidata a la presidencia de la FEUACH, militante de Izquierda Autónoma y vicepresidenta FEUACH 2015 y Camila Rojas es candidata a la presidencia de la FECh, militante de Izquierda Autónoma y Senadora Universitaria 2014 – 2015.

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