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Nacional

6 de Mayo de 2016

Ojo con los gringos: Una chilena no podrá volver a pisar EE.UU. por haber dicho que fumó marihuana

En el último de los tantos viajes que Camila realizó a Estados Unidos gracias a la motivación que genera una relación a distancia, fue interrogada por agentes de Aduanas y Protección Fronteriza, quienes, al revisar sus fotos del celular, encontraron imágenes de ella en un dispensario de marihuana en Colorado, donde la planta es legal. Haber reconocido que había fumado marihuana en esa oportunidad le costó caro, ya que tendrá prohibida la entrada a Estados Unidos de por vida. “Fui deportada por ser honesta con los oficiales. Nunca había estado en una situación así. Yo no he cometido ningún crimen” (...) “Esto no tiene sentido”, sostiene la joven.

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05 de Abril 2016/CONCEPCION Planta de Cannabis Sativa cepa Amnesia, tiene un crecimiento vigoroso, ramificado con hojas grandes y finas de color verde claro. FOTOS: MARIBEL FORNEROD/AGENCIAUNO

En octubre del año pasado, Camila tenía una relación a distancia con David, un estadounidense a quien visitó repetidas veces en su país; razón suficiente para que la policía tuviera entre ceja y ceja a esta joven.

En el que sería su último viaje a Los Ángeles, Camila fue llevada a una habitación para ser interrogada por agentes de Aduanas y Protección Fronteriza.

Fue aquí que registraron su billetera, equipaje, celular, correos electrónicos y fotografías. “Vieron que había estado en Colorado, por lo que me pidieron que les mostrara fotos de Colorado y vieron fotos en un dispensario de marihuana”, recuerda, según señaló en una entrevista con Vice.

Fue ahí que los funcionarios le preguntaron si alguna vez había fumado esta planta, advirtiéndole que si mentía podía ser enjuiciada por perjurio.

“Les dije que la había probado en Colorado. Me pareció que era normal, todo el mundo fuma en Colorado, es legal allí”, cuenta Camila.

En Colorado la marihuana es efectivamente legal, pero para el gobierno federal aún es ilegal, calificando la posesión, venta y tráfico como delito federal. Al admitir cualquiera de ellos, aunque la persona en cuestión no haya sido condenada, es motivo suficiente para deportarla del país.

Así fue que Camila estuvo encerrada en una habitación del aeropuerto durante 15 horas, saliendo de ella con una prohibición de volver a poner un pie en Estados Unidos.

Scott Railton, abogado especialista en inmigración explica que “un importante número de estados ha legalizado la marihuana para uso médico o recreativo, pero la ley federal dice que la marihuana y todos sus derivados siguen siendo sustancias prohibidas”.

La Ley de Inmigración y Nacionalidad no permite la entrada a Estados Unidos a los extranjero “condenados, o que reconocen haber cometido un delito… sea de un estado, de Estados Unidos, o de un país extranjero, respecto de una sustancia controlada”, según aclara Railton.

Cabe decir que la Ley federal otorga al Departamento de Seguridad del Territorio Nacional el permiso para revisar teléfonos móviles y computadores portátiles sin una orden, tal como lo hicieron con la chilena.

Además, “sólo se requiere de un oficial en la frontera o consulado que tome la determinación de que una persona es inadmisible y eso es suficiente para ser deportado”, agrega.

En esa línea, aconseja que “no hay que realizar viajes internacionales con una tarjeta de marihuana médica”, aunque explica que “la tarjeta en sí no es prueba de una violación a la Ley de Sustancias Controladas, pero puede dar lugar a preguntas que acaben en la inadmisibilidad”.

Las consecuencias para Camila fueron importantes. Tras su deportación, además de que su relación con David terminó, tuvo que rechazar la oportunidad de hacer un Master en Estados Unidos.

La única opción para que Camila pueda volver a EE.UU. es que aplique una exención de visados al gobierno federal y luego tendría que argumentar por qué se debería permitir su ingreso nuevamente.

Pero para esto, tendría que acudir a un asesor legal que le costaría mucho dinero. Esto, sin tener en cuenta que el gobierno gringo rara vez accede a permitir el paso a las personas que han sido deportadas en los últimos dos años.

“Fui deportada por ser honesta con los oficiales. Nunca había estado en una situación así. Yo no he cometido ningún crimen”, expresa Camila. “Esto no tiene sentido”.

* Los nombres de Camila y David fueron cambiados para proteger sus identidades.

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