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Nacional

4 de Julio de 2016

Comandante Ana escribe carta a Bachelet acusando “tejido de mentiras” y contando dónde estuvo el día del asesinato a Jaime Guzmán

Verhoeven lanzó en su escrito un par de dardos a la UDI a quienes acusa de "aparecer por todos lados y tratar de interferir en el procedimiento ¿Por qué, señora Presidenta? (...) ¿La UDI aún está en el poder? ¿Usted cohabita con ellos?". "No soy ni la autora material ni intelectual. Entonces, ¿quién soy? Sólo una persona que trabajó con dos presos políticos en 1994. No hay otros vínculos. Puede buscar, no encontrará ninguno", recalcó en el escrito.

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comandante ana YT

Marie Emmanuelle Verhoeven, más conocida como la Comandante Ana, escribió una carta dirigida a la Presidenta Michelle Bachelet, en la que le detalla su “increíble, abusiva e injusta historia”.

El documento enviado por su abogada Ramni Taneja a T13 consigna que “la libertad de escribir esta carta es la única que tengo. Sé que su alto cargo (Bachelet) la convierte en una mujer muy ocupada, sin embargo, me gustaría llamar su atención sobre mi situación. Su compromiso por la defensa de los valores éticos, humanistas y democráticos será sensibilizado por esta increíble, abusiva e injusta historia”.

La misiva se origina en medio de la investigación que se lleva a cabo por la muerte del fundador de la UDI, Jaime Guzmán, caso que vincula a la Comandante Ana con el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) y que la mantiene detenida en India.

La carta de la Comandante Ana comienza con que “soy una mujer, ciudadana francesa, tengo cincuenta y seis años, dos hijos y una nieta que tiene casi un año de edad. No la conozco porque ella nació poco después de que fui detenida en India. También tengo una familia, hermanos y una hermana, una madre y tenía un padre hasta el 28 de febrero de 2016. No pude volver a verlo ni estar con mi familia cuando él falleció”.

Agregó en el escrito que existen datos y antecedentes que “ponen de relieve un verdadero escándalo judicial y sin duda un escándalo político. ¿Quién mueve los hilos detrás de esta farsa?”.

En cuanto a un posible acuerdo de extradición entre Chile e India o una toma de declaración, la autora de la carta plantea lo siguiente: “¿Tiene su país un real tratado con India? Si es así, por favor envíe una copia a mi gobierno -Francia- y a mis abogados (…) porque miramos en todos sus sitios de ministerios, parlamento, cortes de justicia y regresamos con las manos vacías”,

El escrito también sirve para mandarle un par de dardos a la UDI a quienes acusa de “aparecer por todos lados y tratar de interferir en el procedimiento ¿Por qué, señora Presidenta? (…) ¿La UDI aún está en el poder? ¿Usted cohabita con ellos?”.

“No soy ni la autora material ni intelectual. Entonces, ¿quién soy? Sólo una persona que trabajó con dos presos políticos en 1994. No hay otros vínculos. Puede buscar, no encontrará ninguno”, recalcó Verhoeven a la Presidenta Bachelet.

Enfatizó que entonces “¿Cuál es el propósito de esta persecución? Es ciertamente un intento desesperado por validar una ‘falsa teoría’. En primer lugar aislarme, luego me difaman, asegurando al mismo tiempo que esté en situación de no poder expresarme libremente. Luego asustarme, cortar todas las vías de apoyo y, finalmente, tratar seguramente de llegar a un acuerdo de falsas confesiones o testimonios. No es para mí, señora Presidenta”.

En otros pasajes del escrito la mujer expone que “Chile también consiguió notoriedad en el pasado en la escena internacional por sus posturas virulentas contra las extradiciones de Pinochet y el Sr. Erik Honnecker (sic). Aquí hay una contradicción importante. ¿Por qué, señora Presidenta, esta defensa incondicional de los verdaderos grandes criminales y esta persecución contra una persona inocente (y sin duda muchos otros)?. Si su país desea volver a escribir su historia oficial, es su derecho, pero que sea hecho por ustedes: no esperen que respalde este tejido de mentiras”.

En esa línea la Comandante Ana indicó que “el general Pinochet nunca será considerado como un benefactor de la humanidad y el asesinato de Jaime Guzmán será considerado siempre como ajustar cuentas políticas, porque es la verdad incómoda para algunos. Esta misma verdad, que hizo de usted, señora Presidenta, una víctima colateral de la dictadura”.

En tanto, la misiva profundiza en que “su país ha recuperado un poco de libertad y usted es la Presidenta. Esto es bueno. Permítanme recuperar la mía, volver con mis seres queridos y llevar una vida normal. Si se pudo invocar razones humanitarias para estos grandes criminales, es fácil para usted evocar las mismas razones para una persona completamente inocente”.

“Si la justicia chilena desea realmente escucharme, entonces debe hacer una Comisión Rogatoria en Francia por la vía legal . Nadie se opondrá, por el contrario. No tengo nada que esconder, no tengo nada que ver con el caso Guzmán (…) Yo sé, señora Presidenta, que usted no es responsable de esta mascarada judicial. Espero que detenga este acoso ilegal ‘judicial’ y esta persecución poco saludable y profundamente deshonesto contra mí”.

A su vez, Verhoeven apunta en su carta a que los cargos en su contra son “falsos e infundados”, puesto que el “personaje de la ‘comandante Ana’ no existe, es un personaje ficticio, inventado por las necesidades de la situación de aquellos que decidieron volver a escribir la historia oficial. Desafío a cualquiera hoy en día a probar la autenticidad de esta ‘comandante’ . Mis abogados buscaron en todos los periódicos, publicaciones, declaraciones del FPMR y no encontraron una sola alusión a este personaje. Por otra parte , todos los testimonios de ex miembros del FPMR confirman que esto es una gran mentira”.

Añadió que “la dirección del FPMR negó públicamente mi afiliación… en 1996, una investigación precisa de la policía chilena concluyó que nada permitía ligarme a la dirección del FPMR ¿Por qué persiste Chile en el deseo de elaborar una historia , una versión , una tesis que no corresponde a la realidad, a la verdad?”.

Otro tema que aborda el documento es lo que estaba haciendo Verhoeven exactamente el momento del ataque que le quitó la vida a Guzmán en las afueras del Campus Oriente de la Universidad Católica:

“Estaba en la peluquería y mi pareja estaba conmigo. Él se lo dijo a la policía chilena (en octubre o noviembre de 2013) y les explicó mi agenda de ese día. También les confirmó que yo no tenía nada que ver con el caso Guzmán. En 1991 él compartía mi vida, así que estaba en una buena posición para saberlo”.

“Viví en Chile durante 10 años (1985 – julio 1995). Viví una vida normal y ordinaria junto a mis dos hijos. Siempre trabajé y tuve una vida familiar y social activa. Después de mi día de trabajo, volvía a casa. ¿En qué momento habría sido capaz de vivir una vida secreta?”, precisó.

Por su parte sostuvo que en Chile estuvo en la Cepal y la Comisión Especial de Derechos Humanos para Chile en Ginebra. Ya en 1994 estuvo trabajando para el director general de Gendarmería.

“Este trabajo me llevó al seguimiento de los presos políticos en la cárcel de San Miguel. De este grupo de prisioneros, dos de ellos fueron detenidos por el asesinato de Jaime Guzmán. Esta información es suficiente para invalidar la ‘teoría’ de mi afiliación con la Dirección del FPMR . (Se puede imaginar cómo fui monitoreada durante este período, así como durante mi trabajo en la Comisión de Derechos Humanos)”.

“Estos dos presos, en sus conversaciones, nunca evocaron la responsabilidad del FPMR en el caso Guzmán. Ellos siempre afirmaron que venían de una rama autónoma del FPMR. Esto ha sido confirmado por la investigación oficial, que llevó a la identificación de los autores del asesinato y a la conclusión de que era el trabajo de la rama autónoma del FPMR”, recalcó.

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