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Nacional

12 de Mayo de 2017

Ana María Gazmuri, directora de la Fundación Daya: “Me gustaría fumar un pito con Bachelet”

La directora ejecutiva de la Fundación Daya, Ana María Gazmuri, concedió una distendida entrevista al sitio Pousta, ocasión en la que habló de su primera experiencia con la marihuana, las trabas que ha sufrido en el Congreso el proyecto de Ley de despenalización del autocultivo y también sobre quién sería el político con el que se sentaría derechamente a fumarse uno. Tras escoger a la Mandataria, explicó que optaría por ella "porque ha sido tan difícil llegar a ella con este tema" del avance del proyecto, que sería una buena oportunidad para aclarar ciertas dudas y advertir sobre la verdadera importancia que posee el hecho de que esta iniciativa se apruebe pero de la manera originalmente pensada, y no así el actual proyecto que ha sido ultra manoseado en el Congreso.

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La directora ejecutiva de la Fundación Daya, Ana María Gazmuri, concedió una distendida entrevista al sitio Pousta, ocasión en la que habló de su primera experiencia con la marihuana, las trabas que ha sufrido en el Congreso el proyecto de Ley de despenalización del autocultivo y también sobre quién sería el político con el que se sentaría derechamente a fumarse uno.

Sobre esto último, aseguró sin pelos en la lengua que “me fumaría un pito con la Presidenta Bachelet”.

Explicó que optaría por ella “porque ha sido tan difícil llegar a ella con este tema” del avance del proyecto, que sería una buena oportunidad para aclarar ciertas dudas y advertir sobre la verdadera importancia que posee el hecho de que esta iniciativa se apruebe pero de la manera originalmente pensada, y no así el actual proyecto que ha sido ultra manoseado en el Congreso.

Sobre el proyecto, soltó que “está en una etapa bastante estancada, sobre todo después de lo ocurrido en el verano. Por una mayoría circunstancial de la oposición se aprobaron ciertas indicaciones que la transformaron en un engendro jurídico, con indicaciones que van totalmente en contra de lo que es el espíritu del proyecto, sumado a modificaciones anteriores.

La idea tal cual está, aseguró, “no cuenta con nuestro respaldo porque sentimos que ya se alejó demasiado de las propuestas posibles a considerar y que se ajusten a las necesidades de la ciudadanía. Cuando pensamos en una Ley tenemos que entenderla como una que cumple el objetivo, que es proteger los derechos ciudadanos y cautelar aquellas acciones que están reñidas con esos derechos ciudadanos”.

Precisó al respecto que ahora “eliminaron el porte, ya no puedes portar ¿Entonces, qué? Hoy el porte es una falta, ni siquiera es un delito. La Comisión de Salud propuso seis plantas, el ejecutivo retrucó con una, y vemos que no hay voluntad de salir de ahí ¿Qué decimos nosotros? Si aceptáramos que se apruebe una planta, incluso entendiendo que esa planta sea dentro del ámbito del ejercicio del hecho, y que el resto habría que entrar en consideración, crear una norma que va a ser vulnerada inmediatamente por toda la ciudadanía que quiere ejercer este derecho no tiene ningún sentido. Es un absurdo. Si se aprobara la ley como está hoy en día, implicaría una mayor criminalización de los usuarios que con la actual ley”.

“No sucede solo en Chile, sino que es un fenómeno mundial, que las farmacéuticas han financiado campañas en contra de la despenalización al igual que la industria del alcohol y el tabaco y acá en Chile el lobby del tabaco es un lobby muy fuerte. Hay farmacéuticas que trabajan con cannabis medicinal, que sus productos son en base a cannabis, y están financiando campañas antilegalización”, recalcó.

En este punto destacó que “ojo, cuando la gente comienza a incorporar el cannabis empieza a hacer una suplantación de otras sustancias más dañinas, la gente deja de tomar alcohol, o baja su consumo de alcohol. Imagínate el caso de un niño con epilepsia, pacientes que pueden gastar mensualmente entre 500 y 700 mil pesos, de repente pueden tratarse por 35 mil mensuales, ahí evidentemente estás afectando intereses”.

Al ser consultada por la propuesta de la Fundación Daya, detalló que “es que se trabaje de nuevo en un proyecto de ley serio, a partir de cero, o atengámonos a la letra de la Ley 20 mil ¿Qué dice la Ley 20 mil? El autocultivo para uso personal, próximo y exclusivo en el tiempo, está permitido al igual que el uso medicinal. Eso dice la actual ley, incluso tiene espacio para los cultivos comunitarios. Tenemos que lograr ir avanzando en ese sentido.

A su vez, aplaudió el cambio en la opinión pública respecto a la marihuana desde que funciona la fundación que encabeza: Ha habido un cambio radical, es cosa de salir a preguntarle a la gente qué piensa cuando le dices cannabis y responden medicina y salud. Cuando voy a los matinales y digo que fumo marihuana con mis hijos los domingos después de almuerzo, eso transforma”.

“Me llena de emoción, también desde la emoción de constatar que no necesitamos ni ser poderosos ni grandes científicos o estadistas, nos basta con ser ciudadanos conscientes empoderados, con ganas y decisión y que con mucho coraje se puede hacer un buen trabajo. En los próximos meses sabremos los resultados de nuestro estudio de cannabis medicinal en pacientes con cáncer. Por otra parte nos vamos a pegar un salto a construir el primer gran Centro de Salud y Bienestar Daya. De las tres consultas que tenemos ahora vamos a pasar a tener 10”, cerró.

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