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Opinión

14 de Mayo de 2017

Exministro de Justicia criticó “apresurados juicios” de Bachelet y ministra Sernam en favor del fallo del caso Nabila

El exministro de la administración Piñera dice que en el caso de Nabila Rifo, la prudencia de las autoridades políticas debe ser mayor porque el fallo todavía puede ser cuestionado a través de un recurso de nulidad o solo solicitando una nueva sentencia de reemplazo.

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16 de diciembre de 2012/SANTIAGO
Teodoro Ribera, durante el anuncio de su renuncia como ministro de justicia, realizado en el patio de Los Naranjos, del Palacio de La Moneda.
FOTO: SEBASTIAN RODRIGUEZ/AGENCIAUNO

En una polémica columna de opinión publicada hoy por el diario El Mercurio, el exministro de Justicia del gobierno de Sebastián Piñera y rector de la Universidad Autónoma de Chile, Teodoro Ribera, criticó el actuar de algunas autoridades como la misma Presidenta Michelle Bachelet haciendo una metáfora sobre el linchamiento con la condena del caso de femicidio frustrado contra Nabila Rifo.

Ribera partió señalando que el juez del Estado de Virginia del siglo XVIII, Charles Lynch, “jamás imaginó que su peculiar forma de hacer justicia a la rápida, sin debido proceso, para darle el gusto a la multitud, terminaría asumiendo su apellido y menos que lo haría de forma peyorativa: según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, ‘linchamiento’ significa ejecutar a un sospechoso o reo sin proceso y tumultuariamente”.

Según el rector, en la actualidad esta práctica es más usual de lo que se cree “pues la expresión de opinión sin responsabilizarse de su contenido permite que los usuarios de las redes sociales asuman el rol del juez respecto de un tercero, sin informarse adecuadamente ni respetar sus derechos humanos”.

Pero Ribera además sostiene que la situación condenable es aún más grave en opiniones “a la rápida” que pueden emitir las autoridades sobre procesos judiciales inconclusos. “Este es el caso del juicio destinado a establecer las responsabilidades en la deleznable agresión que sufrió Nabila Rifo y que el Tribunal Oral en lo Penal ha fallado en forma dividida (dos a favor y uno en contra), encontrando culpable a Mauricio Ortega. Que este juicio penal se transmitiera por las redes ha transformado, en los hechos, a las personas también en jueces legos, esto es, sin formación jurídica, de lo que ahí se ha debatido”, sostiene el jurista.

Según el abogado, las autoridades políticas “han sentado la tesis de que los fallos no deben ser comentados para no influir en los jueces y garantizar de mejor manera la independencia del Poder Judicial. Esta tesis es plenamente aplicable a las sentencias que admiten todavía recursos para ser modificadas, como es el caso Nabila Rifo, pero es más cuestionable ante fallos que están firmes, pues el Poder Judicial no puede estar exento de la observación y de la crítica”.

De hecho, en su comentario alude directamente a la Presidenta de la República y la ministra de la Mujer criticándolas por haber emitido “apresurados juicios perentorios en favor del fallo en este terrible caso, pues de una u otra manera, esta opinión puede constituir una intromisión en la labor jurisdiccional de los jueces y una presión hacia el Poder Judicial. Si la tesis es que los fallos no se comentan, entonces son todos los fallos, no solo los que no gustan”.

El exministro de la adminsitración Piñera dice que en el caso de Nabila Rifo, la prudencia de las autoridades políticas debe ser mayor porque el fallo todavía puede ser cuestionado a través de un recurso de nulidad o solo solicitando una nueva sentencia de reemplazo.

“Más compleja es la situación si tenemos presente que el voto de minoría está fundado no en la decisión de dicho magistrado de imponer una pena menor a Mauricio Ortega, sino que se funda en que lo considera no culpable y es partidario de su absolución”, dice.

Finalmente, el rector de la Universidad Autónoma señala que “la complejidad de hacer justicia respetando también los derechos de los imputados y las garantías procesales que la Constitución asegura contraviene la demanda ciudadana por sanciones duras y prontas. Quizás en todos nosotros existe un Charles Lynch, el juez del Estado de Virginia”.

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