Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Opinión

21 de Noviembre de 2017

Ex directora regional del Sename Los Lagos y el rechazo al transplante de la red de Salud UC: “Si son tan pro vida por qué no se preocuparon de Daniela”

La red de salud de la UC negó el año 2015 el ingreso de Daniela Vargas, una menor del Sename, a la lista de donantes nacional argumentando que, debido al nivel de precariedad de la joven no era factible su operación, a pesar de contar con el apoyo total del Servicio Nacional de Menores y su familia de acogida, para cuidarla y acompañarla en su proceso post operatorio. Pamela Soto fue directora del Sename en ese tiempo y relata como el equipo evaluador discriminó a Daniela por sus orígenes precarios.

Claudio Pizarro y Wladimir Salcedo
Claudio Pizarro y Wladimir Salcedo
Por

Daniela estaba siendo atendida bajo el programa especializado de familias de acogida en Chiloé por instrucción del tribunal. Mientras estaba con ellos comenzó a dar señales físicas de un deterioro y un desgaste anormal. Después de eso se hicieron todas las atenciones habidas y por haber. La Dani fue al doctor, después se comenzó a agravar y finalmente fue trasladada al hospital de Puerto Montt. Allí se hicieron todas las evaluaciones y se vio que era una falla en todo su sistema, lo que implicaría realizar un trasplante.

Se trataba de una malformación congénita cardíaca, pero en ese instante aún no teníamos la información tan precisa de qué era lo que se requería, porque además teníamos que tener una evaluación del nivel de avance de la enfermedad para poder optar a la lista de espera en el trasplante. Nosotros hicimos todo este tema desde la región y lo enviamos al Sename de la dirección nacional, donde existe una unidad de salud y ella es quien hace los trámites para que se pueda realizar esta evaluación en Santiago. Finalmente, la niña fue trasladada en un avión ambulancia, le hicieron la evaluación, y luego llegó la respuesta de que no sería factible el trasplante, dado su nivel de precariedad social, familiar y personal.

Desconozco si dentro del equipo evaluador de la UC, que le dio la negativa a Daniela, tienen duplas psicosociales o alguna dupla multidisciplinaria que logre ver a un ser humano desde la integridad, no solo desde una deficiencia cardíaca o desde una enfermedad. Lo que nosotros solicitamos es que se haga una evaluación mucho más integral, donde se pueda identificar el entorno de la familia. Estamos hablando de vidas humanas. Las personas deben tener al menos el derecho a la igualdad de oportunidades, eso es a lo que nosotros apelábamos, una mirada mucho más integral y con instrumentos concretos.

Pero la respuesta fue macabra, inhumana. Que te digan que porque no tenía una familia que se pudiera hacer cargo, o que no poseía sustento económico y emocional, la niña no iba a resistir un órgano nuevo, nos pareció una discriminación brutal. ¿Bajo qué parámetros decidieron esto? ¿Qué evaluaciones hicieron? Nosotros dijimos como Sename que podíamos hacernos cargo, pero nos dijeron que era insuficiente. Nunca llegó un equipo técnico a evaluar los niveles económicos o los estándares psicológicos y emocionales de la familia. Nunca alguien evaluó cuáles iban a ser las protecciones postoperatorias. Simplemente es una lavada de manos del equipo de la UC, una forma barata de tratar de salir por arriba. Si son tan pro vida por qué no se preocuparon también de la vida de Daniela.

La UC y su rector son tan pro vida que cuando estaban analizando el tema del aborto en tres causales, perfectamente pudieron meterse y presentar recursos y observaciones. Ahora, ¿por qué no salieron también en defensa de Daniela? Por qué era pobre y no tenía familia, era isleña y más encima del Sename. Si ellos son pro vida, que lo demuestren.

Hoy día ya no estoy en el Sename, sin embargo, quedé con una férrea militancia por los derechos de los niños y las niñas adolescentes. La principal forma de lucha que nosotros debemos tener es precisamente por los niños y sus familias, sea cual sea su constitución familiar. Y podemos hacer eso precisamente a través de la protección del Estado, a través de todas sus entidades, no solo del Sename.

Me parece bien comenzar un debate en todo lo que tiene que ver con temas de trasplantes y, más aún, si eso lo cruzamos con infancia y vulnerabilidad. Hay harto que conversar y hay hartos grupos que pueden opinar, no tan solo de salud y justicia. Es un tema que además debemos avanzar como país.

El Ministerio Público plantea abiertamente que ellos van a perseguir cada uno de los delitos que involucren a los niños, cuando en realidad este es un problema que tenemos que abordar como Estado, no buscar un culpable en sí mismo y darle rienda suelta a las negligencias de cada uno de los estamentos. El ministerio de Salud a su vez debe preocuparse de todos los temas de salud de la infancia y o salir diciendo después ‘nosotros teníamos mucho que ver’. Por supuesto que tenían mucho que ver. También tiene que ver el ministerio de Educación. Para que un niño llegue a ser delincuente tiene que haber dejado a lo menos tres o cuatro años el colegio, y el principal observador de aquello es el ministerio, pues es al colegio donde los niños llegan abusados o golpeados y ellos son los que deben dar las alertas temprano.

Tanto el Ministerio Público, como el de salud, educación, los tribunales de justicia y el Sename son quienes deberían trabajar en forma mancomunada para que estos tipos de cuestiones no vuelvan a pasar. Esto va mucho más allá de los egos personales, mucho más allá de ser los defensores mundiales de una cierta situación, yo creo que deberían lograr finalmente bajarse del ego y, en lo posible, tratar de trabajar como Estado en función de los derechos de los niños.

Cuando nosotros planteamos los problemas que teníamos, no se hizo eco y dejaron simplemente que el Sename se las arreglara como pudiera. Yo lo que puedo decir, que de hecho lo he escuchado también en los medios de comunicación, es que esta ha sido una de las acciones en que el Sename efectivamente hizo su pega, como la teníamos que haber hecho, y estoy orgullosa de eso, pero también quiero hacer un llamado. La Daniela ya está descansando y todos estamos en el fondo con ella, pero qué pasa con su madre o su hermana. ¿Quién se ha preocupado, quién ha mirado eso también? ¿Han visto eso a nivel macro? ¿Qué pasa con el sufrimiento cotidiano que tuvo esa madre, la hermana, las tías de Daniela en su momento? Cuando nosotros íbamos todos los días a verla al hospital, tratando de contenerlas, sabiendo que su hija estaba condenada a muerte.

Si hay algo que conocí en el Sename es el abandono y el desamor, y esa es una de las peores formas de pobreza y de castigo hacia los niños que más encima son pobres, rurales, isleños, mapuches y, además, pertenecen al Sename. Nosotros decimos ser un país de la OCDE, un país en desarrollo con no sé cuánta plata per cápita, y cuando empezamos a levantar la alfombra nos damos cuenta de que estamos a años luz de eso porque estamos en un Chile desigual, que no es justo para todos y que, a lo mejor, vamos a verlo más dividido con las frustraciones de los niños que han sido injustamente tratados.

Falta mirarnos como país y ver qué hemos hecho por nuestros niños. Hoy día seguimos buscando quién tiene la culpa, o a quién podemos crucificar, para expiar las culpas de los otros servicios, pero nos olvidamos de que el principal objetivo son los derechos de los niños y niñas. Si tenemos niños felices, vamos a tener también adultos felices y no vamos a tener estos tremendos niveles de convulsión social, de rechazo al sistema, de delincuencia y de infractores de ley. Es el Estado a través de toda su gente, el poder ejecutivo, legislativo y judicial, quién debe proteger la infancia, no porque hoy día aparezca un persecutor o un fiscal que quiere hacer justicia porque cree que es necesario. Sí, por supuesto que es necesario, pero no solo para hacer justicia por Daniela, sino que se debió haber hecho mucho tiempo atrás y en todos los casos que ocurran.

Notas relacionadas