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Nacional

15 de Mayo de 2018

Empresario español está en negociaciones con Canal 13, Mega y TVN: Raúl Berdonés, el resistido magnate tras el grupo Secuoya

La historia del fundador del grupo Secuoya tuvo de todo: comenzó a los 13 como tramoya en un modesto canal de Granada, a los 19 ganó un premio de lotería y hoy está por inaugurar un enorme búnker televisivo de dos mil metros cuadrados en España. Con éxitos, fracasos y más de algún enemigo en el camino, Raúl Berdonés desembarcó en Chile con el mismo propósito que lo ha llevado a instalarse en 30 países: reformular la industria televisiva.

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La noche del 22 de diciembre de 1997, el Teatro Real de Madrid estaba repleto hasta la última butaca. Por primera vez en décadas, el lugar iba a ser la sede de la Lotería de Navidad, el premio de azar más tradicional de España. Esa noche, el premio mayor era de 300 millones de pesetas. Unos $1.342.000.000 pesos chilenos del día de hoy.

Según relata la prensa de la época, el “gordo” cayó en los primeros minutos del sorteo. Un joven productor de cámara, quien se encontraba asesorando la transmisión en vivo de Antena 3, gritó al escuchar los números que su padre había repartido entre sus hijos para que jugaran.

Raúl Berdonés, quien había dejado su hogar y la escuela secundaria para buscar una carrera televisiva en Madrid, había recibido el primer gran espaldarazo en pos de concretar el sueño de su vida.

A los 19 años, el joven asistente de cámara se había vuelto millonario.

Aterrizaje chileno

Raúl Berdonés Montoya nació en 1978 en Granda, España. Con 30 años, fundó su grupo de comunicación, Secuoya, una empresa que comenzó como productora de contenidos y que actualmente posee dos canales de televisión abierta en España, presencia en 30 países y que cuenta entre sus clientes a las cadenas de televisión Disney Channel y MTV.

Aunque en nuestro país asumió notoriedad pública recién en abril pasado, Berdonés ya había iniciado un desembarco silencioso en la industria chilena. En 2015, el empresario firmó un acuerdo con Juan de Dios Larraín, hermano de Pablo, para la formación de Fábula TV, la “patita” televisiva de la productora cinematográfica. La sociedad estuvo detrás de la segunda temporada de Prófugos (HBO), además del docu-reality emitido por TVN, “La Vega”.

Desde 2016, la empresa española se propuso explorar el mercado audiovisual chileno, en busca de explotar otros mercados, “como son los servicios audiovisuales y externalización de servicios”. En abril de este año, los rumores de despidos a raíz de un acuerdo entre la plana ejecutiva de Canal 13 y Secuoya comenzó a rondar el edificio de Inés Matte Urrejola.

Las intenciones entre las compañías salieron a la luz pública casi por accidente, cuando trabajadores de Canal 13 se dieron cuenta que la empresa española había publicado avisos de trabajo para periodistas, peluqueros, camarógrafos y maquilladores, entre otros. Poco antes que explotara el conflicto, la recientemente creada cuenta de Secuoya Chile publicó un tweet que pasó casi inadvertido. “Secuoya, uno de los grupos de contenidos y servicios de producción de habla hispana más grande del mundo, llega a Chile para ofrecer a los canales de televisión y productoras todas sus áreas: Servicios de operación y externalización de funciones, Digital y Contenidos”.

Éxitos y fracasos del “niño prodigio”

En 2016, un ya millonario Berdonés anunció la creación de su primer canal de televisión en España, TEN. El empresario, quien ya era nombrado como el “niño prodigio” de la televisión y había recibido premios por su trayectoria, adelantaba que la mayor programación de su canal iban a ser “realities que ya han triunfado en cadenas extranjeras”. “Una televisión que no tendrá ningún tipo de línea editorial, programa informativo o de debate”, anunciaba en medios españoles, dando luces de cómo perfilaría su negocio.

A sólo un año de su entrada en funcionamiento, TEN tuvo que cambiar de estrategia. Ubicada en los últimos lugares de sintonía, cambió el 90% de su parrilla por producción propia -debiendo inyectar cinco millones de euros- y la que a poco andar terminó siendo cancelada por bajo interés publicitario.

En conferencia de prensa, Berdonés reconocía la derrota. “Fuimos un grupo un poco ingenuo, quizás muy ilusionado en este nuevo proyecto”. Además de la crisis en TEN y de la instalación de la compañía en Perú y Colombia, Berdonés está ocupado ultimando los detalles de la “Ciudad de la Tele”, un enorme complejo de 20.000 metros cuadrados donde la plana ejecutiva de Secuoya convivirá con enormes platós de 1.200 metros cuadrados cada uno. El sueño de Berdonés, según reconoce, es aglutinar “todos los procesos de la producción televisiva en un solo lugar”.

Para Cristina Bermejo, representante de trabajadores de la Comunicación de la Federación de Servicios a la Ciudadanía en España, el “constante cambio de accionariado y compra-venta de empresas”, por parte del Grupo Secuoya, “hace difícil para, según nuestra legislación laboral, tener delegados sindicales en ellas”.

—Lo que conocemos de Secuoya no es muy positivo. Son uno de los grupos de comunicación que peores condiciones laborales tiene para sus empleados—, reconoce Bermejo.

En Chile, los temores respecto a la labor de Secuoya en otros países y los despidos masivos en Canal 13 crecieron al punto que el director ejecutivo, Javier Urrutia, tuvo que salir a confirmar la noticia. “Hacer un medio viable, nos exige medidas más duras; también más dolorosas”, escribió en un correo a los trabajadores de la estación, donde además les ofrecía medidas para indemnizar a quienes no seguirían en el canal. Tanta fue la presión que el dueño del canal, Androniko Luksic, tuvo que salir a responder a través de twitter ante los rumores de despido.

El día 25 de abril, el usuario @afoid increpó al dueño del Canal y lo invitó, en bueno chileno, a “no hacerse el huevón”. El empresario le respondió que Canal 13 había perdido “52 mil millones de pesos”. “Lo que la administración está haciendo hoy -agregó- es tomar todas las medidas, por dolorosas que sean, para intentar hacer viable el canal”.

—No me cabe duda de lo que están haciendo en el 13 es la incursión de un modelo de precarización de la industria televisiva— opina hoy Iván Mezzano, presidente del sindicato de Canal 13.

En España, Perú y Colombia, la empresa de Berdonés ha facturado millones, principalmente vía externalización de servicios televisivos, ofreciéndole a estaciones hacerse cargo de la producción de programas y arrendando a otras productoras los platós “con bajo nivel de utilización”. En diversas entrevistas, Berdonés defendía el modus
operandi como la “transformación de la industria”.

Con noticias de que directores ejecutivos de otros canales –TVN, Mega y Chilevisión- se han reunido con representantes de Secuoya en Chile, grupos de trabajadores temen sobre el futuro laboral que se les viene.

— A nuestro juicio, al despedir trabajadores para ser recontratados en la misma función, pero sin los beneficios de un contrato colectivo, en rigor están produciendo simulaciones de contratos—, reflexiona Juan Cardemil, presidente del sindicato n° 2 de TVN.

Iván Mezzano cita una entrevista de Berdonés en La Segunda, donde el empresario señaló que Secuoya esperaba contar “a fin de año con 500 trabajadores”.

Trabajadores que, en opinión de Mezzano, “provendrán de los mismos medios de comunicación. Su operación se trata de absorber todo lo que significa el recurso técnico, humano y venderlo como servicio. Y ese modelo se va a replicar, porque al final, la competencia obligará a todos los medios locales a hacer lo mismo”, finaliza.

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