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Nacional

19 de Julio de 2018

La historia tras el accidente fatal en la fiesta del CentroParque

Cayó tres pisos para luego colisionar contra el piso del estacionamiento del Centro Parque, centro de eventos donde la fiesta no cesó mientras el joven agonizaba. Benjamín Ventura era Jefe de Ventas de la CCU y estaba en plena celebración de su cumpleaños número 27, en el Parque Araucano. Sus padres lo vieron fallecer.

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Benjamín Andrés Ventura Guevara (27), o el “Becho”, como lo apodaban sus amigos, se encontraba celebrando su cumpleaños número veintisiete, el pasado 16 de julio, en “Nikkita Arts & Music Sunday Funday”, una de las masivas fiestas organizadas por la productora Nikkita, en pleno Parque Araucano, Las Condes. A eso de las dos de la madrugada decidió deslizarse por la baranda de una de las escaleras mecánicas ubicadas en el piso -1 del lugar, llegando al final de ésta para luego perder el equilibrio y caer cuatro pisos, hasta detenerse en el -5, donde funciona el estacionamiento de vehículos. No fue ese su último respiro.

Tendido el cuerpo sobre el pavimento, con sus brazos abiertos, pupilas dilatadas y rodeado de sangre por la hemorragia que provocó la caída, según confirma una de las reanimadoras, Ventura se mantenía aún consciente, pero con algunas dificultades respiratorias. Sus amigos acudieron entre gritos a socorrerlo e inmediatamente fueron detenidos por el equipo de seguridad a cargo del recinto. El sector del accidente fue aislado con mallas y biombos cortavista, decisión que para los asistentes de la fiesta fue completamente insuficiente, puesto que aún se podía divisar el cuerpo de Benjamín desde algunos puntos.

Uno de los relatos más viralizados en las redes sociales describe los enfrentamientos entre los jóvenes y uno de los guardias del equipo de seguridad: “Le explicamos a gritos que podía morir, que obvio que estaba grave, que era evidente la otorragia y compromiso de conciencia. Ya no tenía pulso. Lo empujamos y con desconocidos hicimos equipo, lo reanimamos por 40 minutos”.

La estruendosa música electrónica nunca cesó en la cúpula de Centro Parque y cientos de jóvenes continuaban ingresando al recinto, luego de cancelar un valor de $18000 por persona. El pulso de Ventura se hacía cada vez más intermitente y los forcejeos entre sus amigos y los guardias de seguridad se intensificaron. Tras unos minutos, los jóvenes lograron acercarse al “Becho”, mientras algunos asistentes, entre ellos paramédicos y enfermeras, comenzaron a realizar maniobras de reanimación. Entonces comenzaban las llamadas a los centros de emergencia más cercanos.

Fanático de la “U”, Benjamín soñaba con algún día ser un gran futbolista, y así lo demostró durante su vida, participando en las pichangas del recreo, la selección del Estadio Israelita y “La Elite”, equipo amateur que compartía con sus amigos en Huechuraba, incluso llegando a convertirse en refuerzo de las juveniles de la Universidad de Chile. “Venturri”, lo llamaban sus amigos del Colegio Padre Hurtado y Juanita de Los Andes. Algunos de ellos lo acompañaban al momento de su muerte.

En los siguientes cuarenta minutos los paros respiratorios se hicieron más frecuentes. La reanimación no dio resultado y la falta de un equipo adecuado para salvar la vida del Jefe de Ventas de la compañía de bebestibles CCU, dificultaba el proceso. El Relacionador Público de la productora se encargaba de contar los intervalos de tiempo entre cada maniobra de reanimación realizada por los paramédicos, quienes se turnaban para asistir al joven.

Tres de la madrugada. Miles de jóvenes bailaban al ritmo de los mejores dj’s, entre estupefacientes y alcohol, sintiendo el calor juvenil recorrer su cuerpo, mientras en el subterráneo todo parecía frío. Alertados por uno de sus amigos, Paulina Guevara (46) e Isaac Ventura (51) se trasladaron desde su hogar, hasta Centro Parque alertados del accidente. Allí, se enfrentarían a una de las más crueles pesadillas: ver morir a unos de sus hijos.

“Nos dejaron seguir hueviando ahí cuando sus papás estaban llorando la pérdida de su hijo de una forma tan terrible”, declaró una de las asistentes a la fiesta, tras enterarse del fatal acontecimiento y en respuesta al actuar de la productora.

La Clínica Alemana, que se encuentra a tan sólo cinco minutos del recinto, acudió luego de que el llamado de origen se hiciera desde un lugar donde la señal lo permitía. Entonces, tras sortear los problemas de acceso al recinto, tal como consta en los registros, atendió al accidentado.

El SAMU más cercano apareció cuarenta minutos después, y Carabineros diez minutos después de que el equipo de paramédicos intentara salvarle la vida a Ventura, afirmó una de las asistentes e instructora de reanimación que asistió al joven cumpleañero. A las 02:56, el “Becho” respiró por última vez, frente a sus familiares y amigos. Frente a un equipo de completos extraños que intentaron incesantemente mantenerlo con vida, pese a los ineficientes recursos de los equipos de ambulancia.

El cuerpo se mantuvo en el subterráneo del edificio por las siguientes dos horas, custodiado por Carabineros, ante las miradas curiosas de aquellos que se retiraban de la fiesta, envueltos en adrenalina y algunas copas de más. Un día después el cuerpo de Ventura era velado en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Las Condes, para luego dirigirse al cementerio Parque Santiago, Huechuraba.

“Benja, esperamos que tu vida resulte tal y como la planees, y que el asiento que te ha reservado tu padre no se olvide antes de que tú lo ocupes. Te queremos, Benjita”, escribieron hace casi diez años sus compañeros de colegio en su anuario. Hoy se despiden de él.

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