Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Emporio

24 de Septiembre de 2019

Columna de Raúl Camargo, director del Festival Internacional de Cine de Valdivia

Hace 80 años llegaba a Chile el historiador Leopoldo Castedo. Venía en un barco, gracias a una política de Estado encabezada por el poeta Pablo Neruda, que trajo a nuestro país a 2.200 refugiados españoles. En crónicas posteriores, Castedo resalta que “a la semana de estar en Chile me sentía como en mi tierra; encontré […]

Raúl Camargo
Raúl Camargo
Por

Hace 80 años llegaba a Chile el historiador Leopoldo Castedo. Venía en un barco, gracias a una política de Estado encabezada por el poeta Pablo Neruda, que trajo a nuestro país a 2.200 refugiados españoles. En crónicas posteriores, Castedo resalta que “a la semana de estar en Chile me sentía como en mi tierra; encontré aquí aquellas virtudes perdidas en Europa: la tolerancia, el diálogo y la buena convivencia humana”. Luego de vivir la gesta del Winnipeg, Castedo sería testigo del terremoto más grande en la historia de la humanidad, el de 1960, e inmediatamente después, como si no hubiese sido suficiente, de la epopeya del Riñihue, cuando los esfuerzos mancomunados de hombres y mujeres evitaron la inminente desaparición de Valdivia, en una hazaña sin precedentes que quedó registrada en su documental La Respuesta (1961). Así, gracias a la visión de un poeta y el apoyo del Estado, un inmigrante dejaría huella profunda en la historia nacional e inmortalizaría el temple, el trabajo solidario y el coraje de los habitantes de nuestra actual Región de los Ríos.

Nuestro país tiene una condición telúrica inherente que cada uno de nosotros lleva en su sangre. Pero ante los lamentables hechos que están aconteciendo en América Latina y en el mundo –donde el avance de la intolerancia ya es más que una amenaza– es fundamental señalar de forma categórica que esa sangre es a su vez producto de una serie de cruces y que la riqueza de cada persona está precisamente en esa variedad y no en una mal entendida idea de pureza.

¿Qué tan lejos estamos de aquella nación donde un poeta lideró el desembarco de miles de personas para acogerlas pues su bienestar se veía amenazado en su propia tierra?

El arte es político y el cine también es un arte colectivo que se sustenta en el trabajo solidario en equipo. El propio cine chileno es la historia de inmigrantes que llegaron al país a enseñarnos las maravillas de este nuevo y mágico invento capaz de crear mundos y registrar realidades. Por lo mismo, depende del diálogo, de la tolerancia y la convivencia, todas aquellas virtudes que don Leopoldo encontró en nuestro país y que se expresan de forma tan palpable en su documental La Respuesta. La película también nos enseña que la naturaleza siempre busca recuperar su cauce y no aprender de ello es estar condenados a desaparecer, lección que en los actuales tiempos de emergencia climática se vuelve urgente. Por lo mismo, y con ese nombre, hemos creado para la edición 2019 del Festival Internacional de Cine de Valdivia una nueva sección que reflexiona sobre como el actual sistema económico no solo está depredando nuestro planeta, sino que lo está llevando a su extinción.

Este 26º FICValdivia es por ende una especial invitación a aprender y, a la vez, a actuar a partir de las miradas de cineastas extranjeros y chilenos que compartirán junto a nosotros la fundamental necesidad de cambiar hoy nuestro mundo. ¿Cómo? En La Respuesta está la respuesta.

https://www.youtube.com/watch?v=6FicH3lJmsk

Temas relevantes

#cine#FIC26#Raúl Camargo

Notas relacionadas