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26 de Septiembre de 2019

Nuevo capítulo de Las Raras Podcast: La historia del fotógrafo que vive y viaja en su cámara de fotos

Fernando Aceña es un fotógrafo que vive en su cámara de fotos. Con sus propias manos construyó una casa rodante maravillosa que además es una cámara obscura. En ella viaja, toma y revela sus fotos, y le hace talleres de fotografía a los niños de los lugares que visita. Fernando es un artista que vive en busca de lo esencial.

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Por Catalina May.

Ilustración: Soledad Águila 

Habíamos escuchado el mito que dice que existe un fotógrafo misterioso que viaja por Chile en una casa rodante que, además, es una cámara de fotos gigante. No entendíamos muy bien el asunto, pero queríamos saber más. Pasamos meses rastreando su rumbo, hasta que logramos dar con él. Un contacto nos dijo que lo habían visto en el sur, recorriendo caminos rurales en su casa móvil, tomando fotos de lagos y volcanes, y haciendo clases de fotografía análoga a los niños de sectores aislados.

En abril de este año partimos hacia el sur en su búsqueda. Lo encontramos instalado a la orilla del lago Villarrica, feliz, haciendo su vida a otro ritmo, medio fuera del mundo. Nos recibió con una gran sonrisa, tomando café y fumando tabaco. Apenas entramos en su casa rodante quedamos maravillados. Era como estar en una película de Wes Anderson, o Miyazaki, ¡o Pixar! Una verdadera belleza. Un mundo en sí mismo que el fotógrafo construyó con sus propias manos y que no solo es su casa y su cámara de fotos, sino que también se transforma en un espacio público que él llama Museo interactivo de la luz.

Fernando Aceña (43) nació en Soria, España, en una familia que amaba las chatarras y las tuercas. Se suponía que cuando creciera debía trabajar en el taller mecánico familiar, pero él tenía otros planes. Cuando terminó el colegio dejó su pueblo, que era muy conservador y católico, y se fue solo a Barcelona a estudiar fotografía en la Escuela de Artes Josep Serra i Abella. 

Allí conoció a una amiga chilena, Carolina Vásquez, y el año 2000 vino a visitarla a Valparaíso. Terminaron formando juntos una escuela de fotografía de culto en esa ciudad, que se llama Cámara Lúcida y existe hasta el día de hoy. Pero a pesar de que amaba su trabajo,  después de más de una década dedicado a la pedagogía, Fernando quiso probar otra forma de hacer las cosas. Dejó Valparaíso y la escuela, y decidió que quería viajar. Se embarcó entonces en la construcción de una casa rodante que tenía que cumplir diferentes roles: ser su hogar, su estudio fotográfico y permitirle seguir educando. Todo en uno.

Por supuesto, algo con esas características no existía. Así que decidió crearlo él mismo. Tenía la experiencia del trabajo en el taller mecánico de su familia en España. Compró solo un chasis y dos vigas. Todo lo demás lo hizo él. Armó un espacio pequeño, de dos por tres metros, en el que todo es modular, eficiente y multiuso. Utilizó principalmente materiales nobles como madera y lana de oveja, con la que rellenó las paredes porque sirve como aislante. En el techo instaló un panel solar que es su fuente de energía. Se demoró tres años en perfeccionar el diseño, que es realmente único, hermoso y ultra eficiente.

Cuando estuvo listo, en 2015, empezó su viaje. Ya ha recorrido el norte de Chile, parte de Perú y ahora va hacia el sur. Se mueve lento, sin grandes metas. Va acompañado por su perro Yagán, un quiltro rubio que adoptó cuando estaba construyendo la casa móvil. Hace clases de fotografía análoga en los colegios de los lugares que visita, vende las maravillosas fotos que hace con emulsiones artesanales sobre papel de algodón, y muestra su museo itinerante en plazas y miradores.

Cuando lo encontramos a la orilla del lago Villarrica le pedimos que por favor nos dejara viajar con él y tomar una foto con su casa-cámara fotográfica gigante. Él aceptó. Los invitamos a ustedes a hacer ese viaje con nosotros. Podrán entender cómo funciona esta alucinante casa-cámara-museo-taller, y conocerán los motivos de Fernando para mantener este estilo de vida. Esta es la historia de un artista en busca de lo esencial. Y es también un desafío que nos invita a evaluar nuestras vidas.

Pueden escuchar la #HistoriadeLibertad “En la cámara” en lasraraspodcast.com, en las principales reproductoras de podcast o simplemente escaneando el código que está en esta página. 

Esto es Las Raras, historias de libertad.

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