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Actualidad

14 de Octubre de 2019

Felipe Osiadacz, chileno condenado en Malasia: “Le rogaba al universo que me llevara durante el sueño”

Captura | T13

El joven contó su experiencia al interior de la cárcel en el país asiático. "No sé cómo hice para no volverme loco", aseguró.

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Rompió el silencio. Felipe Osiadacz, uno de los chilenos condenados en Malasia por el homicidio de una persona, conversó con T13. Señaló que en ese país “es común que las personas del comercio sexual intimiden a los extranjeros”.

También, contó su versión de la historia. Al encontrarse con Yusaini Bin Ishak, él y Fernando Candia (el otro chileno condenado) quisieron ingresar al hotel y fueron al ascensor.

El joven aseguró: “Cuando las puertas se estaban cerrando, viene esta persona y bloquea las puertas para que no podamos subir (a la habitación); ahí se pone más agresiva, nos tira un objeto contundente, trata de tirarnos un florero, lo paramos y lo trato de sostener en el piso, y me acuerdo que se movía y se movía; le pido a mi amigo que me ayude a sostenerlo, estamos unos minutos sosteniéndolo hasta que llega la policía“.

Nunca se me pasó por la mente que la persona podría llegar a estar muerta, si nunca quisiste hacer nada malo, y al final se terminó transformando en una tremenda pesadilla. Nunca obré pensando hacerle daño a alguien. Voy a tener que vivir con eso el resto de mi vida”, añadió.

Según Osiadacz, la policía les comentó que no se preocuparan, que iban a estar unos cuatro días bajo investigación y después serían libres. Sin embargo, cuando estaban en la cárcel, “los gendarmes en los calabozos nos decían ‘ustedes vienen a mi país a matar gente, se van a ir a la horca’, y nos hacían gestos de la horca”, afirmó.

El chileno relató también que los primeros seis meses fueron “aterradores”. Según él, la “insalubridad” de los baños y la alimentación del lugar lo hizo “muchas veces defecar sangre”. “No sé cómo hice para no volverme loco“, sostuvo.

Osiadacz confesó que “le rogaba al universo que llevara durante el sueño, quería dejar de vivir ese sufrimiento que estaba viviendo, tan intenso, tan fuerte, tan terrorífico, tan lamentable”. Según él, hasta que de declararon culpables de homicidio culposo, “la horca estuvo en juego, estuvo ahí”. El chileno regresó al país en abril de este año. Respecto a su condición, manifestó que está cerca de ser una “fuga”.

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