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Entrevistas

18 de Octubre de 2019

Juan Santana: “Si el Frente Amplio mantiene su actitud, el PS debe levantar con toda la fuerza un candidato a alcalde en Valparaíso”

Juan Santana. Foto: Emilia Rothen

El Santana (30) que conocí en el campus está cambiado. Dejó atrás los pantalones de buzo y las sudaderas, y las reemplazó por una gabardina tipo montgomery, una barba cultivada en tres días y lentes ópticos que se sacó apenas comenzó la entrevista. Hijo de un histórico alcalde socialista de Vallenar, se fue a estudiar periodismo primero a la Universidad de Concepción y después a la Chile, donde jugamos a la pelota por primera vez. Terminó como muchos endeudado por el CAE. Entre el fútbol y el reporteo, eligió la política. Hoy es presidente de la Juventud Socialista y uno de los diputados más jóvenes del Congreso. En conversación con The Clinic, Santana se saca las balas de la fallida acusación constitucional contra la ministra Cubillos, de la que fue uno de los gestores. Entre supuestos vínculos con el narcotráfico y la fuga militantes, analiza la crisis del PS y realiza una especial defensa al liderazgo de un olvidado Camilo Escalona. También aprovecha de mandarle un especial recado al Frente Amplio.

Por

¿Es la acusación constitucional el mayor fracaso de la oposición durante el gobierno de Piñera?

-Por ningún motivo. De hecho, si uno revisa la votación final, lo que expresa es la votación más cerrada en lo que va de gobierno en términos de correlación de fuerzas. Aún perdiendo esta acusación constitucional, es sin lugar a dudas el momento político en donde la oposición estuvo más cerca de ejercer su mayoría. No es una derrota el haber contado con el apoyo oficial de los partidos de oposición en su conjunto y de los jefes de bancada.

Pero ganó la ministra Cubillos…

-Yo no sé si sale más fortalecida, porque posterior a la acusación hemos conocido estudios de opinión y encuestas que demuestran el respaldo que teníamos en la ciudadanía y el alto rechazo que tiene la gestión de la ministra Cubillos. Por supuesto que es una derrota, eso no va a cambiar. Pero es una derrota que responde a la distancia que toman algunos parlamentarios de las decisiones colectivas de sus conglomerados. Y eso escapa a la posibilidad que tiene la oposición de generar mayoría. Cuando hay parlamentarios que toman esas decisiones, se termina perjudicando un esfuerzo que es común y transversal. Pero serán esos parlamentarios los que tendrán que explicarle a sus electores, a sus partidos y a sus bancadas los motivos de por qué votaron de esa forma. No ha sido casual la reacción de molestia que hemos visto durante todas estas semanas con el diputado Auth. Él tiene el legítimo derecho a tener una opinión distinta, pero creo que la población ha castigado fuertemente el rol activo que él cumplió como opositor a esta acusación constitucional, cuestionando incluso el uso de esta herramienta de fiscalización de la Cámara de Diputados.

¿Es Pepe Auth el único responsable?

-Por cierto que no. Hubo dos parlamentarios de la DC que tomaron distancia de una decisión que tomó su partido. Yo soy bien respetuoso de la autonomía que tienen los partidos políticos, pero yo recuerdo claramente que cuando el diputado Raúl Soto rechazó el acuerdo a la reforma tributaria, fue castigado con la salida de la comisión de Trabajo como presidente. 

Lo que quiero reflejar es que hubo una decisión colectiva, que fue mayoritaria y que buscaba defender uno de los principales avances que se logró durante el gobierno anterior, donde muchos de estos partidos participaron activamente, votaron y respaldaron a favor, y nosotros nos quedamos con que se logró al menos instalar el debate acerca del rol que está cumpliendo la ministra de Educación en la implementación de las reformas que fueron aprobadas democráticamente, y la irresponsabilidad y el daño que significa no ejecutar cada una de ellas.

¿No te parece que se pecó de ingenuidad?

-Ninguna acusación constitucional parte teniendo seguridad absoluta respecto a la mayoría que se puede generar al interior de la Cámara de Diputados. Sin lugar a dudas esta era una acción que necesariamente la oposición debía asumir, porque estábamos en presencia de un Ministerio de Educación que desatadamente estaba vulnerando leyes de la República. Creo que esto al menos sirvió como un llamado de atención. 

Allamand acusó al senador Montes como el gran articulador de la acusación constitucional ¿cómo se gestó realmente? 

-Se gestó al interior de la bancada de diputados del Partido Socialista, como corresponde. Fuimos varios los que manifestamos la necesidad de llevar adelante esta acción. También fue un debate al interior de la comisión de Educación. Yo creo que el senador Allamand aspira a usar esta votación como una herramienta de denostación contra el senador Montes, porque ambos son competidores de un mismo espacio, ambos son legisladores de la Región Metropolitana y una de las cosas que se esbozó es que la ministra Cubillos compita por ese cupo. Es un uso oportunista del senador Allamand.

Juan Santana. Foto: Emilia Rothen

CRISIS DEL PS

¿Qué opinión te merece este éxodo de militantes importantes del PS, como Fernando Atria?

-La salida de militantes valiosos no es una buena noticia para los partidos políticos. Primero, porque son personas que contribuyen al debate interno, al margen de que existan legítimas diferencias de opinión como siempre han existido al interior del Partido Socialista. Lo segundo, a lo que uno aspira permanentemente es a fortalecer las colectividades partidarias en nuestro país. Por lo tanto, yo lamento la decisión que ellos tomaron. Ellos me apoyaron en la última elección de la Juventud Socialista y eso yo lo valoro. Hay muchos jóvenes que tienen un gran compromiso con el PS, pero algunos tomaron la decisión de renunciar para tomar otro camino, pero en la misma perspectiva socialista. Eso yo lo comprendo, pero no lo comparto.

¿Hay temor a un quiebre en el PS o no está esa sensación instalada?

-Este es un llamado de atención. No es primera vez que renuncian militantes del PS. Recuerdo una fuga durante el primer gobierno de Bachelet, cuando se salieron el senador Alejandro Navarro, el entonces diputado Marco Enríquez-Ominami y quien fue candidato presidencial del pacto Juntos Podemos, Jorge Arrate. Eso fue un momento duro para el PS, pero el partido supo resistir. La coyuntura en la que encontramos hoy nos debiera convocar a un debate más abierto y rectificar algunas cosas que se pueden hacer mejor. Es un llamado de atención de cara a cuidar los espacios de diversidad y pluralismo que debe garantizar el PS. Eso es lo que le permite al PS seguir siendo el principal partido de izquierda en Chile. Debemos cuidar esa condición. 

¿Te parece que la estrategia de cambiar el partido desde dentro, como reclamaba Atria, está agotada?

-No, porque por algo sigue existiendo disidencia al interior del PS. Yo valoro mucho que quienes se reconocen contrarios a la conducción actual permanezcan en el partido. Eso habla de una aspiración de trabajo colectivo, una aspiración democrática de respetar decisiones mayoritarias. La responsabilidad al interior de un partido no son de un liderazgo o de una persona, siempre lo he creído así. Por parte de todas las sensibilidades que conviven al interior del PS debe existir una autocrítica.

En un momento era muy fácil armar un mapa del PS. Estaba el tercerismo, la nueva izquierda, en fin. Ahora pareciera que todo gira en torno a disidentes u oficialistas. ¿Es tan así?

-Yo veo que hay dos mundos que se dividieron para apoyar a las dos listas que se presentaron en la última elección, pero creo que las disputas al interior del PS han perdido substancia en cuanto al contenido y al debate político. Son disputas que tienen que ver con el acceso legítimo a espacios de representación, pero no observo, yo al menos, diferencias programáticas o ideológicas. También creo que existen compañeros y compañeras que aspiran a que el partido mejore en su funcionamiento y que observa que para que eso se concrete es indispensable que exista un debate político con profundidad. Yo creo que ese es el espacio que hay que reconocer y reivindicar. Quizás de allí emerjan muchos grupos, quizás no emerja un solo grupo, pero al menos va a ser el resultado de un debate político que se va a dar al interior de nuestras filas, que va a costar, que va a ser lento, pero que yo creo que va a permitir legitimar las diferencias que existen al interior del PS.

¿Cuál es tu opinión personal del senador Elizalde?

-Yo creo que él tuvo un buen mérito en su primer período porque obtuvo un buen resultado en las elecciones que le correspondió enfrentar. A pesar de la debacle que vivieron los partidos de la Nueva Mayoría, el PS logró obtener una cantidad importante de parlamentarios que, entre otras cosas, hacen que el Partido Socialista se convierta en la principal fuerza de oposición y eso es importante porque nos permite presencia al interior del debate político chileno. Por cierto que hay cosas que a uno le gustaría que fueran distintas. Por ejemplo, yo creo que es importante que el presidente del PS destine el tiempo principalmente a referirse a temas de interés nacional. Yo creo que Elizalde ha destinado muchas energías y mucho tiempo a resolver los problemas internos del PS, que es por cierto algo legítimo, pero que desdibuja el rasgo principal del PS y lo que espera la población chilena de nosotros.

Juan Santana. Foto: Emilia Rothen

El PS en este momento es el partido con más precandidatos presidenciales: Insulza, Landerretche, Máximo Pacheco, Marcelo Díaz y bueno, el nombre de Bachelet siempre va a estar ¿Cómo ves esta situación?

-Eso demuestra la diversidad de liderazgos que tiene el PS, pero además demuestra la vocación de poder tan necesaria en circunstancias en que hay partidos y personas que se esconden detrás de terceros para tratar de transmitir mensajes. Es importante que nuestros representantes, que tienen el legítimo interés de llegar a la Presidencia de la República, lo manifiesten abiertamente y hagan todos los esfuerzos necesarios para convocar a la mayor cantidad de militantes y ciudadanos, que se requieren para ganar una elección presidencial. Cada uno de ellos representa mundos distintos. Yo soy de la idea que el partido acoja la mayor cantidad de candidatos presidenciales que puedan emerger, con la garantía de que se vaya a desarrollar un proceso deliberativo que garantice reglas lo suficientemente democráticas para poder elegir a nuestro abanderado.

¿Estamos hablando de primarias?  

Estamos hablando de primarias abiertas y ciudadanas, en mi opinión. 

¿Y qué pasa con los viejos liderazgos del PS, como Camilo Escalona? Se decía que roncaba fuerte dentro del partido, pero ahora pareciera que está de capa caída.

-Lo primero que tengo que decir es que cuando él fue presidente del PS y cuando otros compañeros ocuparon ese cargo, él siempre fue muy respetuoso de su institucionalidad y las decisiones siempre fueron colectivas. Por lo tanto, yo en eso no tengo cuestionamiento alguno. Los liderazgos finalmente no se miden, en mi opinión, solamente por la representación que sostengan. Los liderazgos también se miden por cómo se actúa en determinadas circunstancias, por la responsabilidad, la apertura y el criterio que se tenga, y por lo que finalmente a nosotros siempre nos enseñaron, que no es otra cosa que imponer el bien del PS por delante de todas las cosas. Por tanto, yo creo que cualquier actor político, sea nuevo o haya tenido una historia destacada al interior del partido, tiene la posibilidad de ejercer su liderazgo cuando este significa poner por delante el interés del PS y no otra cosa. 

Juan Santana. Foto: Emilia Rothen

NARCOTRÁFICO

La diputada Orsini recientemente aseguró que las redes del narcotráfico también llegaban al Congreso ¿A ti te consta eso?  

-Este tipo de debates se produce cuando existe irresponsabilidad en cómo uno construyen críticas en torno a determinadas situaciones. Por ejemplo, en el primer Comité Central posterior a la elección del PS, me hice parte, no me lavé las manos, en relación a las responsabilidades que tenemos por el clientelismo que se fue desarrollando y fue creciendo al interior del partido. Lo que ocurrió en San Ramón, o lo que muestran los reportajes, no es otra cosa que la expresión extrema de un clientelismo que se fue desarrollando a lo largo de los partidos políticos en Chile, en donde lo que interesaba era darles vigencia legal, ganar una elección interna o tener el mayor caudal de votos. ¿A costa de qué? Bueno, a costa de la responsabilidad de significa utilizar cualquier tipo de forma para integrar militantes a cada partido. Y claro, cuando no hay ningún resguardo, puede ingresar a un partido político desde un narcotraficante hasta un empresario corrupto, como ocurre muchas veces en partidos de derecha y que no se cuestiona. 

Ahora, en el caso particular de San Ramón, yo no creo que existan vínculos con narcotraficantes. Lo que creo que puede pasar es que muchos narcotraficantes pueden ingresar al interior de los partidos políticos en Chile. No me consta, pero creo que puede ocurrir cuando no existen filtros ni exigencias. Sin embargo, creo que al interior de la comuna de San Ramón ha existido un clasismo excesivo. Hemos conocido casos de personas que han tenido graves problemas con la justicia, en otras dimensiones y en otros partidos, pero que no han tenido la misma repercusión que el PS y en eso hay clasismo expreso de quienes emiten esa crítica. Además no hay rigurosidad hacia dónde debe estar enfocada la crítica, que necesariamente implica cuestionar las redes clientelares que existen al interior del Partido Socialista, de la cual hemos sido directa o indirectamente cómplices muchos de nosotros.

¿Y sobre las acusaciones de la diputada Orsini?

-Yo creo que son una irresponsabilidad que ella deberá explicar y, al igual como se lo hemos transmitido a personas que han realizado este tipo de acusaciones, sobre todo cuando son parlamentarios o parlamentarias, la obligación que ellos tienen y que ella tiene en este caso, es formalizar la denuncia pública grave que está haciendo. Si no, quien está cometiendo una ilegalidad es ella, porque está siendo testigo sin acusar, sin formalizar la denuncia que está haciendo públicamente de una situación que a todas luces es irregular.

¿Crees que existe la posibilidad de que Chile se pueda llegar a convertir en un nuevo México o una nueva Colombia?

-Hay que ser capaces de seguir mejorando la actual Ley de Partidos Políticos en Chile, que se trabajó en el gobierno de la presidenta Bachelet. Yo creo que significó grandes avances para la política chilena, aún a pesar de las críticas que ha tenido, en cuanto a que el Estado financia a los partidos, porque termina siendo una garantía para que su funcionamiento no esté al arbitrio de las grandes empresas o los grandes millonarios de Chile. No fue una reforma perfecta, hay que seguir trabajando en ella. Por ejemplo, en que el Estado establezca ciertas exigencias que impidan que personas vinculadas al narcotráfico o que se encuentran formalizadas por casos de corrupción, que a mí me parece igualmente terrible, puedan ser parte de una colectividad, puedan tener incidencia o puedan tener representación al interior de las mismas colectividades. 

Juan Santana. Foto: Emilia Rothen

ELECCIONES

Guillermo Teillier aseguró recientemente que no se puede ganar la presidencia de la República sin la DC ¿Crees que es viable una alianza desde el Frente Amplio hasta la Democracia Cristiana?

-Insisto, yo creo que no hay instrumento que te permita medir la forma de generar mayoría en el interior de nuestro país. Sin embargo, siempre hemos dicho que es indispensable y necesario generar un bloque que contenga la mayor amplitud posible y la mayor transversalidad. Hemos hablado de la izquierda al centro, y eso se traduce desde la Democracia Cristiana hasta el Partido Comunista y el Frente Amplio. Si no existen voluntades hoy para que eso se materialice, ya sea por parte de uno u otro, bueno, el Partido Socialista tendrá que tomar decisiones pronto y veremos si es que existe algún espacio posterior, una segunda vuelta u otro tipo de instrumentos que puedan estar al alcance de los partidos, que permitan tener o aspirar a esa transversalidad. 

Efectivamente uno cuando busca generar mayorías, tiene que recurrir a todos los actores posibles que estén dispuestos a ese esfuerzo. Si la Democracia Cristiana no está dispuesta a ese esfuerzo, bueno, por cierto que frente a eso es poco lo que se puede hacer. Sin embargo, ellos van a tener que enfrentar una coyuntura que no es fácil, vamos a enfrentar elecciones de alcaldes el próximo año. La DC tiene muchos alcaldes a nivel nacional, cada uno de ellos, a mí no me cabe ninguna duda, también necesita el mayor grado de transversalidad para salir electo. Y sería bueno conocer, o será interesante conocer, cuál es el debate que se va a dar entre los alcaldes de la DC con aquellos dirigentes que insisten en esta tesis de desarrollar un camino propio para fortalecer su identidad en desmedro del necesario aglutinamiento de fuerzas de oposición.

Pero la DC suele mostrar esas dos caras. Parecen ser amigables en períodos de elecciones, pero luego cambian su postura. Pasó cuando firmaron el programa de Bachelet. Ahora han jugado un papel colaborador con el gobierno de Piñera ¿No te genera incomodidad establecer alianzas con un partido así?

Por eso, un elemento fundamental para la materialización de un acuerdo electoral debe ser un previo acuerdo político. Eso significa tener y establecer un programa común, colectivo, en donde se reúnan aquellos elementos que seguramente nos van a permitir coincidir. Ahora bien, este problema no solamente lo tenemos con la Democracia Cristiana, porque pasa al revés con el Frente Amplio, con quienes coincidimos en muchos temas políticos y programáticos al interior del Congreso, sin embargo, tienen una resistencia desde el punto de vista electoral a establecer vínculos con nosotros y con otros partidos de oposición. 

El Frente Amplio también tendrá que determinar y clarificar cuáles son sus aspiraciones. A decir verdad, yo no observo grandes diferencias programáticas que no puedan ser resueltas. Ahora bien, si ellos asumen una táctica y  estrategia electoral distinta, yo creo que el PS en esto sí debe tomar decisiones. Por ejemplo, si el Frente Amplio aspira a mantener esa actitud, el Partido Socialista debiera levantar con toda la fuerza un candidato a alcalde en Valparaíso, porque uno no puede pretender que aún cuando se coincida programáticamente con otra colectividad y tú no tengas la disposición de establecer vínculos electorales con ella, el resto de colectividades tengan que apoyar un esfuerzo que a todas luces no es colectivo. El FA está dispuesto a hacer acuerdos por omisión sólo en algunas comunas y en las que ellos determinen. Eso no es una muestra de colectividad, más bien es una muestra de soberbia en donde lo que se busca es poner por delante elementos que sólo ellos conocen, que sólo ellos establecen y que no son resultado de una discusión y un debate que debe existir necesariamente como colectividades. 

¿No te parece igualmente mezquino eso, si la consigna que se suele levantar es “Todos contra la derecha”?

-Esa es la bandera que ha defendido el Partido Socialista desde hace años, y yo creo que es un esfuerzo en el que no se debe claudicar. Pero lo que no puede hacer el PS, y no pueden pretender el resto de los partidos, es que apoyemos esfuerzos políticos y que no exista esa misma retribución hacia el Partido Socialista en espacios donde sin lugar a dudas tiene las mejores posibilidades de derrotar a la derecha.

Cuando observamos falta de voluntad por parte de la DC y el Frente Amplio para generar un cuadro de unidad, bueno, yo creo que el Partido Socialista tendrá que tomar una decisión, y si esa decisión significa fortalecer nuestra identidad y nuestro proyecto histórico, yo creo que el PS tiene que hacerlo. No podemos esperar que se genere el cuadro de unidad eternamente.

Juan Santana. Foto: Emilia Rothen

¿Tú te imaginas al PS llamando a votar por Beatriz Sánchez o Daniel Jadue? 

-Si es que existe un espacio de deliberación democrática, el PS va a apoyar a quien resulte ganador o ganadora de ese espacio. No me cabe ninguna duda en eso. Y sea Beatriz Sánchez, Daniel Jadue o cualquier otro candidato o candidata, el Partido Socialista va a respaldar, porque lo que nosotros entendemos como prioridad hoy es justamente derrotar un gobierno que ha retrotraído los grandes avances que se lograron en el último tiempo en Chile.

¿Te parece que hay que tenerle miedo a una figura en auge como José Antonio Kast?

-Mientras el Estado y los partidos políticos no hagan esfuerzo por dotar de debate el diálogo político en Chile, yo creo que hay que tenerle miedo. No solamente a él, sino a todos los liderazgos populistas y demagógicos que aparezcan en Chile.

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