José Miguel Uribe Antipani tenía 25 años cuando fue asesinado la noche del 21 de octubre en Curicó. Un militar fue formalizado por el delito de homicidio y arriesga hasta diez años de prisión. Pero existe una tesis diferente: el culpable sería otro uniformado, quién estaría siendo protegido, y que habría disparado directamente a la víctima y a otros civiles. Una historia sobre el primer muerto de la revolución social de octubre, en una localidad donde no había estado de excepción ni toque de queda.