Día Internacional del Migrante: La experiencia de los extranjeros que buscan una oportunidad en la Vega
Muchos son los inmigrantes que llegan hasta la Vega Central en busca de oportunidades y con el deseo de cumplir sus sueños. Sus distintas experiencias demuestran que si bien ha sido difícil adaptarse, con esfuerzo han logrado salir adelante y representar con orgullo sus países.
Por Sebastián FloresCompartir
Uno de los derechos incluidos dentro de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es que toda persona puede “circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado”. Asimismo, se especifica en su artículo número 13, que cualquiera puede salir incluso de su mismo país y volver cuando lo necesite.
Según los datos entregados por el Instituto Nacional de Estadísticas de Chile (INE), los inmigrantes representan el 6,6% de la población actual, superando el millón doscientas personas en diciembre de 2018.
Hoy, 18 de diciembre, se celebra el Día Internacional del Migrante y por ello quisimos conocer cómo ha sido la experiencia de algunos de los miles de extranjeros que llegan al país en busca de una oportunidad. Así, conversamos con seis personas que trabajan en la Vega Central y nos contaron lo mejor y lo más difícil de sus vidas en Chile.
Luis Alberto de los Santos Sayán (61), Lima, Perú – 20 años en Chile
Yo empecé aquí en la Vega vendiendo velas para la navidad del 2000 y después me dijeron que vendiera paños de cocina. Hasta el día de hoy me mantengo en lo mismo, pero me he comenzado a surtir con otras cosas. En mi experiencia acá me ha ido muy bien, por mi forma de trabajar, porque soy un peruano amigable, cordial y respetuoso, así me he ganado el cariño de mis clientes. A mi la gente me considera mucho por mi honradez y por que, como ve, soy un hombre de 61 años pero con un espíritu de juventud.
Cuando llegué a Chile sufrí durante cuatro años una discriminación total. Después ya me fui acostumbrando en la ciudad y tuve un local pequeño, pero en ese transcurso fui discriminado por los carabineros. Yo iba caminando,vendiendo por la Vega y ellos me quitaban mi mercadería y me metían a un calabozo por ser peruano, como a un delincuente.
Gracias a Dios con el tiempo ha cambiado, ya los carabineros no me dan la madre, ya los compatriotas chilenos no me tratan con garabatos, hay un respeto. Yo creo que esto es un poco por la edad y porque me la gané igual, pero en este país hace 20 años atrás había una discriminación tremenda.
Como reflexión de mi vida en Chile, yo puedo asegurar que después de una tormenta viene la calma. Mi experiencia es que yo aquí he triunfado. Tengo mis dos hijos profesionales gracias a Dios y a mi trabajo. Tengo mi casa, un lindo auto y una prudente reserva de ahorros gracias a las oportunidades que me ha dado Chile. Ahora yo hasta sufragó, participó y doy mi opinión acá en mi comuna de Recoleta. Voté ahora último para cambiar la Constitución y tengo todo el derecho, eso me lo he ganado.
Ruddy González (33) y Soribel Solano (31), República Dominicana – 8 y 1 año en Chile
Soribel: Para mi el cambio fue duro y todavía no me acostumbro. Lo más complicado es adaptarse al vocabulario de los chilenos, que es muy diferente al de nosotros, y aceptar que aún hay personas que son racistas.
Mis expectativas se han cumplido en parte. Aquí en la Vega encontré el mejor lugar de trabajo para mi. Aquí uno ve todo tipo de personas, pero son más la personas que te apoyan y te ayudan.
Para mi es un orgullo sentirme representante de República Dominicana, porque hay muchos chilenos que no conocen nuestros platos típicos por ejemplo. Por lo menos el jefe mío no conocía la berenjena y después de que se la cocine, quedó encantado.
Ruddy: En mi caso el cambio fue duro como por un mes, pero de una me acostumbré y me gustó mucho Chile. Yo he estado súper bien, ya tengo mi familia y mi esposa es chilena. Acá en la Vega a súper buenas personas, uno se siente como si estuviera en familia, como estar en casa, pero en la calle es muy distinto.
Estar acá en Chile es un orgullo para mi, porque estoy representando mi cultura acá en la Vega. Nosotros traemos la alegría de nuestro país y la música a la gente acá, los dominicanos somos más activos, todo el tiempo estamos bailando, tirando la talla como dicen aquí.
Mi experiencia ha sido espectacular. Me adapté y me encanta Chile, me gusta tanto que no quiero volver a dominicana, solamente iría de paseo para que mi hijos la conozcan. No encuentro que la gente sea tan racista, porque al final en todos los países hay gente así, en mi país también. Entonces yo veo mi entorno y aquí toda la gente me trata de maravilla.
Andreina Pacheco (30), Caracas, Venezuela – 8 meses en Chile
La recepción en Chile ha sido buenísima, lo único malo es que los arriendos y los servicios son muy caros, al igual que el transporte. En lo personal todo ha estado bien, a los ocho días que llegué conseguí empleo, mis expectativas en el país se han cumplido y espero que se sigan cumpliendo.
Acá en la Vega el trato con la gente ha sido super buenísimo. Bueno es como en todo, hay personas buenas y malas, pero en los clientes siempre está ese sazón, ese goce aquí de la gente y su carisma. Es muy diferente al venezolano sí, porque nosotros siempre estamos con una risa o una broma, pero aquí hay muchos chilenos que son muy serios y otros a los que les gusta la joda. Lo único es que el empleo aquí tiene un horario totalmente distinto al de otro trabajo. Son 12 horas, trabajamos los feriados, de lunes a lunes y el día que no se trabaja te lo descuentan.
La verdad es que yo veo todo lo que he vivido acá en Chile como una aventura. No vivo el día a día porque no me gusta, pero gracias a Dios estas puertas que me han abierto acá en el país ha resultado bueno. Ha sido una experiencia muy bonita, porque ha acá he podido conseguir las cosas que me he propuesto y espero que se sigan cumpliendo.
Carina Benjamin (42), Haití – 3 años en Chile
Yo no tengo un trabajo acá en Chile, así que vendo comida en la Vega. Con los chilenos he estado bien, no he tenido malas experiencias. El único problema de acá es que hace mucho frío. A mi me gusta mucho Chile, está muy bien, el problema son los papeles, porque es muy difícil conseguirlos.
Manuel Clemont (34), Haití – 2 años en Chile
Acá en Chile es muy difícil para trabajar, si no tengo papeles no puedo encontrar trabajo, es muy difícil. A la Vega vengo uno o dos días a trabajar con mi señora, vendemos frutas y verduras. La gente que viene comprar unas cosas son alegres y algunos pesados, hay de todo.
He podido hacer mis cosas y juntar dinero. En mi país hay muchos problemas con el presidente, no hay seguridad, aquí en Chile es mejor, me gusta y me quedaría acá.