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23 de Enero de 2020

Alex Núñez: La borrosa huella de sus asesinos

A tres meses de la muerte de Alex Núñez por un traumatismo encéfalocraneano, luego de una golpiza que se atribuye a Carabineros, aún no existen imputados. La institución realizó un sumario administrativo, y el 12 de diciembre aseguró que éste ya se encontraba "en fase de resolver eventuales sanciones o absolución a los acusados”. Sin embargo, el fiscal Pablo Sabaj asegura que dicho informe no ha sido recibido por el Ministerio Público, habiéndose vencido el plazo de 15 días desde que fue requerido. “Lo que me angustia es que estos pacos que lo golpearon sigan libres y uno no sepa quiénes son”, dice Natalia Pérez, madre de sus tres hijos.

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El 10 de noviembre, los familiares y amigos de Alex Núñez Sandoval se reunieron para conmemorar el que hubiera sido su cumpleaños 40, en la plaza de la villa Volcán Maipo, en Maipú. Habían pasado tres semanas de su muerte en la ex Posta Central, dos días después de recibir una golpiza atribuida a Carabineros en las inmediaciones de la estación Del Sol. Bajo el humo de las bengalas, sus padres, sus tres hijos y la madre de ellos, Natalia Pérez, levantaron banderas de Colo-Colo. Un canto de fútbol entonado por voces rotas —Ale, Ale querido, tus amigos jamás te olvidarán—, se escuchó ese día.  

Han pasado diez semanas desde entonces, y la nebulosa en torno a los culpables de su muerte sigue sin disiparse. El 12 de diciembre, el general director de Carabineros, Mario Rozas, reconoció la existencia de 856 sumarios administrativos, y dijo tener certeza de que en algunos casos hubo funcionarios involucrados en el incumplimiento de protocolos y uso excesivo de la fuerza. Sin embargo, en un comunicado entregado ese mismo día a la prensa, con  el estado de avance de 12 investigaciones internas —entre ellas el sumario por la muerte de Alex Núñez—, la información fue igualmente brumosa

“Es el único caso en que se atribuye una muerte por participación directa de funcionarios de Carabineros. El sumario administrativo concluyó su etapa investigativa y se encuentra en fase de resolver eventuales sanciones o absolución a los acusados”

¿Quiénes son los acusados de haber golpeado a Alex Núñez? ¿Por qué no han sido formalizados por la justicia? ¿Qué significa que sean sancionados o absueltos por la institución? Nos comunicamos con Carabineros para pedir respuesta a esas preguntas, pero la institución no quiso entregar detalles. En tanto, la Brigada de Derechos Humanos de la PDI, encargada de las pericias para determinar las circunstancias de la muerte de Núñez, dijo que no puede referirse al tema, “puesto que hay una investigación en curso”. 

El fiscal que lleva la causa, Pablo Sabaj, nos recibió el 20 de noviembre. Sentado en la sala de reuniones de la Fiscalía Regional Metropolitana Occidente, aseguró que “el delito es imprescriptible, al haber una acción del Estado”, por lo que la investigación va a “durar lo que tenga que durar”.

Un mes más tarde, por correo electrónico, Sabaj expresó que “la causa figura en las bases de la Fiscalía de Chile como un caso de violencia institucional prioritario”, y señaló que ya había solicitado el sumario que realizó Carabineros sobre el caso. Consultado de nuevo el 22 de enero, el fiscal aseguró que aún no había tenido acceso a ese informe, ni estaba definida todavía la identidad de los agresores. Sin embargo, aseguró que la investigación se encontraba “más acotada que antes”.

—Nosotros enviamos una instrucción particular para que nos remitan el sumario, pero Carabineros aún no lo ha remitido —dijo—. Dimos un plazo de 15 días, que ya se cumplió, así que vamos a insistir e insistir con las facultades que tenemos como órganos auxiliares.

La muerte de Núñez fue atribuida a agentes del Estado el 23 de octubre, en un reporte de muertos durante el Estado de Emergencia entregado por la Subsecretaría de Interior. También fue consignada así en los informes de violaciones a los DD.HH. elaborados por la ONU, Amnistía Internacional y Human Rights Watch. Tanto el INDH como la expareja de Núñez presentaron querellas por homicidio contra quienes resulten responsables, como autores, cómplices o encubridores, ante el Noveno Juzgado de Garantía. 

A tres meses de su muerte, Natalia Pérez, su esposa durante 15 años y con quien seguía teniendo una relación de amistad, relata su aflicción por la falta de respuestas sobre quiénes agredieron a Alex:

—No puedo estar tranquila si no encuentran a los culpables —dice—. La investigación está muy lenta, y a mí lo que me angustia es que estos pacos que lo golpearon sigan libres y uno no sepa quiénes son. Esto no puede quedar impune. Mis hijos están en las calles y ellos también. 

***

El domingo 20 de octubre, Natalia, que es técnica en enfermería y trabaja en un centro de salud comunitaria, recuerda haber visto varias veces a su expareja. El estallido social llevaba recién tres días y afuera de la estación Del Sol había manifestaciones constantes. Alex, cuenta, salió varias veces de su casa para participar. Ella y sus hijos también asistieron.

—Nos decía riendo que nos fuéramos para la casa, que dejáramos de lesear. Pero después lo vi varias veces pasar por el pasaje para ir a mirar.

Esa tarde, el toque de queda comenzó a las 19 horas, pero en las inmediaciones de la estación Del Sol un grupo de personas siguió manifestándose. El día anterior, había sido un punto conflictivo: la estación fue incendiada y se registraron incidentes entre militares y manifestantes. Según la querella que interpuso el INDH un día después de los hechos, Núñez se habría encontrado allí una hora después del comienzo del toque de queda, alrededor de las 20 horas: 

“La víctima se encontraba participando en una manifestación en la vía pública. En el lugar se encontraban efectivos de Carabineros de Chile realizando maniobras para disolverla, producto de lo cual los manifestantes se dividieron en dos grupos. En ese momento se acercaron a él tres funcionarios, quienes lo golpearon en los pies, haciéndolo caer. Cuando se encontraba en el suelo, los tres Carabineros comenzaron a golpearlo fuertemente, principalmente en su cabeza y tórax, con golpes de pies y luma”, consignó el abogado del INDH, Alexis Aguirre, en base al relato de Natalia Pérez en la ex Posta Central, donde Alex fue trasladado. Ese día, tuvo que dar su versión a través de una reja cerrada, porque a los funcionarios del instituto no les permitieron ingresar. 

Esa querella difiere en algunas circunstancias con la que interpuso casi un mes después Natalia Pérez, con el apoyo de los abogados Cristián Cruz, querellante en el caso Caravana de la Muerte, y Sebastián Velásquez, del equipo jurídico de Londres 38. En ésta se señala que Núñez participó de las jornadas de protestas durante la tarde, pero recién cerca de las 21 volvió a salir de su casa, “al parecer a comer en una plazoleta de la intersección de calle Isabel Riquelme con Juan José Rivera”. El recurso, además del delito de homicidio, incluye el de torturas.

Según sus cercanos, Núñez acostumbraba pasar tiempo con sus amigos en esa plazoleta, a la que llamaba “mi oficina”, a dos cuadras de la estación Del Sol. La querella plantea que “llegó de manera silenciosa al lugar un vehículo de Carabineros, los que sin mediar delito u otro las emprendió contra Alex y su amigo”. El documento, construido en base a lo que Natalia asegura que Alex le dijo esa noche, continúa relatando que habría intentado huir, pero fue derribado por los carabineros, “quienes en vez de efectuar control de identidad o detenerle, le agredieron de manera aleve, propinándole en especial golpes de puntapiés en la zona media del cuerpo y en la cabeza hasta que se cansaron, dejándole abandonado en estado de extrema gravedad en la vía pública”.

A la fecha, la Fiscalía desconoce si al momento de ser agredido, Alex se encontraba acompañado por un amigo o solo. De acuerdo al relato de Natalia, luego de que lo golpearan, Alex se logró levantar y se fue caminando a la casa de sus padres, a cuatro cuadras de la plazoleta. Su hijo, Rodrigo, lo encontró en ese trayecto, en muy malas condiciones.


—Yo estaba en la esquina, venía de la protesta, y lo vi que venía caminando machucado —cuenta Rodrigo, sentado en el living de su casa, a pocos metros de donde encontró a su padre esa noche—. Le dije: “¿qué te pasó? ¿quién te pegó?” Me contestó “los pacos”, así a lo rápido. Yo lo mandé a la casa y él me mandó a la mía, así que ahí me fui a avisarle altiro a mi mamá.

Natalia quiso ir a verlo de inmediato. Vivían a seis casas de distancia, en un pasaje de la villa Volcán Maipo, y eran vecinos desde los cinco años. Su hijo mayor y seis amigos la escoltaron en el camino. Los gases lacrimógenos inundaban el pasaje, por lo que le costaba ver y respirar. Cuando logró llegar, su expareja estaba tan “apaleado”, asegura, que se asustó al verlo:

Tenía un lado de la cara tan hinchado y morado, que para calmar a mis hijos, que estaban preocupados, le tomé una foto del mejor ángulo para que no se viera tan desfigurado y se calmaran —dice Pérez.

Natalia asegura que nunca va a olvidar las palabras que le dijo Alex esa noche, cuando al fin pudo hablar con él:

Yo le pregunté: “Ale, pero ¿quién te pegó?”, pensando que fueron los milicos, pero él me dice: “no, fueron los pacos”. Entonces yo le dije: “¿pero cómo? ¿ los que sacan partes?”, y me dijo: “no, los de Fuerzas Especiales, los tortugas ninjas”. “¿Pero cómo fue?”, le pregunté, y ahí me dijo: “me pegaron un lumazo en las piernas, después me botan y me golpean entre tres, principalmente en la cabeza”. Me decía: “mi cabeza parecía pelota”. 

Según cuenta Natalia, ella le pidió que fueran de urgencia a un centro asistencial, pero Alex no quiso. Hoy, dice, lamenta haberle hecho caso.

—Me dijo que estaba muy cansado, que sólo quería dormir. Y yo lo vi consciente. No dio signos de que se le iban las ideas, ni de mareo, náuseas, nada. Así que lo dejé y le dije que nos veíamos en la mañana.

Al día siguiente, el lunes 21 de octubre, su hermano Fernando intentó  despertarlo, pero no pudo. Al ver que vomitaba sangre, llamó desesperado a una ambulancia, que lo trasladó a la ex Posta Central. Las tomografías cerebrales, cervicales y maxilofaciales estuvieron listas a las 11:05, y sus resultados fueron devastadores. En el informe que recibieron sus familiares, se advierte “fractura parietal derecha, hemorragia subaracnoidea bilateral, extenso hematoma subdural izquierdo, que determina efecto de masa regional, herniación subfalcina y transalar, significativa desviación de la línea media con signos de hidrocefalia aguda”. En otras palabras, presentaba un TEC agudo y extenso, “un infarto cerebral masivo y signos de hipertensión intracraneana que eran incompatibles con la vida”, dice una fuente médica de la ex Posta Central, que pidió mantener su identidad en reserva. 

Núñez falleció a las 3:15 horas del 22 de octubre y su cuerpo fue trasladado al día siguiente al SML para la autopsia. En dicho informe, con fecha 24 de octubre, se lee que “La causa de muerte de Alex Núñez Sandoval corresponde a un Traumatismo Encéfalo Craneano (hematoma subdural agudo), politraumatismo en tronco y extremidades y contusión pulmonar bilateral”. 

Su cuerpo fue entregado el 24 de octubre a sus familiares y sepultado el 25 en el cementerio Parque Manantial de Maipú. Cinco días después, Natalia recibió una carta de Carabineros, en la que le informaron que estaban haciendo un sumario para “dilucidar los hechos y determinar eventuales responsabilidades administrativas que le pudiera asistir a funcionarios”. El documento le solicitaba que se presentara lo antes posible a entregar su declaración, pero Natalia, por recomendación de sus abogados, decidió no asistir. 

A la fecha, el fiscal Sabaj ha llamado a declarar a todos los funcionarios policiales que concurrieron al lugar ese 20 de octubre, entre ellos a miembros de la 25va Comisaría de Carabineros, motoristas de la institución y unidades de Fuerzas Especiales. También solicitó información al departamento de Asuntos Internos de Carabineros. 

Los niveles de colaboración de Carabineros son diversos. Algunos guardan silencio, otros entregan detalles —dice Sabaj, quien más tarde agrega— Ha sido complejo poder cercar el punto, el lugar exacto geográficamente donde recibió Alex los golpes.

A dicha dificultad, dice el fiscal, se suman otros factores: aún no se ha logrado identificar a Alex en las grabaciones de las cámaras de seguridad del sector, y los testigos que podrían individualizar a los Carabineros que intervinieron esa noche en el lugar son escasos. 

Respecto a la causa de fallecimiento de Alex, sin embargo, el fiscal asegura que las pericias científicas realizadas son contundentes:

—Se debió a una hematoma subdural, una lesión interna que se produce por un trauma directo en la cabeza, que no suele causar inconsciencia o no se suele percibir la gravedad, hasta que crece por la presión y produce la muerte. Y eso fue justamente lo que le pasó a Alex.

***

Quienes conocieron a Alex Núñez, lo describen como un hombre apasionado por el heavy metal, sus hijos y el fútbol. Natalia cuenta que solía preparar colaciones y pasarlos a buscar para jugar fútbol en el parque. Su hijo mayor, que heredó su amor por Colo Colo, solía acompañarlo al estadio.

Núñez estudió electricidad en un colegio técnico de Independencia, y se dedicó a ese oficio de manera intermitente, hasta que comenzó a trabajar en soldaduras, en donde conoció a Alexis Salgado (46), quien era su mejor amigo y con quién en 2012  pasó a ser socio en el taller Electrisal.

—El Alex nunca se enojaba, nunca gritaba —dice Salgado. 

Eran contrarios en términos políticos. Mientras Núñez era más bien de izquierda, Salgado se consideraba pinochetista, algo que ahora lamenta

Lloro todos los días, porque yo estaba de acuerdo con que sacaran a los militares a las calles —dice, con la voz quebrada—. Pero no pensé que esto podía pasarle a alguien querido.  Ese es el dolor que tengo: haber creído en algo que me defraudó. 

En julio de 2019, Alex decidió independizarse e inaugurar su propio taller, que bautizó “Reparaciones Núñez”. Su hijo mayor cuenta que ya tenía algunos clientes y que había hecho tarjetas de presentación para empezar a repartir. Pero sus sueños de emprender fueron interrumpidos el 20 de octubre, en las inmediaciones de la estación Del Sol. Hoy, su rostro cubre tres murales en Maipú, a los que los vecinos les encienden velas por las noches. En los muros cercanos, los rayados piden justicia en su nombre. La familia de Alex cree que los culpabilidad no recae sólo en Carabineros, sino también en el gobierno:

—La responsabilidad es directamente del exministro Chadwick y del Presidente Piñera —dice Natalia Pérez—. Si hubiesen escuchado las demandas de la gente, si no hubieran declarado el toque de queda, la historia hubiese sido muy distinta.

Desde la muerte de Alex, Natalia ha liderado y participado en varias intervenciones en honor a su expareja. Una de las más emotivas, dice, sucedió el mediodía del 1 de diciembre, cuando más de 200 músicos clásicos se instalaron en el intermodal del metro Del Sol para interpretar el Requiem por Chile, un concierto con canciones de Víctor Jara, Violeta Parra y Quilapayún que se realizó en distintas comunas para las víctimas de violencia estatal.

Allí estuvo la familia de Alex y sus amigos, junto a un centenar de vecinos del barrio. “El derecho de vivir en paz” se coreó a viva voz. Al finalizar, los participantes soltaron un gran lienzo blanco que renombró la estación, al menos por esa mañana, como “Centro Cultural Alex Núñez Sandoval”

Justo debajo de su nombre, en letras negras, se leía: 

“Lugar de encuentro, justicia, verdad y memoria”.

***

La lista de muertos durante las manifestaciones sociales y disturbios no ha parado de crecer con el paso de los días. Cuerpos encontrados en edificios en llamas o baleados en las protestas en distintos puntos del país, en circunstancias poco claras, son parte de la realidad chilena. De ellos, sólo cuatro de los fallecidos hasta ahora han sido reconocidos por el gobierno como víctimas de balas militares. Esta serie de perfiles, elaborados por un grupo de periodistas independientes y alumnos de la Universidad Alberto Hurtado, organizados durante el Estado de Emergencia, pretenden dejar registro de quiénes eran las personas que perdieron su vida en estos días de esperanza y violencia, y en qué circunstancias ésta les fue arrebatada.

El equipo es coordinado por Gabriela García B. Edición de textos: Gabriela García y Nicolás Alonso.

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