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Opinión

14 de Febrero de 2020

Columna de Carlos Chávez: Luz u oscuridad en el futuro de Mario Salas

Carlos Chávez
Carlos Chávez
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¡Me están escuchando! Una frase que se puede utilizar para distintas instancias. Si quiero que me presten atención en una escuela, en una charla, con mis hijos, en un equipo de trabajo, en una reunión, con mi familia, amigos…en fin. Sirve para todo tipo de cosas, pero también para evidenciar que puede existir un quiebre en algún lugar o grupo de personas. Eso le pasó a Mario Salas en una imagen desafortunada, pero que la transmisión no podía dejar de grabar. El comandante le daba órdenes a sus soldados, pero estos parecían no escuchar lo que el jefe decía, más bien se veían idos, buscando alguna fórmula de dar vuelta un resultado adverso ante Audax Italiano, en un equipo que está obligado a ganarlo todo.

Partamos de la base que en Chile es poco el tiempo que se le da a los entrenadores para trabajar. Si comparo la situación con el exterior la diferencia es abismante. Sin ir más lejos… ¿Qué habría pasado con Manuel Pellegrini en Chile si hubiese tenido la racha que tuvo con el West Ham? Lo más probable es que hubiese sido despedido en un tiempo más corto del que se tomaron los dirigentes del cuadro inglés. 

Volvamos al fútbol nacional… Aparece esta imagen del entrenador del Cacique, la persona encargada de la transmisión sigue grabando y al final se sacan dos conclusiones: Que el estratega quería ganar y trataba de encontrarle una vuelta al partido y que los jugadores parecen no escuchar a su técnico. Al más puro estilo de la ley del hielo, esa típica forma de decirle al amigo que te caía mal “¡Hey! No veo dónde estás, no existes para mí”. Sin duda, una forma muy infantil de afrontar un problema, si este realmente existiera.

Es que el tema es sencillo, Colo Colo enfrenta este domingo a una Universidad Católica que está acostumbrada a ganar y a mostrar un buen desempeño a pesar de tener tres técnicos en tres temporadas. En la otra vereda, todo parece ser distintos a lo vivido por los cruzados.

La personalidad de Mario Salas no le acomodaría al plantel, no sería vista con buenos ojos. Es un tipo metódico, que le gusta trabajar bajo presión y al que le viene bien estar dando órdenes al borde de la cancha. Si resulta o no… solo el tiempo lo dirá. Los albos han perdido dos de sus tres primeros encuentros con un supuesto quiebre al interior del camarín del popular. En conferencia de prensa, Nicolás Blandi, nuevo refuerzo para este año, señaló que no ha visto nada, que en todos los equipos hay buenos momentos y también malos y que a veces existen diferencias que son solucionables. Juan Manuel Insaurralde fue más categórico al decir que son un plantel tranquilo. Siendo honestos, ninguna persona será capaz de saber exactamente qué pasa al interior de un plantel de fútbol nacional y de un equipo considerado grande como Colo Colo.

Lo cierto es que Aníbal Mosa está a muerte con su elegido para llevar las riendas de la institución, mientras que otro grupo considera que el encuentro de este fin de semana será decisivo para saber si Salas tiene los pergaminos suficientes para salir de la mala racha que está pasando. Quizás, más de alguno quiere que caiga ante los cruzados. Otra vez, con ese pensamiento que un entrenador tiene que ganarlo todo y que no puede perder nunca.

Mario Salas. Foto: Agencia UNO

Salas se ha equivocado en el planteamiento de su equipo, sí, como todos nos equivocamos. Blandi es superior a Parraguez, sí. Matías Fernández aún no puede ser el “salvador de Mario Salas”, quizás. Pero es que en la otra vereda los fanáticos de Universidad Católica, de la U, de Santiago Wanderers, de Everton, del equipo que sea, están viendo cómo el proyecto de los cruzados funciona independiente de quién esté al mando. Es eficaz, saca buenos resultados y los cambios en el equipo no son profundos. El trabajo de la UC, queridos y queridas, viene de la mano con una dirigencia que apuesta y se refuerza bien, con jugadores que no valen una millonada de dinero, pero que son capaces de rendir en un fútbol como el chileno que no necesita a un Zlatan Ibrahimovic para ganarlo todo. Católica entendió que en cada grupo de jugadores los líderes son necesarios para los momentos de crisis, Católica entendió que la mezcla de experiencia y juventud le hace bien al club, Católica entendió que sus estrellas, llámese Edson Puch, debe seguir en el equipo, que los referentes deben continuar su legado (Chapita Fuenzalida). 

El de este domingo será el clásico 177 para ambos. 78 victorias para el cacique, 57 para la UC, 46 empates. 319 goles para los albos, 250 para el equipo comandado por Ariel Holan. Un factor no menor será la presencia de público. Colo Colo contará con toda su gente en un aforo que será de 40 mil personas, mientras que la fanaticada de la franja tendrá que conformarse con ver el encuentro a través de la televisión. Un factor que resultará beneficioso para el cuadro popular que necesita lavar heridas y sumar confianza. Para el rival del caique, una revancha por lo ocurrido en Copa Chile. Oportunidad en la que quedaron  en el camino sin jugar la final ante la U. Este domingo será decisivo para Mario Salas. De perder, podría destaparse la olla y saber qué tan cierto es el quiebre al interior del plantel.

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