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Coronavirus

21 de Marzo de 2020

Sin contacto físico con familiares: así es el protocolo de Chile para el manejo de fallecidos por Covid-19

Cementerio General. Foto: Agencia UNO

Pese a que en el mundo sigue creciendo el número de pacientes muertos, en nuestro país se acaba de confirmar la primera víctima fatal producto del Coronavirus. Si bien desde el Minsal descartaron aplicar un protocolo, desde hace ya algunas semanas, los recintos médicos del país contaban con un primer instructivo para tratar los cadáveres con esta enfermedad, al que tuvo acceso The Clinic.

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Tenía 82 años, vivía en la comuna de Renca y se encontraba postrada con múltiples patologías, entre ellas, una enfermedad pulmonar crónica. Fue hospitalizada el miércoles en el Hospital San Juan de Dios, pero su cuadro empeoró este sábado. Según el ministro de Salud, Jaime Mañalich, “se optó por un manejo compasivo” de la enfermedad mediante cuidados paliativos, se determinó no conectarla a un ventilador mecánico y se convirtió en la primera víctima fatal del Covid-19 en Chile.

De los más de 289 mil pacientes que han dado positivo por Coronavirus en el mundo, más de 11 mil han muerto. Casi un tercio de ellos sólo en Italia (4.032), que superó a China (3.249) en el número de fallecidos. Más atrás aparecen Irán (1.556), España (1375) y Francia (450).

Los especialistas no han llegado a un número claro respecto a la tasa de letalidad del virus. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el índice fluctúa entre un 2,7% y un 3%. Sin embargo, la situación varía mucho de país en país.

Por ejemplo, en Alemania apenas supera el 0,3% y en Corea del Sur bordea el 1%. Ambas naciones registran números muy bajos comparados con Italia, que se ha disparado sobre el 8,5%, u otros como Irán (7,5%), España (5,4%) y la misma China (4%).

Saneamiento de calles en Nápoles, Italia. Foto: Agencia EFE

En Chile, los últimos datos del Ministerio de Salud registran 537 casos positivos, 33 de ellos se encuentran hospitalizados y siete conectados a ventilación mecánica.

Pese a que sólo se registra una muerte, un estudio de la Imperial College de Londres, que modela el brote basado en los casos registrados en Gran Bretaña, Italia y China, nos sugiere que debemos esperar más.

Dicha investigación calcula que un 4,4% de los casos positivos termina hospitalizado. De ellos, un 30% aproximadamente requiere de cuidados críticos (ventilación mecánica o ECMO). Dependiendo de la edad de estos pacientes que terminen en la UCI, una proporción cercana al 50% muere.

LA PREPARACIÓN DE CHILE ANTE LAS MUERTES

Al ser consultados sobre cómo se estaban preparando para enfrentar las primeras muertes, desde el Minsal confirmaron la existencia de un protocolo, aunque se negaron a socializarlo. “No es el momento, mientras no existan casos”, dijeron. Al confirmarse el primer fallecido, Mañalich descartó la necesidad de un protocolo por ahora y aseguró que “en este momento se maneja con las condiciones habituales y las protecciones que corresponden al servicio funerario”.

Sin embargo, The Clinic logró acceder a una primera versión de dicho documento, que data del pasado 10 de marzo, y que la Subsecretaría de Salud Pública hizo llegar al Colegio Médico. Se trata de un PDF de ocho carillas titulado “Protocolo para el manejo de cadáveres de casos de Covid-19”.

En dicho texto se establecen antecedentes generales de la enfermedad y se subraya que “actualmente no hay evidencia científica que señale la existencia de algún riesgo de infección para quienes manipulan los cadáveres”. Sin embargo, desde el gobierno han optado por tomar las precauciones y, atendiendo a lo que sucede con “otros virus respiratorios”, se decidió considerar que dichos cuerpos “podrían suponer un riesgo de infección para las personas que entren en contacto directo con ellos”.

El documento en sí es bastante riguroso y exige que todo el personal médico cuente con una serie de implementos. Esto despertó las sospechas sobre si en Chile estamos capacitados para cumplirlo. Para la vicepresidenta de la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud (Fenats), Karen Palma, muchos anuncios sobre la contención del Coronavirus se hacen “por la televisión, pero en lo concreto no se materializan”.

“Venimos denunciando desde hace tiempo que faltan insumos, faltan guantes, faltan mascarillas. En Talcahuano se están haciendo mascarillas de forma artesanal, en la primera región hay sólo 24 camas UCI. Ese tipo de situaciones se da en todos los hospitales, sólo que algunos lo resuelven con mayor coordinación que otros”, subraya en diálogo con The Clinic.

Sin embargo, para la destacada médico forense y actual directora del Departamento de Anatomía y Medicina Legal de la Universidad de Chile, Carmen Cerda, “siempre van a ser insuficientes las cosas, por el hecho de que en Chile no hay una conciencia de preocuparse por los fallecidos. No sé si será porque ya no votan, pero no hay preocupación”.

“No hay mucha clara conciencia de que los recintos (donde se tratan fallecidos) deberían ser los más limpios de la Tierra y sería el colmo que alguien se contagiara ahí. Debería ser el reino de la limpieza, pero eso no pasa porque somos autoindulgentes”, subraya.

Con respecto a los insumos, la dra. Cerda reconoce que “no sé cómo estará el stock en los hospitales, pero se ha visto en todo el mundo, incluso en países que uno considera desarrollados, terminan por no ser suficientes. Y al no ser suficientes, tienes que jugártela por la limpieza”.

EL TRATAMIENTO DE LOS CUERPOS

El protocolo chileno fue destinado a todos los centros asistenciales de salud, al Servicio Médico Legal (SML), a las empresas que ofrecen servicios funerarios, cementerios y crematorios. Este se activa al momento que fallece un paciente de Covid-19.

Cada recinto de salud debe “designar un encargado específico para el manejo de los cadáveres”, quien deberá contar con un personal entrenado en “riesgos biológicos, correcto uso de elementos de protección personal y manipulación y traslado del cadáver”.

Antes de trasladar el cuerpo a la morgue, se debe permitir a los familiares ingresar a la sala para una despedida. Sin embargo, deberán hacerlo con una bata desechable, unos guantes y una mascarilla quirúrgica.

Además, se establece expresamente que “no deberán establecer contacto físico con el cadáver ni con las superficies u otros enseres de su entorno o cualquier otro material que pudiera estar contaminado”.

Ese momento, sin duda, es uno de los más complejos que deberán enfrentar los profesionales de la salud chilenos. La dra. Cerda recomienda que “tiene que haber una comunicación apropiada sobre eso. Yo llevo 40 años hablando con familiares, explicándoles las cosas, por qué sí, por qué no, y la verdad es que los más recalcitrantes han entendido”.

“No me parece que sea un obstáculo insalvable, pero tiene que haber una vocería adecuada explicando los riesgos de por qué en este caso sería mejor no tener ese derecho que tenerlo”, agregó.

Las personas encargadas del traslado del cuerpo deben llevar puestos “visores o lentes de seguridad y mascarilla médica para protegerse de cualquier potencial salpicadura de fluidos corporales”, además de una “bata impermeable, desechable, de manga larga, con puños y guantes de procedimiento de látex desechables”. También se les aconseja equiparse con “un par adicional de guantes de goma externos para tareas pesadas y un delantal impermeable resistente”.

Una vez en la morgue, “el cadáver debe introducirse en una bolsa impermeable”, la que “se deberá pulverizar con desinfectante de uso hospitalario o con una solución de hipoclorito sódico que contenga 5.000 ppm de cloro activo”. Incluso, si la bolsa posee una cremallera, se tiene que utilizar pegamento para asegurar su impermeabilidad.

El cuerpo sólo se podrá ingresar en el ataúd una vez que esté dentro de la bolsa. El féretro deberá cumplir con el Decreto Supremo N°357/1970 del Reglamento General de Cementerios, es decir, que sea “completamente hermético e impermeable a fin de evitar la fuga de líquidos y secreciones corporales”. Dicho cuerpo sólo tiene dos destinos posibles: cremación o inhumación, según prefiera la familia.

EVITAR AUTOPSIAS

Muy en línea con lo que establece el protocolo en España, la recomendación general en Chile es a “no realizar autopsia a los cadáveres de personas fallecidas por COVID-19, ya sea que se trate de casos clasificados como caso sospechoso, caso probable o caso confirmado, salvo que existan indicaciones médico-legales muy fundamentadas”.

En un comunicado, el Servicio Médico Legal (SML) especifica que “se aplicará un examen externo, fijación fotográfica y toma de muestras para la realización posterior de exámenes toxicológicos o ADN” sólo para casos sospechosos de Covid-10 que estén mandatados por la Fiscalía.

“Además, se realizará toma de muestra de tejido pulmonar para su análisis en el ISP, organismo a cargo del procesamiento de muestras en casos de Coronavirus”, puntualizan.

No obstante, el protocolo del Minsal establece que “los riesgos habituales del trabajo en la sala de autopsia surgen del contacto con materiales contaminados, especialmente por salpicaduras, más que por inhalación de material infeccioso. Sin embargo, en casos de pacientes fallecidos por COVID-19, los pulmones y otros órganos todavía pueden contener virus vivos y es preciso tomar medidas de protección respiratoria complementarias”.

Entre estas medidas está reducir al “mínimo imprescindible el número de personas que van a realizar la autopsia”. Además, “se debe elaborar un listado de todo el personal, quien debe auto vigilar cualquier síntoma respiratorio en los 14 días posteriores a la última exposición a un caso confirmado para realizar el diagnóstico oportuno y proceder a su aislamiento de ser necesario”.

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