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The Clinic | Lab

24 de Julio de 2020

Grupo Madela, en Escenarios Urbanos: “Hemos aprendido a ver la electrónica desde un lado amable, colaborativo y llevando lo hipnótico del ritual y los cantos a este mundo plástico de máquinas”

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Magdalena y María Paz dan forma a Madela, un dúo híbrido que fusiona lo digital y lo ancestral, mezclando la música bailable con el folclor latinoamericano.

Todo partió el 2014, cuando la compositora Magdalena recorrió América del sur para interiorizarse en los ritmos e idiomas ancestrales de distintas comunidades indígenas. Al año siguiente, se une con la percusionista María Paz, formando un proyecto Electro-Folk femenino, dueños de un sonido fresco que abre una hipnótica convergencia de beats electrónicos con ritmos y melodías sagradas de culturas precolombinas.

Madela formará parte de la primera fecha de Quijotemusic, el ciclo de conciertos de Quijote Films y The Clinic. En cada fecha, un artista consagrado y un talento emergente tocarán desde un espacio abierto a los vecinos, show que todo el mundo podrá disfrutar vía streaming a través del Instagram de @quijotemusic y @theclinic_cl. Cada show cumplirá con todos los protocolos de control y prevención ante el covid-19.

Conversamos con Magdalena y María Paz de disidencia, la escena local y cómo Internet ha revolucionado la forma en que consumimos música.

Magdalena, el 2013 viajaste por América del Sur, involucrándote con diferentes comunidades, ritmos e idiomas ancestrales, lo que dio pie a Madela. ¿Qué detonó, en este viaje, la creación del grupo?

El 2013 tuve la posibilidad de viajar por Chile y Latinoamérica. Fue un regalo conocer diferentes culturas, desde el sur de Chile hasta Ecuador, involucrándome desde lo profundo con las familias, costumbres y ritos tradicionales. Cuando uno se conecta con ello no se puede escapar de ahí. Desde que conocí ese mundo, me enamoré y quise conservarlo desde el respeto y admiración. Por otro lado, la electrónica traía mucho de esto, pero en otra polaridad, el ritual extendido, lo hipnótico, las melodías repetitivas y el trance. Para mí, fue inevitable que no se mezclaran, eran perfectos.

Se conocieron bailando y el 2015, Magdalena invita a María Paz a participar en Madela.

¿Cómo fue ese primer encuentro en la pista de baile?

Maida: Todos los que me conocen saben que me encanta bailar y un día fui con unos amigos a una disco en Bella y…

María Paz: Se me acercó la Maida, sacando su mejor paso de baile y así nos conocimos, dándolo todo en la pista. ¡Jajaja!

Ambas: Nos hicimos amigas al tiro, cachamos que teníamos mucha afinidad musical y así nos empezamos a juntar más seguido, a jammear, a sacar bombo, charango y quenas al baile, y a conocernos desde la musicalidad y la historia de cada una. Ahora somos inseparables.

La música folclórica latinoamericana y la música electrónica digital convergen en Madela. ¿Qué artistas femeninas destacarían de cada género y por qué?

Dentro de este circuito más under en el que nosotras nos desenvolvemos, creemos que hay tremendas artistas y proyectos a destacar. También vemos que hoy, en 2020, es difícil encontrar la pureza de un estilo en particular. Escuchamos músicas de diferentes rincones del globo, que se están expresando desde la mixtura de estilos, ritmos y colores, y en esta oportunidad queremos rescatar la riqueza de estas fusiones, como Dadalú, Reptila, Lido Pimienta, Paz Quintana, Niños Índigo, ¡y un montón de chiquillas secas en verdad!

En algunas de sus canciones cantan en lenguas indígenas, visibilizando idiomas ancestrales que poco a poco se pierden. ¿Qué han aprendido de este proceso?

Las culturas indígenas tienen algo que hemos dejado de ver y que son esenciales para vivir. Lo que más admiramos es la profunda conexión con el cosmos, naturaleza y la comunidad. Hemos aprendido a ver la electrónica desde ahí también, desde un lado amable, colaborativo y llevando lo hipnótico del ritual y los cantos, a este mundo plástico de máquinas. Para nosotras, es fundamental conservar estos cantos y todo lo que podamos compartir de nuestra experiencia con culturas étnicas chilenas y latinoamericanas.

María Paz. se está realizando la primera encuesta nacional “Mujeres y Disidencias en la Industria Musical Chilena: Obstáculos, Oportunidades y Perspectivas”, ¿en qué situación crees que se encuentran las artistas mujeres de disidencias sexuales, de pueblos originarios y afrodescendientes en la industria musical local?

Primero creo que las mujeres y disidencias en la industria musical chilena ya vivimos una invisibilización importante, al no ocupar espacios de liderazgo en el sector y por la tremenda masculinización que existe. Se nos niega y dificulta la participación en espacios distintos a los estandarizados por género. Onda, si eres mujer en el mundo de la música eres corista o cantautora. Es lo primero que se piensa, ¿o no? No se cree que puede haber mujeres y disidencias tecniques, roadies, percusionistxs, directorxs de orquestas, empresarixs de la industria entre miles de roles que se han construido desde lo masculino.

Entonces, si además esto se intersecciona con otras categorías sociales como pueblos originarios o afrodescendientes, imagínate la tremenda brecha que hay en la minoría de la minoría… Por eso creo que esta herramienta que se está levantando con la encuesta es mega importante, para saber cuántes somos, dónde estamos, cómo nos autopercibimos, y en qué condiciones vivimos a nivel laboral en la industria musical chilena.

¡Respondan la encuestaaaa! Link en la bio de @rommdachile

¿Qué rol cumple la política en su música?

La música, en sí, es un acto político, no necesariamente tienes que escribir una letra en tu música que explicite tu compromiso social. En estos tiempos caóticos, entregar a las personas un espacio de conexión, goce y liberación a través de la música, como lo hace la electrónica, es político. Además, tenemos que mirar el lugar desde donde hacemos nuestra música, como alguna vez dijo la Maida, somos mujeres, músicas y hacemos electrónica en Chile. ¡Somos la resistencia, hermana!

¿Qué crees que va a pasar con el estallido 2.0?

¡Vamos a salir con todo, sino pa ké! Nosotras hemos sido parte activa de las manifestaciones desde el arte, la música y la colectividad. Salimos juntas a marchar, a tocar, a hacer performances, y creemos que queda tanto por cambiar, que si antes éramos un millón y medio en Plaza Italia, lo vamos a triplicar hasta que se toque el modelo y se cambie de raíz.

Con el covid-19, la posibilidad de hacer conciertos y fiestas como las conocemos es casi imposible. ¿Cómo te imaginas que será la industria de la música poscoronavirus?

Se viene duro. La industria se está adaptando a esta virtualidad que empezamos a vivir más fuertemente desde hace unos meses. Se vendrán más ferias de la industria, showcases, festivales y lives desde este espacio virtual. Pero también sabemos que nada cambia la experiencia de lo presencial y nos imaginamos este giro poscoronavirus, con ciertos protocolos y también con la creatividad que caracteriza a nuestro sector, que es bien busquilla. Seguirán surgiendo formatos innovadores como #escenariosurbanos para no sacrificar la experiencia del público, ni la salud de las personas que estamos involucradas en realizar shows en vivo.

¿Qué artista emergente te gustaría proponernos para #EscenariosUrbanos?

Hay artistas que nos encantan, porque son más atrevidxs en sus propuestas, juegan con las métricas irregulares, con la experimentación de sonidos, fusionan las máquinas, otros incluyen instrumentos orgánicos, doctos y se la juegan por un sello súper propio y esa ruptura de barreras, nos encanta. Destacamos lo que está haciendo I.O., quien lleva años de carrera en la música y desde el 2018 empezó a mostrar esta nueva propuesta que es media indie, se va al pop y viaja caleta por lo abstracto. También está Girafa, un grupo de cabros de Santiago que lanzaron su proyecto en plena cuarentena y está super fresco, experimental y sin prejuicios. ¡En verdad, podríamos nombrar miles! Mejor los invitamos a poner más atención y buscar música emergente y under chilena, es un mundo enorme y con muchos artistas excelentes.

¿Qué le recomendarían a los nuevos creadores que están iniciando su carrera musical?

Que se atrevan a experimentar a jugar y hacer lo que realmente les guste, el arte es diverso y sus expresiones son múltiples. No se encasillen en lo que dicta la industria, hagan lo que quieran. Como dice una gran amiga desde el mundo de la biodanza: el tiempo es arte.

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