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Actualidad

28 de Julio de 2020

La patrulla del Congreso que aterriza en La Moneda: Analistas examinan a los cuatro nuevos ministros de Piñera

El Gobierno finalmente tuvo que echar mano al Congreso para poder hacer una cirugía mayor a su comité político y reforzó su plantel con cuatro parlamentarios. Los expertos descartan que con esto exista un cambio en la estrategia, pero sí lo ven como una búsqueda de políticos con más oficio y trayectoria para recuperar el control de la agenda pública y ordenar la coalición, sobre todo, de cara al proceso constituyente.

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De cara a la cuenta pública de este viernes, el presidente Sebastián Piñera concretó un cambio de gabinete que se venía especulando desde la aprobación del retiro del 10% de los fondos de pensiones.

Hubo modificaciones en seis carteras, pero la cirugía mayor se concentró en el comité político: Gonzalo Blumel, cuyo rol en el seno del Gobierno era uno de los más cuestionados, le dejó Interior una de las voces fuertes de la UDI, el ahora ex senador Víctor Pérez.

Además, hubo una triangulación de cargos en Segpres, Segegob y Desarrollo Social, donde Claudio Alvarado perdió su lugar y Jaime Bellolio llegó para asumir la vocería, enrocando puestos con Karla Rubilar y Cristián Monckeberg.

Finalmente, las dos almas de Renovación Nacional (RN) se incorporaron al gabinete: Mario Desbordes a Defensa y Andrés Allamand a Cancillería.

Para el director ejecutivo del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), Claudio Alvarado Rojas, esta cirugía en el comité político le ofrece a Piñera “una nueva oportunidad, quizá la última, de recuperar cierto control de la agenda pública”.

“Es un cambio que ayuda a ordenar las filas del oficialismo, pero no sólo eso. Al sumar políticos de peso y con oficio, puede ayudar a mejorar la conducción política en general, y la recepción ciudadana de las propuestas del gobierno. La condición, eso sí, es que el Presidente deje jugar a los ministros y que estos puedan desplegarse”, subraya.

Un matiz ofrece la cientista política y académica de la U. Diego Portales, Carolina Garrido, quien califica el cambio de gabinete como “estético”, aunque concuerda en que servirá para tener “un poco más de orden al interior de la coalición”.

¿GABINETE DEL RECHAZO?

Una de las principales críticas de la oposición al cambio de gabinete apunta a la incorporación de varios hombres de la derecha más dura, algunos de ellos rostros icónicos de la campaña del Rechazo al proceso constituyente.

Sin embargo, para Garrido esta modificación no necesariamente refleja un cambio de estrategia. Si bien reconoce que “le están hablando a un electorado de derecha más duro, tampoco es que antes el gabinete estuviera más dividido entre el Apruebo y el Rechazo”.

Nadie tenía muchas expectativas en torno a este cambio. Mientras Cristián Larroulet, que es el principal asesor y estratega del Gobierno, siga en el segundo piso, no habrá un cambio profundo”, sentencia.

Un contrapunto ofrece Alvarado Rojas, quien señala que este cambio de gabinete “confirma la apuesta de La Moneda por incorporar a todas las sensibilidades del oficialismo. El mejor ejemplo es que ingresan al mismo tiempo Andrés Allamand y Mario Desbordes”.

Jaime Bellolio recientemente dio un giro y declaró: “Chile no aguanta otro golpe al mentón, por eso en octubre votaré rechazo”. Foto: Agencia UNO

EL DURO DEL CONGRESO

Claudio Alvarado Rojas explica que el Gobierno tuvo que echar mano al Congreso porque “era tal el desorden interno y el déficit de conducción política que no le queda más alternativa“.

“Era indispensable renunciar al diseño original del gabinete, sumarle peso político, y naturalmente en el Congreso encontraba nombres funcionales para ese propósito. De paso, incorporó a las distintas vertientes de los principales partidos, lo que ayuda a ordenar la casa”, detalla.

Uno de ellos es el caso de Víctor Pérez, a quien Garrido alinea inmediatamente con Cristián Larroulet. Si bien efectivamente “es una figura de mano dura, comparado con la figura de moderación que representaba Gonzalo Blumel, también vimos que esa figura en verdad no fue tan moderada”.

“Desde el punto de vista de la represión, puede que sea una mano más dura. Pero en la forma de hacer política, me calza perfecto de que es una persona que va a ir en la línea que ya ha implementado Larroulet”, concluye.

Víctor Pérez en la comisión de Constitución. Foto: Agencia UNO

ALLAMAND Y DESBORDES, LOS NEUTRALIZADOS

Garrido explica que el principal objetivo de sumar a Andrés Allamand y Mario Desbordes al Gobierno es “poner paños fríos” a las disputas internas de RN.

Los neutralizas con dos Ministerios que no tienen nada que ver con la política contingente. Además, en Cancillería y Defensa, los ministros mayoritariamente tienen que abstenerse de opinar”, explica.

La opinión de Alvarado Rojas es radicalmente distinta y ve su nombramiento más bien como una oportunidad. “Ellos pueden incorporar otras miradas, una dimensión propiamente política si se quiere, a la hora de tomar decisiones. Con sus diferencias, pueden ofrecer contrapuntos a la perspectiva con la que el piñerismo suele enfrentar la política. Y eso es desde luego una muy buena noticia”.

Andrés Allamand, nuevo canciller. Foto: Agencia UNO

LOS GRANDES PERDEDORES

Al preguntarle por los derrotados de este cambio de gabinete, la respuesta de Alvarado Rojas apunta que “a nivel de partidos, Evópoli sin duda, aunque mantienen a su mejor hombre desde octubre, Ignacio Briones, en Hacienda, lo que no es poco”.

Garrido concuerda, pero también añade a Renovación Nacional. “Por más que todos estén usando máscaras, yo le vi la cara a Desbordes y no estaba contento de asumir. Él era un presidente de partido que estaba haciendo una diferencia en el Congreso, incomodando al Ejecutivo, y ahora está en un Ministerio que no es relevante para la contingencia política”, sentencia.

Mario Desbordes, nuevo ministro de Defensa. Foto: Agencia UNO

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