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28 de Enero de 2021

La nueva máquina de RN que jubiló a la era Larraín

Agencia Uno

Cristián Monckeberg y Mario Desbordes son un dupla conocida en el partido, afiatada desde que ambos cambiaron la declaración de principios. Pero la diputada Paulina Núñez y la subsecretaria Katherine Martorell son hoy también figuras claves en la trama que puso de ganadora al ala liberal del colectivo. Una nueva máquina que se formó en la era post Carlos Larraín, y que pasó veloz para dejar a Desbordes como candidato presidencial, el único que puede aparecer en la fotografía constituyente.

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Apenas Mario Desbordes salió de la mesa de RN propuso a la diputada Paulina Núñez como nueva presidenta del partido. Y en cuanto dejó su cargo en el gobierno como Ministerio de Defensa, hace solo dos semanas, anunció que le encantaría ver a Katherine Martorell como la primera ministra de Interior de Chile.

Aquellas señales del ahora abanderado de RN no fueron casuales. Al interior del partido se sindica a la diputada por Antofagasta -aspirante a senadora por la misma región- y a la subsecretaria de Prevención del Delito, como las figuras políticas femeninas más cercanas a Desbordes, al punto de jugar un rol clave en la trama detrás de la disputa por el poder en el partido. 

Junto a su dupla política, Cristián Monckeberg, los cuatro conforman la cara visible de la nueva máquina del colectivo que a mediados de enero pasó furiosa por las bases, logrando una arrolladora victoria para que el exministro se transformara en su única carta presidencial.    

Más que una foto

La foto de Desbordes junto a las figuras constituyentes era un hito que estaba marcado en el cronograma que, en el entorno del abanderado RN, se trazó para este primer mes 2021 y que podrían concretarse en los próximos días.

“Los cuatro conforman la cara visible de la nueva máquina del colectivo que a mediados de enero pasó furiosa por las bases, logrando una arrolladora victoria para que el exministro se transformara en su única carta presidencial”

Desbordes era la figura más icónica del Apruebo en el oficialismo y uno de los factores que hicieron posible allanar a la derecha para pactar la llegada de nueva Constitución. Que las cartas convencionales del partido aparecieran con él y no con otro candidato, era importante para los liberales RN. De ahí la pelea para que no hubiera libertad de acción y  figuras como Sebastián Sichel, se hicieran un espacio en el partido. El asunto, de hecho, pasó por el Tribunal Supremo, instancia que no solo preside José Ignacio Pinochet -otra pieza de la máquina de Desbordes- sino que también integra la subsecretaria Martorell, una de las figuras del gobierno más cercanas hoy a Desbordes. 

El mismo día del consejo general del sábado 23, el TS falló a favor de validar el proceso de designación del exministro de Defensa como candidato, asunto que reclamaba Carlos Larraín en una carta dirigida a los consejeros, pero que el tribunal zanjó explicando que la convocatoria estaba “perfectamente” hecha. Al mismo tiempo, durante el consejo general, el presidente del TS hizo ver que, mientras exista un candidato de RN designado por el partido, no puede haber libertad de acción como solicitaban diputados y senadores. Explicó que eso había ocurrido con Sebastián Piñera, cierto, pero porque en RN no había un candidato propio y el hoy presidente de Chile, no era militante. 

La jugada terminó a favor del cronograma desbordista, que incluyó además otro pase-gol de los liberales: que se pusiera límite a la actual directiva de transición, que encabeza Rafael Prohens, para que a partir del jueves 28 de enero, éste definiera una fecha exacta para las nuevas elecciones internas, lo que debía incluir una convocatoria oficial. El fallo del TS habilita la llegada de una mesa que la nueva máquina RN espera sea encabezada por Monckeberg. Y ya se habla de que el 13 o 14 de mayo se realicen esas elecciones.  

El fin de la era Larraín

Carlos Larraín, el gran perdedor de este episodio, piensa así: “Monckeberg y Desbordes se van combinando. Cristián dejó a Mario como presidente del partido. Mario promovió a Cristián a ministro General de Gobierno. Y así fue, vamos ayudándonos en distintas oportunidades”, confesó a The Clinic. Según él,  la trenza desbordista ha ido amenazando a militantes con quitarles sus cargos en el gobierno, si es que no recibe apoyo para lo que viene. Desde su entorno acusan que este equipo, además, acomoda las fechas a su beneficio, como haber convocado a consejo justo en la previa electoral.

En el entorno de Desbordes, Monckeberg, Núñez y Martorell reconocen que efectivamente se trabaja en conjunto y alineados, pero no sólo rechazan la idea de que buscan apoyos a través de una manipulación de ese tipo, sino que la lectura sobre la nueva estrategia. Para asesores y cercanos a las cuatro figuras, las coincidencias valóricas y la aspiración de obtener una nueva Constitución, son el verdadero motor detrás de este recambio generacional que ha experimentado el colectivo. 

Así fue como en las últimas semanas junto a sus equipos -que incluyen a asesores como Pablo Matamoros- fueron consiguiendo patrocinios para que Desbordes inscribiera su candidatura con más 300 firmas de consejeros. Se ríen, de hecho, del momento en que el otro aspirante a candidato presidencial, que bajó su campaña un día antes del consejo general, Francisco Chahuán, llegó con una caja muy vistosa que contenía tan sólo 100 patrocinios. Se ríen, porque pese al tamaño del envase, éste era demasiado liviano, tanto así que el momento cuando Prohens lo recibe se transformó en un video-meme con música de Benny Hill de fondo, viajando veloz, durante días, por los whatsapps de militantes. 

“´Monckeberg y Desbordes se van combinando. Cristián dejó a Mario como presidente del partido. Mario promovió a Cristián a ministro General de Gobierno. Y así fue, vamos ayudándonos en distintas oportunidades´, confesó Carlos Larraín a The Clinic. Según él,  la trenza desbordista ha ido amenazando a militantes con quitarles sus cargos en el gobierno, si es que no recibe apoyo para lo que viene”.

Para este grupo, el fin de la era Larraín y el declive de esa ala conservadora de RN -que para efectos de esta contienda incluye a quienes responden al canciller Andrés Allamand- se debe a dos hechos: haber cambiado en 2014 los principios del partido y la llegada del financiamiento estatal para los colectivos. En particular se decía de RN, que el patrimonio de Carlos Larraín, su presidente por nueve años, obligaba a su omnipresencia a la hora de elegir candidatos. 

Hugo Herrera, filósofo detrás de la apuesta ideológica de Desbordes, explica: “En cuanto llega Cristián Monckeberg a la presidencia de RN, se hace un congreso ideológico, donde lo más importante fue el asunto programático. Ahí es cuando se mira hacia la centroderecha europea, hacia la Democracia Cristiana alemana, y se incorporan conceptos de solidaridad o controlar al mercado para que los abusos no se cometan”. Es el momento de la conjunción política entre Desbordes y Monckeberg. “Ellos dos se percataron, antes que nadie en el partido, de que había un problema ideológico en la centroderecha”, apunta Herrera y agrega: “Las coincidencias se producen fácilmente, sin la necesidad de una coordinación o una máquina, porque hay una coincidencia ideológica de fondo”.   

Herrera cree que el financiamiento público también cambió el orden de las cosas: “influyó para que dentro de RN afloraran todas las tendencias ideológicas, incluso pasó más que en el RN de los 90”.  

El factor Núñez

Luego de conseguir que fuera Desbordes el único abanderado permitido para estar en la foto de los constituyentes del partido -el que se fotografíe con otra figura presidencial está expuesto a sanciones-, el hito siguiente en el cronograma es que Monckeberg llegue nuevamente a la presidencia. 

La jugada incluye el arribo del alcalde de Padre Hurtado, José Miguel Arellano, como secretario general del colectivo, asunto que se concretó en los días previos al consejo general. La presión sobre Gonzalo Cisternas – cuestionado exsecretario general- lo obligó a renunciar en favor de Arellano, un reconocido cercano del extitular Segpres. 

“Hugo Herrera cree que el financiamiento público también cambió el orden de las cosas: ´influyó para que dentro de RN afloraran todas las tendencias ideológicas, incluso pasó más que en el RN de los 90´.”

La idea es que Monckeberg conjugue su labor como candidato del codiciado distrito 10 a la Convención Constitucional, con la de candidato a presidente de RN, que ejercerá como generalísimo de las campañas constituyentes. 

Paulina Núñez, por su parte, anotó una celebración contundente la semana pasada: su máxima contendora en Antofagasta, Karen Rojo, quedó fuera de juego tras la estocada que la justicia le dio a la exalcaldesa, quien también buscaba convertirse en senadora. Quienes conocen a Núñez explican que ella es implacable a la hora de elegir a sus enemigos y que, como buena mujer de regiones, sabe encontrar su espacio en las grandes ligas del partido. Con ascendencia cada vez mayor entre los diputados, su tenacidad para trabajar es algo que la máquina de Desbordes necesita. 

Es así como, según testigos, con Monckeberg en la presidencia de RN, Martorell manteniéndose en el gobierno tras haber rechazado salir a enfrentar una candidatura electoral pero apoyando los pasos del grupo desde Tribunal Supremo RN, Núñez en el Cámara Baja pero con su mirada puesta en el Senado y Desbordes en la contienda presidencial, el nuevo poder de RN cubre varios frentes que hasta ahora habían sido propiedad de una generación anterior. Lo que sí, algo evidente: el nuevo poder de RN se circunscribe dentro del piñerismo y cuenta con el apoyo de su máximo líder, el mismo Presidente.  

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