Columna de María José Viera-Gallo: Un presidente que sepa llorar
“Me gusta Boric por nostalgia y familiaridad, pero sobre todo por omisión, por ese joven, ese líder, que mi generación nunca vio crecer. Porque sin quererlo ni buscarlo, está dónde está”, escribe María José Viera-Gallo.
Copia y pega esta URL en tu sitio WordPress para embeberlo
Copia y pega este código en tu sitio para embeberlo