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9 de Febrero de 2022

Paulina Bocaz: “Una niña que hoy es chica y mire a Izkia Siches va a saber que es posible ser ministra del Interior”

Paulina Bocaz

En el 2019 la representante estadounidense en el observatorio Alma y vocera de la campaña Provoca, que busca estimular a las mujeres a seguir carreras científicas, comentaba a The Clinic que no hay ninguna causa biológica para que las mujeres estén subrepresentadas en el área. Sus apreciaciones fueron refrendadas en enero pasado en el cierre del Congreso Futuro, donde presentó a la neurocientífica Gina Rippon, quien desmitificó que existan diferencias sustanciales entre los cerebros de hombres y mujeres. Aquí Bocaz describe un proyecto de mentorías que busca potenciar referentes femeninos a adolescentes que buscan desarrollarse en la ciencia, además analiza la actualidad del país ad portas del cambio de gobierno: “Yo encuentro esperanzador el gabinete, justamente porque hay un mensaje no sólo de paridad de género, sino que también de diversidad”.

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Cuando Paulina Bocaz era una niña, Tongoy -el balneario donde veranea desde que tiene memoria- no era la misma localidad costera que es hoy día. En sus recuerdos, Bocaz -representante del Observatorio Radioastronómico Nacional de Estados Unidos del Observatorio Alma- rememora un lugar mágico y casi completamente ajeno a la urbanidad; además de una de las caletas más generosas en moluscos y pescados (eso se mantiene hasta hoy). A eso se sumaba la ausencia de alumbrado público, lo que permitía admirar las estrellas y los satélites en un cielo despejado de contaminación lumínica. 

Esos cielos perlados de los veranos en Tongoy,  influenciaron tanto a Bocaz que de muy chica le dijo a su madre que ya sabía a lo que se quería dedicar en la adultez.

“El cielo era alucinante. Sin contaminación lumínica, una maravilla. Yo era bien chica y ya decía que me gustaría ser astrónoma. Además yo veía esta serie Cosmos de Carl Sagan, me encantaba, alucinaba con la idea”, recuerda Bocaz. 

A medida que Paulina fue creciendo, la astronomía se fue alejando como opción de estudios. Las circunstancias que vivió la hicieron, al menos por unos años, bajar la mirada y fijar su atención en la Tierra y en las personas que la habitan. 

En 1988 se fue a vivir a Canadá en donde terminó su enseñanza media. Ya en la universidad, Bocaz tomó cursos de ciencias políticas, antropología, sociología e incluso de literatura, donde los cuentos de Julio Cortázar eran sus preferidos. 

“Para mí fue súper importante tratar de entender la destrucción de la democracia que pasó en Chile y en otros países del mundo. Entonces, por eso llegué a estudiar ciencias políticas”, recuerda Bocaz sobre su proceso de estudios, donde se especializó en estudios latinoamericanos, además de un posgrado en ciencias políticas. 

Luego de sus años de estudios y trabajos donde destacan roles en el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y Naciones Unidas,  naturalmente Bocaz volvió a dirigir su cabeza hacia arriba. Desde el 2007 y pese a no ser una astrónoma como soñaba de niña, Bocaz se desempeña en el Observatorio ALMA, primero lo hizo en el área de asuntos corporativos y desde 2016 como representante de Associated Universities Inc. y el Observatorio Radioastronómico Nacional de EE.UU. en Chile.

¿Qué hace una cientista política en un observatorio? es la pregunta natural y que Paulina suele escuchar y  responder con naturalidad, como si se tratara de un reflejo espontáneo. Bocaz comenta que el observatorio Alma -el mismo que fue parte de la colaboración internacional que permitió obtener la primera imagen de un hoyo negro- funciona como una especie de mini ONU donde participan más de 20 países.

Entonces hay un tema que es muy político. Muy de llegar a consensos entre personas de distintas culturas. Un tema también de asuntos corporativos y de representación que no se aleja tanto de lo que hacen los cientistas políticos y los diplomáticos”, asegura.

Aquel rol diplomático al que apunta Bocaz, que incluye reuniones con autoridades a nivel nacional y regional, debe ser complementado con el desempeño en un área clave para Alma: “En Estados Unidos, los observatorios los financia la Fundación Nacional de Ciencias, o sea, están financiados por los impuestos de los estadounidenses y tiene un foco bien marcado en tener este impacto positivo en la sociedad en términos de incluir a personas, ahí no sólo a mujeres, también hay un aspecto racial, étnico, incluso si en la familia es o no primera generación que va a la universidad”, cuenta Bocaz. 

A través de esta “misión” Paulina se ha especializado en temas de género. Ideó un programa llamado “Provoca” (Promovamos Vocaciones Científicas)​​, para estimular el ingreso de mujeres a las carreras científicas, las que en Chile están dramáticamente subrepresentadas. El proyecto comenzó con una idea certera y muy significativa: que niñas con ganas de ser científicas conocieran a mujeres reales que han cumplido ese sueño. Luego, decidieron que esas experiencias se podrían grabar y difundir para incentivar a otras niñas. 

Por su rol en Provoca, a fines de enero, Paulina Bocaz fue la encargada de presentar a la doctora en neurociencia Gina Rippon, en la jornada de cierre del Congreso Futuro 2022. Durante su charla, la neurocientifica desarrolló las ideas de su libro “The Gendered Brain” (“El género y nuestros cerebros”), donde plantea que es un error pensar que hay cerebros femeninos y masculinos, con características predeterminadas biológicamente. 

Los planteamientos de Rippon son los mismos que Paulina Bocaz ha presenciado tanto en su vida profesional, como en su rol en Provoca. Una cruel premisa que nos dice que las experiencias de vida están influenciadas por los estereotipos de género que moldean el cerebro desde temprana edad, creando límites psicológicos internos y prejuicios sociales entre hombres y mujeres, los que  acrecientan las brechas de género. 

“Si no hay más mujeres en la ciencia, es por causa de los sesgos”, dijo Bocaz en una entrevista con The Clinic el 2019, palabras que indudablemente reflejan lo expuesto en el Congreso Futuro. 

-Durante el Congreso Futuro expresó que hace tres o cuatro años era momento de poner en discusión el tema de las brechas de género en la ciencia, pero que hoy que ya está sobre la mesa era el momento de actuar. ¿Cómo se traduce eso?

-Siempre va a ser momento de visibilizar, pero en el fondo nos dimos cuenta de que no es suficiente una campaña comunicacional de los referentes femeninos y los modelos de rol. Además hay que guiar y acompañar; por eso ahora en Provoca estamos en la etapa de mentorías de un acompañamiento que es más continuo en el tiempo.

-¿De qué se trata eso?

-De mayo a diciembre del 2021 estuvimos capacitando a 28 mentoras de distintas disciplinas; no son todas astrónomas: hay ingenieras en mina, hay matemáticas, astrofísicas, un poquito de todo. Ahora estamos trabajando mucho porque vamos a crear un perfil para cada una, en donde hay una pequeña reseña biográfica, una foto y un video, para que las niñas de enseñanza media, universitarias y estudiantes de técnico profesional puedan postular y puedan decir con quién les gustaría trabajar como mentora. La convocatoria va a ser en abril y ya en mayo de este año estaríamos empezando con las mentorías.

-¿Y ahí es como un Tinder de mentorías, donde se hace un match entre los perfiles de las profesionales y las postulantes?

-Exactamente. No podemos garantizar a una estudiante que necesariamente va a trabajar con la mentora que elija, pero nos puede dar sus preferencias y ahí nosotros vamos a hacer el match con la disciplina que le interesa, según la región también. No tenemos mentoras de todas las regiones de Chile, porque tenemos sólo 28 mentora, pero sí de gran parte de ellas. 

Paulina Bocaz

-¿Cuántas estudiantes podrán tener una mentoría?

-Nosotros pretendemos escalar esto y llegar aún a más estudiantes. Pero este año vamos a empezar con dos mentoras por grupos de cuatro estudiantes, entonces en el fondo van a ser 56 las estudiantes elegidas.

-¿Cómo fue el proceso de capacitación de mentoras?

-Nos sorprendió mucho y positivamente, fue una experiencia muy profunda de cambio para las mismas mentoras. Es interesante eso porque entre quienes se preparan para ayudar a alguien más había un proceso de autoconocimiento, de hacer redes con otras profesionales científicas, de compartir experiencias, de plantarse de mejor manera para poder hablar de la propia experiencia, entonces había desarrollo de habilidades. Reafirmar la identidad científica. 

-¿Me imagino que también se formó un diálogo con respecto a la importancia de esto considerando que quizás algunas no tuvieron referentes femeninos?

-Absolutamente. Esa fue una de las cosas que yo encontré bastante emocionante. Te diría que una minoría, realmente unas poquitas sí tuvieron un modelo de rol. Pero eran la excepción las que tenían referentes femeninos. Además, hay otro aspecto. Nosotros no sólo nos estamos enfocando en género, tratamos de darles la oportunidad a estudiantes que tienen menos acceso por razones socioeconómicas, o de ubicación, o de orientación sexual, o de discapacidad. Y ahí te das cuenta de que es aún más difícil, que hay menos referentes; que a lo mejor ellas son las primeras miembros de su familia que van a ir a la universidad, o que aspiran a una carrera universitaria. 

Ni de hombres ni de mujeres, solo cerebros

-A lo largo de la pandemia, distintos informes alertaron sobre una importante alza en las brechas de género por el confinamiento. ¿Me imagino que la ciencia no está excluida de esta problemática?

-Hay evidencia clara de que se han profundizado las brechas de género en todos los ámbitos, incluido el de las ciencias. Es bien impactante porque la pandemia evidenció de una manera bastante cruda que no hay mucha corresponsabilidad en el tema de los cuidados de los niños y de los adultos mayores. Las tareas recaen más que nada en las mujeres y al final terminó teniendo la consecuencia de que las investigadoras no podían realizar sus actividades. Fue un retroceso brutal. 

-Durante el desarrollo del Congreso Futuro usted presentó a la Doctora Gina Rippon, quien plantea que es un error pensar que hay cerebros femeninos y masculinos. Pese a ello, no hace mucho -por ejemplo- algunos apoderados del Instituto Nacional argumentaban diferencias cerebrales cuando se discutía su paso a un modelo educativo mixto ¿Qué tan instauradas están esas creencias aquí en Chile?

-Yo creo que la investigación que realiza la doctora Gina Rippon da en el clavo con respecto a eso. Uno podría decir “mira, con el movimiento feminista de los últimos tiempos estas cosas ya deberían estar en el pasado” ¿Cierto?, pero no es así. ¿Y por qué no es así? Por los estereotipos y los sesgos. El cerebro absorbe y refleja la realidad del entorno, entonces yo encontré que era fantástico lo que hacía la doctora Rippon. Hace dos cosas:

Muestra que el cerebro es muy plástico, que quiere decir que uno puede aprender nuevas habilidades o mejorar habilidades ya existentes sin importar el sexo, sin importar la edad, sin importar la ocupación. Lo que es alentador, pero al mismo tiempo, el cerebro, decía ella, funciona como un navegador de auto. Te ayuda a navegar el mundo y a navegar adaptándose al entorno. ¿Qué significa eso? Que las guaguitas desde muy chicas ya están absorbiendo todos los estereotipos y los replican, porque para funcionar bien en sociedad tengo que adoptar y aplicar los códigos de esa sociedad.

-¿Y allí es cuando surgen los sesgos? En la charla se decía que los niños desde los 6 años ya creen que serán mejores para matemáticas que sus compañeras sólo por ser hombres.

-Eso es triste, pero al mismo tiempo te demuestra con un muy buen ejemplo que los niños a los 6 años ya han incorporado esos sesgos de género y dicen que para ser matemáticos, o para ser científicos, hay que ser muy brillantes y asocian el ser muy brillante con varones y no con niñas. Y eso te lo dicen tanto los niños como las niñas. Lo que mostraba la doctora Rippon es que a esa edad no hay diferencia en desempeño. O sea, ella lo que en el fondo nos está diciendo es que no existe una cosa tal como un cerebro femenino y un cerebro masculino, lo que pasa es que socialmente nosotros vamos haciendo diferencias, como que el origen es más social que biológico. 

-¿Y por ende se está estimulando más a los niños que a las niñas?

-Exacto. Entonces yo creo que ése es el mensaje clave, en el fondo, que es que también ella dice que cuando se han hecho esfuerzos muy serios, por ejemplo, en una sala de clases, se hacen esfuerzos para que sean muy neutros en el punto de vista de género, desaparecen las diferencias de desempeño. Y al contrario cuando tienes una educación muy sesgada, hay una cosa que se llama amenaza de estereotipo, que es que las niñas, o poblaciones indígenas, o personas con discapacidad, sienten la amenaza de estereotipo: saben que se espera que tengan peor desempeño y eso al final se transforma en una profecía autocumplida.

“Un gabinete esperanzador”

-Llevemos lo que estamos conversando a la actualidad ¿Qué tanto contribuye que tengamos una ministra de Interior, una primera presidenta del Banco Central, más de la mitad del gabinete también mujeres?

-Yo encuentro que es esperanzador el gabinete y las otras autoridades que se están nombrando, justamente porque hay un mensaje no sólo de paridad de género, sino que también de diversidad. Primera vez que vemos tantos ministros de regiones, gente que en términos de orientación sexual es abiertamente de disidencias sexuales, de edades. 

-No tanto ingeniero comercial. Como el meme…

-El meme, claro. Pero hablo de edades, de posturas políticas, diría yo. Se pensaba antes del nombramiento del gabinete que iba a ser mucho más de la alianza y punto, pero fue bastante transversal, con muchos independientes y con mucha gente de distintos partidos. Así que yo lo encuentro esperanzador del punto de vista de lo que se viene, creo que va a ser un desafío grande por el tema de las expectativas y cómo estamos en términos post pandemia. Hay mucha inflación, probablemente con las tasas de interés tan altas va a ser difícil, vamos a tener un crecimiento económico más bajo. Va a ser desafiante, pero yo creo que es esperanzador. 

-¿Por qué?

-Por esto mismo también de los referentes. O sea, que una niña hoy en día que es chica y mire a Izkia Siches va a saber que es posible ser ministra del Interior. Es súper potente cuando tú siempre has visto que hay gente que no se parece a ti y está en posiciones de liderazgo, entonces tú no te imaginas ni te proyectas en esa posición de liderazgo. Tener un gabinete diverso en todos esos aspectos, incluido el género, es algo potente creo yo para las nuevas generaciones.

-¿Cómo ves el futuro de la ciencia?

-Yo creo que tenemos como tema para el devenir de las ciencias en el tema país es que invertimos muy poco en investigación y desarrollo. Chile es uno de los países que menos invierte en el grupo OCDE, está ahí abajo con Colombia y México. Nosotros invertimos el 0,35% de nuestro PIB.

-Prometieron un 1% ahora.

-Claro, prometieron 1%. Y el promedio OCDE, porque hay muchos países que están sobre eso, es de 2,42%. O sea, gastamos un séptimo del promedio. Países como Israel gastan casi un 5%, imagínate. Y yo creo que la inversión en investigación y desarrollo es clave para tener avances. Porque sí uno invierte muy poquito y se espera que haya una rentabilidad comercial en el corto plazo, no funciona así el tema de las ciencias básicas. A nosotros que trabajamos en observatorio astronómico muchas veces nos preguntan “¿Pero para qué sirve?”…

O sea, como que es muy abstracto esto de mirar las estrellas, y hay muchísimas aplicaciones en la medicina, en otras áreas. En seguridad, en un montón de ámbitos, que se derivan de la astronomía y la radioastronomía en particular. Uno no sabe bien a dónde te lleva la investigación en ciencias básicas, tienes que hacer esa apuesta y eventualmente vas a tener un retorno, pero no es inmediato, no es en el corto plazo. No tiene necesariamente una aplicación comercial inmediata. Pero yo creo que ése es un desafío país importantísimo que tenemos que invertir más en investigación y desarrollo.

-De la mano con esa inversión, ¿tú sientes que los nombramientos actuales van bien encaminados también?

-También encuentro que es esperanzador. Hay que esperar a ver el desempeño, todavía no ha empezado el nuevo gobierno, pero creo que son muy buenas las señales.

-No sólo en ciencias hay un científico liderando. También la científica Maisa Rojas será ministra de medioambiente ¿Qué te parece eso?

-Maisa Rodríguez es consejera de Comunidad Mujer al igual que yo, pero no la conozco personalmente. Pero sé que estamos ahí alineadas con el mismo tipo de misiones. 

Estimulando a futuras científicas 

-Durante el Congreso Futuro entregó un dato muy desalentador. Chile en la escala sudamericana es el último país con mujeres entrando a carreras tecnológicas. ¿ Cómo es el panorama en otras áreas?

-Según un estudio de ONU Mujeres, Chile entre 18 países de América Latina y el Caribe es el país con el menor porcentaje de graduadas en tecnología. Y si uno mira más allá, es el tercero más bajo en ingenierías, y el cuarto más bajo en ciencias. Así que el peor dato es el de tecnología, pero tampoco nos va tan bien en ingeniería y ciencias. A pesar de que ha habido avances en el último tiempo, no estamos bien ni siquiera en nivel latinoamericano.

-Y me imagino que el proyecto de inspiradoras de Provoca del que hablábamos al principio viene un poco por estas malas cifras, ¿no?

-Absolutamente, para tratar de revertir la baja participación, pero también en el largo plazo la baja retención. Hay una importante fuga de talento en el camino. En el fondo, si tú miras las cifras no son tan malas de mujeres que entran a ciencias, pero a medida que va avanzando la carrera quedan menos que van avanzando a profesoras asociadas, después a profesoras titulares, tenemos sólo un 8% de mujeres rectoras de universidad. Todavía tenemos poco tiraje en términos de mujeres en posición de liderazgo y de retener ese talento en el tiempo. Esa es la razón de ser de Provoca, inspirar al principio con referentes, pero después acompañar en el tiempo para potenciar ese talento. No simplemente que entren, sino que también surjan.

-¿Cómo una joven puede postular a las mentorías?.

-En www.provoca.org. Va a haber un formulario. Esto obviamente es sin costo, somos una organización sin fines de lucro, así que básicamente va a ser mediante una postulación en que nos diga qué la motiva a postular. Eso va a estar disponible en abril. Probablemente en marzo ya tengamos los perfiles de las mentoras en nuestro sitio web.

-Y sobre tu historia personal, ¿no sientes que con mayores referentes pudiste ser astrónoma?

-Lo he pensado, solamente por todo lo que he leído y lo que he ido aprendiendo a través de este programa de decir bueno, a lo mejor si yo hubiese tenido algún referente, algún astrónomo, me hubiese interesado. Yo era bien buena en matemáticas, pero era mejor para escribir y para el lado de la literatura, la filosofía y las ciencias sociales. Podría haberme ido por cualquiera de los dos lados. No me arrepiento en lo absoluto, yo amo la literatura y las ciencias sociales, pero también encuentro apasionante el tema de las ciencias.

Paulina Bocaz

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