Casi un mes

El gobierno, aunque comparte muchas de las ideas de la Convención, es otra cosa. Partiendo por el presidente, que vemos todo el tiempo rezando, abrazando niños, leyendo libros, como si más que a presidente postulara a ser un nuevo santo para Chile. Algo que, sin embargo, no se ve falso ni vergonzoso en él porque se ajusta a su carácter.