“Los colegios no son guarderías”

Sin pretender transformar a los colegios en centros de salud ni a los profesores en personal sanitario, hay que reconocer que los profesores están en una posición privilegiada para aportar. Ellos, al establecer un contacto cercano y prolongado con sus estudiantes, cuentan con una oportunidad única para favorecer su adecuado desarrollo emocional y reconocer situaciones de riesgo que ameritan una evaluación en salud mental.