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Mundo

29 de Agosto de 2022

Lo que se sabía del “indio del hoyo”, el indígena que murió y era el último de su tribu: vivió aislado por más de 20 años

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El hombre perteneciente a una etnia desconocida vivía totalmente solo y evitó todo contacto con el resto del mundo. Su tribu habría sido masacrada tras varios ataques que ocurrieron hace unos 50 años.

Por Deutsche Welle

Un hombre indígena que vivía desde hace más de 26 años en aislamiento en la selva amazónica de Brasil falleció aparentemente por causas naturales, según informaron el sábado 27 de agosto según informaron fuentes oficiales.

El “indio del hoyo” o “indio Tanaru”, el último superviviente de una etnia totalmente desconocida, fue hallado muerto en su hamaca, dentro de una de sus chozas, según informó la Fundación Nacional del Indio (Funai) en un comunicado.

A pesar de que no se encontraron vestigios que indiquen la presencia de otras personas cerca de la choza ni señales de violencia o de lucha, el cuerpo de este hombre será sometido a una autopsia por un médico forense de la Policía Federal.

Su pueblo fue masacrado

Este hombre fue visto por primera vez hace 26 años en la tierra indígena Tanaru, ubicada en el estado de Rondonia, cerca de la frontera con Bolivia. Desde entonces había sido monitorizado con drones y escáner en tres dimensiones para tratar de identificar los diferentes puntos en los que habitaba, para así poder protegerlo.

Según las organizaciones de defensa y protección de las tribus indígenas, el resto de su pueblo fue masacrado en una serie de ataques que ocurrieron a partir de la década de los 70. Por lo mismo, no se conoce mucho sobre su pueblo y él se resistía a tener contacto con otras personas.

En 2018 la organización gubernamental Funai logró grabar a este hombre, dejando un registro de su persona.

Vivió en al menos 53 chozas

El territorio de Tanaru comprende una pequeña isla de bosques en un mar de enormes haciendas agroganaderas, en una de las regiones más violentas de Brasil.

Durante todos estos años de observación, la Funai identificó 53 chozas en las que este hombre vivió, todas ellas con una única puerta y siempre, con un hoyo en el interior de la vivienda, lo que le valió el apodo de “indio del hoyo”.

En la selva brasileña se han identificado al menos 114 pueblos indígenas que viven aislados, sin mantener contacto con el resto del mundo.

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