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4 de Abril de 2023

El efecto “perder por poco” o “casi ganador” hace que te sientas ganador

La suerte es algo muy subjetivo que se vincula a los juegos de azar, y quienes se enfrentan a un “Near Miss” pueden interpretar que la suerte está cerca. Esa motivación que surge de manera sucesiva está vinculada a los receptores de dopamina, tal y como concluye el estudio de 2011 sobre los efectos del “Near Miss” en el juego. 

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Los juegos de azar se han mantenido como parte de nuestra sociedad debido al efecto que son capaces de proporcionar a los jugadores. Esa emoción de esperar los resultados, el suspenso que hay en la posibilidad de reclamar un gran premio al jugar en los mejores casinos online, hacen que sea una práctica habitual en la que constantemente estamos expuestos ante el riesgo de perder. 

Entre las múltiples razones que pueden ser un disparador de motivación para apostar, se encuentra el efecto “Near Miss” un fenómeno propuesto por primera vez por BF Skinner, un psicólogo conductual que afirmó que nuestro cerebro podía reaccionar de una manera muy particular ante los casi aciertos

Queremos compartir contigo parte de los estudios realizados que han dado soporte a esta teoría del “Near Miss” y cuál es su impacto en la conducta de los apostadores. ¿Es posible que el “Near Miss” tenga un vínculo con el juego compulsivo? Te invitamos a seguir leyendo para descubrirlo. 

Estudio 2011

Con la intención de demostrar el impacto del “Near Miss” en el entorno de juego, la Universidad de Columbia Británica y la Universidad de Oxford, publicaron los resultados de la investigación en la que se utilizaron ratas y una máquina de tragamonedas diseñada especialmente para el experimento. 

La máquina contaba con tres luces, y si tres de ellas se encendían luego de que la palanca era presionada por los roedores, estos recibían una recompensa. En caso de utilizar la palanca cuando perdían, recibían una penalización de algunos minutos. El resultado arrojó que los roedores eran capaces de presionar la palanca para reclamar su recompensa en cada victoria, pero también lo hacían cuando solo dos de las luces se encendían, por lo que eran capaces de interpretar un “Near Miss”. 

Se determinó que la dopamina tenía una gran participación en la motivación de apostar, ya que se asocia con el placer y la búsqueda de una retribución o recompensa, así que las victorias reales y los “Near Miss” son interpretadas de la misma manera. 

Estudio 2019

El estudio realizado por la Universidad de Alberta se centró en analizar el comportamiento de palomas mensajeras, las cuales eran capaces de reclamar una recompensa cuando se encendían tres luces rojas. Sin embargo, su comportamiento no fue concluyente ante el “Near Miss”, pues al encenderse 2 luces rojas, no hubo un comportamiento compulsivo. 

Posteriormente, se diseñó un experimento para humanos, donde se incluyó un juego muy parecido a una tragamonedas. Cada partida tenía un valor de 5 centavos y una victoria les proporcionaba 40 centavos. Luego de 300 rondas, los investigadores no detectaron ningún comportamiento irregular con relación a los casi aciertos. 

Finalmente, concluyeron en que las condiciones de un casino real pueden incrementar el impacto del “Near Miss”, y que este efecto puede tener una incidencia mayor en los jugadores compulsivos en comparación con los que no suelen jugar con frecuencia. 

¿Por qué juego hasta que pierdo?

En los juegos de azar existen dos posibles resultados, no hay puntos medios, por lo que la búsqueda de una victoria no siempre termina en éxito. Los jugadores conocen esta condición, y aun así, son capaces de asumir el riesgo y participar en diferentes modalidades de juego en las que el “Near Miss” suele estar presente en muchas situaciones. 

Jugar a la ruleta y ver como la bola cae en un número vecino, conseguir dos diamantes en una tragamonedas en lugar de tres, o conseguir 22 puntos en una mano de blackjack, son interpretados por nuestro cerebro como casi aciertos. En casos puntuales, puede ser un estimulante para continuar en la búsqueda de esa victoria. 

La suerte es algo muy subjetivo que se vincula a los juegos de azar, y quienes se enfrentan a un “Near Miss” pueden interpretar que la suerte está cerca. Esa motivación que surge de manera sucesiva está vinculada a los receptores de dopamina, tal y como concluye el estudio de 2011 sobre los efectos del “Near Miss” en el juego. 

En teoría, jugamos solo por la emoción de la espera de un resultado. El azar, la estrategia y la habilidad, son tres factores presentes que determinarán nuestras probabilidades de éxito, por lo que, el “Near Miss” puede ser interpretado por nuestro cerebro como una sensación satisfactoria. 

¿Por qué no puedo parar de jugar hasta que gano?

Aunque existen juegos en los que nuestra habilidad puede verse involucrada, hay algunos en los que dependemos totalmente de la suerte. Nuestro cerebro es capaz de interpretar una sensación similar cuando el balón de fútbol pega en la escuadra, que cuando logramos hacer el gol.

En la búsqueda de ese resultado exitoso en una tragamonedas, podemos encontrarnos con casi aciertos que nos generan esa sensación de bienestar tan parecida a una victoria que instintivamente buscamos experimentar de nuevo. 

Los resultados de un “Near Miss” no nos proveen otra recompensa más que una sensación de cercanía a la victoria. La emoción, la adrenalina, la dopamina, suelen ser los motivadores para seguir intentándolo. Sin embargo, se ha demostrado en el estudio de 2019, que no todos los jugadores son susceptibles al “Near Miss” y que, en su mayoría, los jugadores no frecuentes no desarrollan conductas de juego compulsivo al conseguir estos casi aciertos. 

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