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Política

19 de Abril de 2023

Los intensos siete meses de Ana Lya Uriarte: desde sus gestiones para conseguir acuerdos hasta la dura derrota por la reforma tributaria

La recién renunciada ministra de la Segpres tuvo un rol clave para encauzar las relaciones entre el gobierno y el Congreso.

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Siete meses fueron los que Ana Lya Uriarte estuvo a la cabeza de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres). La militante del Partido Socialista, que será reemplazada por el ahora exsenador Álvaro Elizalde (PS), renunció este miércoles al gabinete ministerial, tras permanecer desde hace más de un mes con licencia médica por un cuadro de long Covid-19. 

Su ausencia era un problema para el gobierno. Y si bien hasta ahora había sido sustituida por la subsecretaria de la Segpres, Macarena Lobos, su presencia en el Congreso era clave para encauzar la relación con el Ejecutivo y el despliegue de la agenda legislativa. 

La otrora secretaria de Estado, también de la expresidenta Michelle Bachelet, asumió el seis de septiembre de 2022 –primer cambio de gabinete-, tras la remoción de Giorgio Jackson en medio de fuertes cuestionamientos de parlamentarios, incluso oficialistas, sobre la gestión que tuvo el militante de Revolución Democrática (RD).

El Presidente Gabriel Boric optó por Ana Lya Uriarte para asumir la labor de mejorar las relaciones entre el Ejecutivo y el Parlamento. Una noticia que, incluso, fue valorada por la oposición. En su primer día de trabajo en el Congreso, de hecho, fue recibida con un abrazo por el senador y presidente de Renovación Nacional (RN), Francisco Chahuán, quien además había elogiado previamente su designación. 

A la militante del PS le tocó enfrentar diversos hitos durante su gestión en la Segpres. Uno de ellos fue el acuerdo administrativo de gobernabilidad de la Cámara de Diputados. El despliegue de la entonces secretaria de Estado fue clave para mantener al oficialismo en la directiva de la corporación. 

Luego de que los parlamentarios que habían adherido al consenso rechazaran la idea de que Karol Cariola (PC) asumiera la testera -tal como estaba establecido-, Ana Lya Uriarte lideró gestiones para mantener a los partidos de gobierno al mando de la Cámara Baja.

¿El resultado? El diputado del Partido Liberal (PL), Vlado Mirosevic, que surgió en las últimas tratativas como candidato triunfó en la votación y el oficialismo se mantuvo en la presidencia y vicepresidencia. 

La entonces ministra de la Segpres, quien ese día estaba en la Sala, celebró efusivamente junto al diputado Diego Ibáñez (CS) y, minutos después, se fotografió con el parlamentario liberal. “Lo logramos”, dijo en esa ocasión.

Pero no todo en su gestión fue festejos. El nombramiento para fiscal nacional no fue fácil. Y es que en dos ocasiones el gobierno no logró alinear los votos necesarios para elegir al nuevo jefe del Ministerio Público. 

La situación era crítica. De hecho, cuando se rechazó el nombre de Marta Herrera -segunda proposición-, Uriarte apuntó a senadores que habían comprometido sus votos, pero que luego declinaron apoyar la elección del Ejecutivo.

Hubo ciertos votos que nos habían señalado que iban a estar y a última hora no estuvieron”, expresó el 21 de diciembre la otrora titular de la Segpres. 

Otro episodio difícil para la administración de Ana Lya Uriarte fue el rechazo de la Cámara de Diputados a la reforma tributaria. Faltaron solo dos votos para que una de las iniciativas claves del programa de gobierno superara su primera valla legislativa.

Fue una dura derrota para el Ejecutivo y se convirtió en el primer rechazo a una reforma tributaria en su idea de legislar en el Parlamento.

La elusión y la evasión durante un año más pueden seguir campeando en nuestro país”, manifestó Uriarte el mismo día en que se desechó la reforma en la Cámara Baja.

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