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Fotomontaje: Sandro Baeza / The Clinic

Ciudad

9 de Octubre de 2024

El mapa de las 7 mil agresiones a funcionarios de Cesfam: centros de Antofagasta, San Bernardo, Temuco y Santiago tienen más de 200 episodios

Los funcionarios de Atención Primaria de Salud (APS) en todo el país enfrentan una creciente ola de violencia. Datos proporcionados por el Ministerio de Salud a The Clinic revelan que este año se han registrado más de 7.000 incidentes. En la región metropolitana, el 76% de las agresiones son verbales, 12,6% físicas y 3,1% sexuales. "Lo que ha empeorado no solo es el aumento de casos, sino también la gravedad de las agresiones. Antes eran insultos, ahora enfrentamos situaciones como asaltos, intentos de violación, golpes e incluso tiroteos dentro de los Cesfam", señala Cristian Rodríguez, vicepresidente de la Confusam. Aquí la historia de tres funcionarios de salud víctimas de agresiones y de un Cesfam en Lo Espejo que lucha por concientizar a sus usuarios.

Por Sebastián Palma y José López
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El pasado 4 de septiembre, alrededor de las 5:00 p.m., Carolina (42), una TENS del Cesfam Raúl Brañes en San Bernardo, atendía a una paciente desde la ventanilla. De repente, otra mujer visiblemente alterada irrumpió en el recinto y empujó a una anciana que estaba en proceso de inscripción. La mujer, en un evidente estado de agitación, exigía ser atendida de inmediato, buscando prioridad sobre los demás usuarios.

“Venía con la cabeza vendada y me dijo que la habían echado de otro centro, que la habían mandado a este hospital. Pero le expliqué que no era un hospital, sino un SAPU”, recuerda. 

Carolina –que al igual que todas las funcionarias de salud entrevistadas para este reportaje prefirió mantener en reserva su verdadera identidad–, cuenta que a pesar de las explicaciones, la mujer se negaba a escucharla y que cada respuesta aumentaba su frustración. “Golpeaba el vidrio con fuerza, temíamos que lo rompiera”, relata Carolina.

Los golpes eran cada vez más fuertes, hasta que en un momento, la mujer se dio cuenta que no podría romperlo. Entonces lanzó un objeto envuelto en papeles hacia la ventanilla. Carolina no supo identificarlo hasta que pasó el shock: era excremento. El vidrio blindado recién instalado impidió que el ataque fuera más grave, pero el impacto psicológico fue inevitable. “Nos preguntamos cuánto más tendríamos que soportar”, expresa hoy con indignación.

El ataque no es el único que ella y sus compañeros han debido tolerar. Han habido otros en los que ha sentido en riesgo su vida. “No solo enfrentamos situaciones humillantes, sino que también agresiones y amenazas. Hemos visto pacientes entrar con armas blancas o pistolas”, relata la TENS.

Carolina ha enfrentado situaciones de riesgo a lo largo de su carrera. A principios de este año, por ejemplo, un hombre drogado ingresó con un cuchillo y amenazó a una compañera y a un médico hasta que Carabineros intervino. Las amenazas, insultos y agresiones “se han normalizado”, asegura Carolina.

La normalización de la violencia que percibe Carolina es real. Se evidenció el mes pasado luego de una violenta balacera que se registró en Bajos de Mena, comuna de Puente Alto, donde desconocidos percutaron más de 150 disparos, y que terminó con una persona muerta y otras tres heridas. Tras este hecho funcionarios del Centro de Salud Familiar Raúl Silva Henríquez denunciaron amenazas de muerte por parte de desconocidos, al menos cuatro sujetos armados intimidaron a los trabajadores del turno de noche, afirmando que “reventarían” el recinto si es que atendían a uno de los lesionados.

La normalización de la violencia en los recintos de salud supera casos aislados como el de Carolina o el registrado en Bajos de Mena. Según datos proporcionados por el Ministerio de Salud a The Clinic, en lo que va del año se han reportado 7.067 agresiones a trabajadores de la Atención Primaria de Salud (APS). Este número representa una cifra alta, considerando que el total de agresiones a funcionarios de salud, incluyendo hospitales, asciende a 7.319 incidentes. En otras palabras, el 96,7 % de los hechos de violencia reportados se dirigen específicamente contra trabajadores de la APS.

La comuna en la que trabaja Carolina, de hecho, es la segunda del país que más registró ataques en sus centros Atención Primaria de Salud con 219 casos.

Antofagasta lidera los ataques con 230 casos, en un tercer lugar se encuentra Temuco con 219, la siguen Santiago centro con 207 agresiones y Valparaíso con 166 episodios en contra de los funcionarios de sus centros de Atención Primaria de Salud.

Mira el listado completo acá:

Los datos recopilados por The Clinic especifican que dentro de la Región Metropolitana, se han registrado 2.848 agresiones, donde el 76% corresponde a agresiones verbales, 12,6% a agresiones físicas y 3,1% a agresiones sexuales.

Las agresiones en la Región Metropolitana

Verónica (34) lleva más de 10 años trabajando como TENS en el Cesfam La Pincoya. A pesar de haber vivido muchas otras situaciones violentas desde entonces, aún recuerda la primera agresión física que recibió el año 2020, durante la campaña de vacunación contra el Covid.

“Estábamos cerrando el punto, cuadrando las vacunas y todo eso, cuando llegó una usuaria tarde. Ya habíamos terminado, pero ella me agredió verbalmente primero, y luego me dio un golpe en el hombro“, relata Verónica.

Al principio, el impacto fue desconcertante. “Como funcionario no lo asimilas. Te preguntas qué le habrá pasado a la persona, pero después, te cambia la forma de ser cuando te das cuenta de que no te sientes apoyado”, explica. En su caso, la reacción de sus superiores no fue de apoyo: “Acá el apoyo no es mucho. Lo único que te dicen es que vayas a la ACHS (Asociación Chilena de Seguridad), pero una siente que es como ir a perder el tiempo”.

Ese día, Verónica decidió no ir inmediatamente a la ACHS. La culpa la invadió. “Llegué a mi casa y me puse a llorar. Te echas la culpa ti misma, piensas que quizás deberías haber vacunado a la usuaria, haberle dado una solución. Hasta llegas a pensar que mereciste que te pegaran”, explica.

Para distintas agrupaciones de funcionarios de la salud, el problema no solamente radica en la escalada de casos, sino que también en la violencia de los ataques.

“Lo que ha evolucionado aparte del aumento es justamente la gravedad de las agresiones. Normalmente eran insultos, pero hemos pasado a cosas tremendamente violentas, como asaltos dentro de los CESFAM, intentos de violación, agresiones físicas, e incluso balaceras dentro de los centros de salud”, explica Cristián Rodríguez, vicepresidente de la Confusam.

Acá el mapa de agresiones a funcionarios en la Región Metropolitana:

Agresiones verbales y amenazas de muerte

María (36) trabaja desde hace 15 años en el Cesfam Raúl Silva Henríquez, de Bajos de Mena. Mismo centro que provocó un trágico revuelo el pasado jueves y que se ubica en Puente Alto, comuna que registra 136 episodios de agresión en sus centros de Atención Primaria.

María cuenta que afortunadamente no se encontraba atendiendo durante la madrugada en que amenazaron a sus colegas con armas automáticas, advirtiéndoles por la atención de un adolescente que acabó falleciendo. Sin embargo, le ha tocado vivir otras situaciones amenazantes.

“(A la mañana siguiente) nos informaron muy poco. Siempre van a tratar de bajar el perfil a todo. La idea es que sigamos trabajando; lo que les interesa es que uno trabaje normalmente y que, ojalá, el centro no cierre”, explica. Esta falta de comunicación resalta una problemática que se ha vuelto habitual en su trabajo, donde situaciones de violencia, como la entrada de narcotraficantes armados al centro, son una preocupación constante. “Lo que pasó en el centro necesitaba salir a la luz, porque esto es común”, comenta.

El año pasado, María vivió una experiencia similar, aunque sin tragedias que lamentar. En una noche de turno, unos narcotraficantes llegaron al Cesfam para “rescatar” a uno de sus compañeros, quien había sido detenido por carabineros y llevado al centro para una constatación de lesiones. “Llegaron con armas de mira láser, apuntándonos para que lo liberáramos”, recuerda. Los funcionarios, ante la amenaza inminente, optaron por soltar al narcotraficante. “Si no lo hacían, iba a quedar la escoba dentro del consultorio”, añade.

Esta situación no es única del Cesfam Raúl Silva Henríquez. “A mi me han ofrecido balazos”, relata Carolina, la TENS del Cesfam La Pincoya. El episodio ocurrió a mediados de marzo, provocado por un usuario molesto que esperaba ser atendido. A pesar de que llegó Carabineros, llevándoselo detenido por no portar identificación, acusa que nadie la ayudó a interponer una denuncia por amenazas.

Según datos del Minsal, durante este año se registraron 2.170 agresiones verbales en Servicios de Atención Primaria de la Región Metropolitana, siendo el tipo de agresión más común. Durante el 2023, los servicios de la zona Metropolitana Occidente fueron los que concentraron la mayor cantidad de casos (11% del total nacional).

“Carabineros también muchas veces rechaza o le baja el perfil a las denuncias de amenazas o violencia verbal que haga el funcionario, porque hay un desconocimiento de la ley Consultorio Seguro, que está desde el 2018”, explica el vicepresidente de la Confusam. El dirigente añade que “cuando las fiscalías están atochadas de casos, muchas veces una denuncia por amenazas verbales termina archivada porque no le dan prioridad”. Esta situación, a su parecer, deja a los trabajadores en una posición vulnerable, donde se sienten “desprotegidos” y “a merced del sistema”.

Antofagasta, la comuna con más casos de agresiones en Cesfam

Los datos entregados por el Minsal revelan que Antofagasta es la ciudad de Chile que más agresiones registra en todos sus centros de Atención Primaria de Salud con 230 casos en lo que va del año. Quien conoce bien esta realidad es Emma Herrera, presidenta de Confusam-Antofagasta y trabajadora del Cesfam centro oriente de la comuna, donde se desempeña como Asistente Social.

Para Herrera una de las principales razones detrás del descontento de los usuarios tiene que ver con la saturación en el sistema, el que a su juicio, se presenta en la comuna: “En Antofagasta específicamente solamente tenemos ocho Cesfam, que claramente no dan abasto para la cantidad de población. Entonces estamos colapsados desde ese punto de vista y eso genera frustración, y la frustración lleva de alguna manera a la agresión. Lamentablemente el funcionario de salud es el que recibe este tipo de agresiones mayoritariamente verbales por parte de los usuarios”, indica.

Herrera explica que una parte importante de esta saturación en el sistema tiene que ver con el incremento de población migrante en el norte del país. “Antofagasta ha aumentado el número de población en estos últimos años de una manera bien explosiva. Tenemos hartos migrantes también, lo que significa que hay una mayor demanda de prestaciones de salud”, añade Herrera.

Para la dirigente, esta crisis se agudiza debido a la falta de personal de seguridad en distintos recintos de salud. “En Antofagasta llevamos harto tiempo con un requerimiento que es la contratación de guardias de seguridad, pero lamentablemente la licitación se ha subido varias veces al sistema de Chile Compra.
Y se han caído, no hemos tenido oferentes interesados en la licitación. Entonces las medidas de seguridad no existen en los Cesfam, por supuesto que nos dejan nosotros totalmente vulnerables”, añade.

La compleja situación ha llevado a los funcionarios de algunos SAP de Antofagasta a las movilizaciones, en dichas instancias Herrera acusa que también fueron agredidos. “Tuvimos el paro en el Cesfam Antonio Rendic y ahí cuatro compañeros se vieron afectados por una usuaria que los agredió físicamente, los empujó, les tiró cosas. Ahí hicimos la denuncia con carabineros y fueron derivados a la Asociación Chilena de Seguridad para recibir las primeras atenciones. En el Cesfam de la Corvallis también hemos tenido incidentes de esa naturaleza. Eso pasa en casi todos los Cesfam en verdad”.

Agresiones sexuales en la RM

En lo que va de este año, se han registrado 87 casos de agresiones sexuales a funcionarios dentro de la Región Metropolitana.

El vicepresidente de la Confusam señala que “una agresión sexual tiene una conversación mucho más compleja que un simple acto delincuencial.” Esto debido a que implica una vulneración íntima y psicológica que, según señala, afecta principalmente a las funcionarias. “Incluso hemos tenido en este último tiempo un intento de violación en un box”, agrega, reflejando la frágil situación en la que se encuentran los trabajadores al ejercer sus funciones.

Asimismo, menciona la complejidad emocional que enfrentan las víctimas de agresiones sexuales en el ámbito laboral. “A veces cuesta mucho que un funcionario que es agredido pueda contarlo porque le da vergüenza, o se siente humillada. Hay todo un tema psicológico ahí, emocional, que es complejo. Entonces muchas veces una agresión puede resultar en denuncia muchísimo tiempo después”, enfatizó.

Por último, destaca que, gracias a la Ley Karin, se ha establecido un marco más claro para las denuncias, permitiendo que las víctimas puedan realizar reportes de forma más anónima y segura, aunque las agresiones que provienen del público siguen siendo un desafío constante para los funcionarios de salud.

Lo Espejo y el Cesfam que busca revertir la situación

“Yo creo que todo este tema de los maltratos por parte de usuarios, por lo menos en nuestro Centro, se debe a que ellos mismos son maltratados por la misma sociedad”, explica Pamela Burgos, directora del Cesfam Clara Estrella de Lo Espejo. Comenta que el sector Santa Adriana, donde se encuentran ubicados, es una de las zonas más complejas de la comuna.

En sus más de 30 años trabajando al interior del establecimiento, ha atestiguado lo frecuente que son las agresiones de los usuarios hacia sus funcionarios, en especial los insultos y las amenazas. A raíz de esta situación de larga data, a principios de este año el Cesfam se integró a una campaña impulsada por la municipalidad de Lo Espejo y la Mutual de Seguridad, bautizada “Unidos por más Convivencia en Salud”.

“Esta campaña está orientada a sensibilizar a los usuarios, mostrando que somos humanos igual que ellos. Y paralelamente trabajamos en mejorar las condiciones de seguridad”, explica Paolo Martí, psicólogo clínico y presidente del comité paritario, encargado de coordinar esta campaña en el Cesfam Clara Estrella.

En cuanto al “pilar de concientización” que impulsa la campaña, se ha implementado un spot que se exhibe en la televisión de la sala de espera, donde varios trabajadores de la salud comparten testimonios sobre cómo les afectan personalmente las agresiones. “El objetivo es humanizar a los funcionarios y hacer que los usuarios comprendan que el personal de salud también es vulnerable y merece respeto”, explica Martí.

Por otro lado, en el ámbito de la seguridad, el establecimiento ha invertido en cámaras y alarmas instaladas en caso de agresiones. Asimismo, desde el 2021 se ha puesto en marcha un protocolo de agresiones externas que establece un flujo de acción claro para situaciones de violencia. “Gracias a esto, la comuna de Lo Espejo ha logrado aumentar el nivel de denuncias, destacándose como una de las comunas con más casos de agresiones que afectan a la infraestructura”, añade Valentina Cleargett, jefa del departamento de Salud de Lo Espejo.

Pamela Burgos, directora del Cesfam Clara Estrella de Lo Espejo

Como parte de este esfuerzo, el personal ha sido capacitado para manejar emergencias, incluyendo la reubicación del equipo a zonas seguras, como la sala de rayos X del SAR Julio Acuña Pinzón, diseñada como refugio provisional en caso de amenazas graves, como el ingreso de armas al establecimiento.

“El 98% de nuestra población está inscrita en los centros de salud familiar, y nosotros también tenemos problemas de infraestructura y recursos. Es un conjunto de cosas que influyen a que nuestros funcionarios estén estresados, y que también los usuarios vengan de mala manera (…) entonces estamos haciendo un trabajo de hormiga para orientar tanto a los trabajadores como a los pacientes”, concluye la directora del Cesfam Clara Estrella.

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