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Francisco Vidal
Francisco Vidal, presidente del directorio de Televisión Nacional (TVN). Fotos: Felipe Figueroa/The Clinic

Entrevistas

28 de Diciembre de 2024

Francisco Vidal y TVN: “Si existe o no un canal público, y si ese canal público es mixto o es sólo de noticias, ya queda para el próximo gobierno”

El presidente del directorio de TVN ahonda en profundidad la crisis de la industria de la televisión la cual explica, en parte, la modernización del canal público mediante un proyecto de ley que lleva discutiéndose en el Congreso. Sobre el desempeño de TVN con el resto de señales dice que las emisoras privadas no tienen sobre sí las cualidades que distinguen a la estación con sede en Bellavista. "¿Tienen señal internacional? ¿NTV? ¿Central de archivo? ¿Nueve centros regionales? Es distinto tener a un corresponsal, a un compadre con mochila. Hablo de centros regionales: cinco periodistas, editores, infraestructura...", ejemplifica.

Por Jorge Palacios y Rodrigo Munizaga
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Un año cumplió Francisco Vidal desde que el 20 de diciembre de 2023, tres días después del plebiscito constitucional de ese año, fuera presentado por la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo (PC), como presidente del directorio de Televisión Nacional (TVN).

A partir de entonces, el reconocido exministro de los gobiernos de la Concertación comenzó a aparecer en representación del Ejecutivo, acompañando a la ministra, en el debate legislativo que le ha llevado a tener una participación casi constante en la comisión de Cultura de la Cámara de Diputados: la modernización del canal público.

Vistiendo una camisa azul marino manga corta, Vidal recibe a The Clinic en su amplia oficina en el edificio corporativo. Se sienta acompañado del gerente de comunicaciones de TVN, José Joaquín Valdes, con la locuacidad característica, haciendo preguntas e interrumpiendo con risas.

—¿Por qué el Estado debería seguir subvencionando a TVN?

—Primero: porque la experiencia internacional, los países desarrollados, hacen que toda la televisión pública tengan una parte u otra totalmente financiada por el Estado. Segundo: porque lo que vivimos en Chile es una anomalía, derivada del año 92 y de la transición. Durante 28 años el modelo chileno funcionó porque funcionaba la publicidad para la televisión. No era necesario un aporte estatal para cubrir la misión pública esencial, porque con los recursos que te llegaban de la publicidad, en el mercado, te servía. Pero, a partir de una disminución sustantiva para el conjunto de la industria de la televisión abierta de la publicidad, ha llegado un minuto en que si el Estado no colabora con el financiamiento, específicamente para la misión pública, es muy difícil.

Entonces, es el Estado de Chile, a través del Ejecutivo y el Legislativo, quien debe definir si en este nuevo cuadro el Estado financia en parte a la televisión pública. No somos nosotros como canal, es el Estado. Por eso que tanto el Presidente Piñera como el Presidente Boric, asumiendo la nueva realidad mandaron un proyecto de ley, que por primera vez busca financiar parte del canal con recursos públicos en el presupuesto. Piñera con 4 mil millones y Boric con 5.500 millones al año. Para nosotros es insuficiente, pero eso da una mirada que, en las antípodas ideológicas, Piñera y Boric, ambos convergieron en que era necesario plata pública para que TVN existiera esencialmente para su misión pública.

—Hasta ahora TVN no era un canal estatal, sino público. Con este sistema, pasaría a ser un canal estatal.

—Es un canal estatal.

—Es público.

—Bueno, público.

—No es lo mismo.

—No, no es gubernamental. Ahora, lo que ha sucedido es que el canal se mueve en tres situaciones distintas. Una es la crisis de la industria. La industria de la televisión en el mundo y en Chile está en crisis porque, en el caso de Chile y TVN, el 80% del financiamiento proviene del avisaje privado. Pero, lo dramático es cómo ha disminuido el avisaje privado para la televisión abierta (…). Imagínense una persona, una familia o empresa que depende en un 80% de una sola fuente de financiamiento. Y esa fuente va disminuyendo. 

Ese hecho hay que complementarlo con que disminuye la fuente de financiamiento, pero se mantiene por ley la necesidad de señales públicas. Esas señales cuestan planta. La señal internacional: 22 países, 13 millones de hogares abonados. ¿Cuánto cuesta? 700 millones de pesos al año. ¿Los nueve centros regionales? 3.300 millones de pesos al año. ¿El canal cultural infantil NTV? 4.500 millones de pesos al año. El centro de archivo tiene 60 mil horas digitalizadas. La historia de Chile en la pantalla. ¿Cuánto? 300 millones de pesos. En total se suma 10 mil millones. Cuando había mucha publicidad y competíamos y ganábamos, ningún problema. Pero cuando eso disminuye es casi imposible. Lo digo fácil: ¿Cuánto es la pérdida de este canal este año? 14 mil millones hasta diciembre.

—Hasta septiembre.

—13 mil hasta septiembre, más o menos. Ponle 14 mil. ¿Cuánto es el costo de las señales públicas? 10 mil millones. Si nosotros tuviéramos un aporte del Estado, no del Gobierno, nuestro problema serían 4 mil millones. ¿Cuánto va a perder el Canal 13 este año? ¿Chilevisión?

La tercera situación, que comentaba en la respuesta anterior, es nuestra. A partir de marzo-abril el canal cambió su plana ejecutiva en lo sustantivo. Nueva directora ejecutiva, Susana García; nuevo director de prensa, Gerson del Río; nuevo jefe de programación, Javier Goldschmied. ¿Qué ha pasado? Empezamos a recuperar las audiencias. El jueves 19 de diciembre el noticiero central marcó en el segundo lugar. El miércoles 18 de diciembre también. El programa de entretención familiar Ahora caigo, antes del noticiero, primero; el programa después del noticiero, segundo. Aquí hay tres momentos, y el que responde a nosotros, a ejecutivos y directores, están haciendo muy bien su pega, reconquistando audiencias, porque estábamos en el suelo. Pero eso es distinto a la crisis de la industria y la respuesta del Estado a esa crisis.

—Pero el noticiero central, en lo que va del año, está en cuarto lugar.

—Bueno, pero eso es otra cosa. En televisión son procesos. Tú tienes que cambiar la cultura del ciudadano que se queda en un canal y tiene que pasarse al otro.

—Antes el departamento de prensa de TVN era robusto e importante, incluso cuando estuvo en el tercer lugar del rating general. ¿Por qué cree que prensa del canal perdió su relevancia?

—Nosotros perdimos el primer lugar el 2010. El 2011 y 2012 pasamos al segundo lugar. El 2013 al cuatro lugar. Del 2013 al 2022 en el cuarto lugar. En 2022 pasamos al tercero. Y 2023 al 2024 vamos a terminar cuartos, porque son procesos largos. ¿Qué entusiasma al directorio y los trabajadores? Que después de esa situación de una década estamos empezando a recuperar audiencias en una situación que es difícil para la televisión abierta.

—¿Le parece que hubo una mala administración anterior?

—No hablaré de las administraciones anteriores. Sería de pésimo gusto. 

—Pero hablamos de cómo el canal durante una década fue perdiendo y perdiendo, mientras otros sí subieron, como Mega, que compite en el mismo escenario que TVN en términos de avisaje.

—Mega no tiene las cinco cosas que dije yo. Ni Canal 13 ni Chilevisión. ¿Tienen señal internacional? ¿NTV? ¿Central de archivo? ¿Nueve centros regionales? Es distinto tener a un corresponsal, a un compadre con mochila. Hablo de centros regionales: cinco periodistas, editores, infraestructura… Peras con peras.

—¿Por qué habría que mantener NTV? Es clara su misión, pero tiene un gasto enorme y su audiencia es limitada.

—Es una apuesta del Estado. Fue una ley la que lo creó. Desde la audiencia de nicho, es un canal exitosísimo y compite en esos espacios en los primeros niveles. Vale la pena.

—Pero lo más visto sigue estando en el cable, con el canal 24 Horas.

24 Horas en el nicho del cable. Tiene 0,33 de sintonía promedio. CNN Chile tiene 0,13. Una televisión tiene que tener esos nichos especializados, pero la tarea también es la masificación. En esas tres situaciones es importante separar la crisis de la industria, la respuesta del Estado a esa crisis, pero en paralelo, se releva, porque si tú te quedas ahí, te cruzas los brazos esperando la respuesta del Estado a la crisis no hay nada que hacer. Este es un canal con 750 trabajadores, con tres sindicatos, con una estupenda tasa de afiliación sindical, una cultura de décadas. Sin embargo, empezamos a recuperar lo que es a la esencia del canal: la audiencia. Porque si tuvieras toda la plata del mundo y no te ve nadie, vale hongo. 

Ahora, hay que agregar que el Estado, tanto Piñera como Boric, también colaboraron, porque Piñera firmó un decreto por 70 mil millones de pesos. No firmó el decreto, sino el aval para que el canal fuera a la banca a pedir. El cupo era 70 mil millones y se ocuparon 48 mil millones para pagar la deuda. Ahora el Presidente Boric firma un decreto que permite a nosotros ir a la banca y tener gasto corriente asegurado 2025-2026, mientras seguimos recuperando audiencia y mientras el Estado en el Parlamento resuelve si habrá financiamiento público o no. Este es un tema del próximo Gobierno.

—Hablando de Piñera y de Boric. En los hechos, no se ve ninguna diferencia entre el TVN de Piñera y el de Boric: mismos matinales y programas, mismos rostros… Para usted, ¿cuál sería la diferencia? Si es que las hay.

—La diferencia está en que somos el canal con mayor cobertura regional en el noticiero central. Somos el canal que tiene cero limitación al pluralismo, cero. Somos el canal que en las elecciones territoriales tomó una decisión: ¿cómo enfrentarlas? Evidentemente había que tener paneles en los 16 gobiernos regionales. Vinieron todos para acá. Pero, ¿cómo enfrentar las 345 comunas? Imposible. Entonces, criterio editorial y plural: se invita a todos los candidatos a alcaldes de las 16 comunas cabeceras de región. ¿Qué hizo la competencia? Elegir las más atractivas. ¿Y nosotros? de Arica a Punta Arenas. Ahí está la diferencia. 

—¿Es consciente de que el mundo cultural esperaba mucho del TVN de Boric, del Frente Amplio y del PC?

—Me he reunido con todo ese mundo. Los productores, los creadores, los cineastas, pero olvídate… Desde el Partido Comunista y con la Fundación Jaime Guzmán. Y lo que hay al medio. Ahora, claro, el mundo se creó la expectativa, pero comprenderás que… ¿Sabes dónde se hacen los reality?

—En Argentina.

—Argentina, Colombia y Perú. Acá hay un problema con la industria de la cultura. Tenemos vacíos varios estudios, porque hay varias complejidades. En el caso nuestro, hacemos el mayor esfuerzo en darle cobertura, pero tenemos una limitación. Tú no puedes hacer en el canal hoy una serie turca. Cuesta 40 millones de pesos el capítulo. Además, tenemos el tema de que se acabó la tele dramática. Pero en la medida que uno le explica al mundo que se señala, como la gente es inteligente, entiende. Puede que no comparta la realidad, pero la entiende.

“(En el directorio) si yo me paso diez pueblos, tengo tres muchachos sentados de derecha que me dicen ‘no, pues'”

—¿No le parece que este Gobierno, en general, creó demasiada expectativa en demasiados frentes que no pudieron cumplir?

—Lo que pasa es que hay una cosa más vieja que el hilo negro, que es la correlación de fuerzas. En un sistema democrático tú puedes hacer lo que tu fuerza te permite hacer. Y si tu fuerza no es mayoría en el Parlamento, puedes soñar lo imposible. Seguir soñando. Entonces, en un sistema democrático, para que tú hagas lo que se piensa que se debe hacer, la primera condición es convencer a la ciudadanía de que te dé la mayoría.

—Lo que no ocurrió. Y sabían que no iba a ocurrir.

—¿Ves tú? Así es la vida.

—Se habló de que en enero podrían haber despidos en TVN. ¿Eso está descartado?

—Todas las empresas tienen una evaluación a fin de año de su dotación. Eso ya depende de la administración. Si hubieran despidos, serían muy marginales, que tienen que ver con el ciclo de vida de las empresas.

—TVN tuvo cifras un poco mejores en Piñera 2, bajo la administración de Anita Holuigue como presidenta del directorio.

—Efectivamente. Durante la administración anterior el canal y todos los canales se recuperaron por una cuestión obvia: la pandemia y que estábamos todos encerrados.

—Y el gasto en producción, en el caso de TVN, creció desde el año pasado. Eso implicó cifras negativas, porque era evidente que si no se invertía haciendo programación no había competitividad, versus los envasados de pandemia…

—Un ejemplo concreto. Tú ahorras con las teleseries turcas, pero tienes dos puntos de sintonía. Si tú, como hizo la administración y el equipo ejecutivo, que le dijo al directorio “seguimos con dos puntos envasados, baratísimos, o invertimos y hacemos un programa espectacular en sus resultados”: Mi nombre es. Lo mismo pasó con Ahora caigo. O sea, parte en el resultado final de platas del déficit tiene que ver con que se tomó la decisión de invertir para tener resultados.

—Invertir para competir.

—Obvio. Y de hecho, acabo de ver, y miro todos los días esto: estuvimos primeros toda la semana del 20 de diciembre con Ahora caigo. Y ojo, línea editorial: programas de entretención familiar. Aquí no estamos hablando de cuántas veces fue a comer Valdivia con la diputada a un restorán. Viva la libertad de expresión. Que el resto lo haga.

—Mega ha tenido baja sintonía haciendo un remake de Amores de mercado, que nació acá. Hubo harta discusión de que el canal estaba vendiendo su archivo.

—A ver, siempre asumo toda la historia, porque si no sería un cabrón, pero fue una decisión del directorio en función de la crisis económica que teníamos hace dos o tres años. Y se vendieron, me parece, tres teleseries. Pero mira lo que es la vida. Tú las repites, las replicas y lo que era un baluarte en audiencia, como lo fue Amores de Mercado, mira lo que pasa. Además, son ciclos también, de algunos programas que son muy exitosos que empiezan también a declinar. 

—Sobre el autofinanciamiento de TVN

—… No da. Si uno explica, o sea hay gallada que no quiere entender, pero si uno explica que si uno tiene 80% de una manera, y eso está bajando y bajando, pero mantienes la necesidad de las cinco cosas que dije, dime cómo lo cuadro. Ahora la alternativa es: “¿Sabes qué mas? Se acaba la señal internacional, los centros regionales, el NTV, los centros de archivo, los compadres de Putre no ven más tele, equilibrio”. Bueno, pero entonces, ¿qué sentido tiene que exista TVN? 

—En Piñera 1 rondó la idea de no seguir con TVN.

—Sí.

—Pareciera ser el origen real de la crisis. Esa pugna entre Mikel Uriarte con Mauro Valdés. Es difícil que un Gobierno quiera decir “cerramos el canal público” por lo que dice: la gente en Santiago piensa en Santiago. Pero a gente de pueblos internos en regiones sólo les llega TVN.

—Dime si no es una condición de canal público llegar a todas partes. Y ojo: nuestra programación contempla llegar al conjunto de la ciudadanía. Si uno tiene un criterio exclusivamente comercial, sólo interesa el ABC1, C2 hasta C3. Y el resto de la gallada, que son el 40% de los chilenos, como no son objetos de consumo porque ganan una miseria, los saco.

—Son los que ven televisión abierta hoy en día.

—Y la televisión abierta, vamos rompiendo los mitos, siguen siendo el principal instrumento de la ciudadanía para informarse. El 78%. Este mito de que todos andan con la tonterita del celular… Pero en la tonterita también se ve TVN.

—¿No es mejor tener en señal abierta el canal 24 Horas y derechamente que sea un canal completamente de noticias, que es donde el canal funciona mejor?

—Pasa lo siguiente: en la cultura latinoamericana, si tú colocas sólo un canal de noticias y no un programa de entretención, donde uno se cae y otro que canta, el canal de noticias puede llegar a 1 o 1,5. Y del punto de vista del interés público, el noticiero central debe ser ojalá lo más visto. ¿Por qué? Porque es garantía de pluralidad y diversidad. No por buena onda, es por la obligación legal, por la composición del directorio. Este directorio aún está binominalizado. Si yo me paso diez pueblos, tengo tres muchachos sentados de derecha que me dicen “no, pues”. Y en la administración pasada, si el que estaba aquí se pasaba diez pueblos, los tres del otro lado le decían “no, pues”. Eso, naturalmente, no existe en otros canales porque son completamente privados.

—¿Cómo va el proyecto de conformación del directorio? Por lo que dice: el directorio de este canal está binominalizado entre Concertación y la derecha tradicional, ni Frente Amplio ni Republicanos están representados. 

—¿Y el consejo del Banco Central? ¿Y el Servel? Ahora, en el caso del canal, la indicación Boric al proyecto de Piñera, aparte de las platitas, incorporó un aumento del gobierno corporativo del directorio de 7 a 9. Ahora, nadie me ha explicado quiénes son el 8 y el 9, pero me queda claro: uno de Apruebo Dignidad y otro republicano. 

—¿Cómo va ese avance? ¿Podría salir antes de que acabe la administración Boric?

—Bueno, el Gobierno no es pega nuestra. De la comisión va a salir en enero. De Cultura pasará a Hacienda en marzo. La comisión de Hacienda sólo ve el tema financiero y yo creo que esto estará en la Sala de la Cámara en abril o mayo. Y pasa al Senado, o sea claramente vas o no vas a tener ley durante el año 2025. Pero, por lo demás, la tarea de los trabajadores y del equipo de dirección aquí está relajada, porque tenemos la garantía de que esto funciona con el crédito con el aval. 

Habló en las últimas semanas del autofinanciamiento, que no es un modelo. ¿Qué cree que debería ser? ¿Mitad de financiamiento, por lo que TVN pueda conseguir, y mitad a través del Estado? ¿Y, si fuera así, cómo sería el tema de las ganancias? ¿Son todas para el canal o tiene que devolver parte del dinero al Estado?

—Cuando yo estaba aquí en Hollywood, 2005, 2006 y 2007, yo le firmaba un documento a Andrés Velasco. Supongamos que hoy es viernes, le firmaba las utilidades del 2006. 3 mil o 4 mil millones partían a Hacienda. Y el lunes firmaba otro documento: devuélvemelas. Así funcionaba cuando había… Bueno, así funcionan las empresas del Estado. Estuve en el Banco Estado, que siempre tiene utilidades, y todo el excedente se mandaba al tesoro público. Si me pregunta lo que tengo en la cabeza, es un modelo mixto, en que la señal 1 y 24H sigue compitiendo en el mercado, pero garantizamos lo público con financiamiento del Estado. Ese es el modelo de la televisión española. 

Para que ocurra el tema del financiamiento mixto, ¿qué debería pasar? Falta un año para que acabe el Gobierno. El escenario podría ser de alternancia en el poder. ¿Qué hacer para que TVN no esté constantemente con un Gobierno que quiere y otro que no quiere?

—Hay que colocarse en la realidad. Mi tranquilidad política es que durante el gobierno del Presidente Boric sigue existiendo TVN. La pregunta tuya va a ser resuelta por el próximo Gobierno y el próximo Parlamento, porque con el aval nos da piso para vivir y, además, mientras da piso para vivir, seguimos recuperando audiencias.

¿Hasta cuándo el canal tiene vida asegurada con el dinero que tiene?

—2027… 2026 y medio o 2027. Si tú recuperas audiencia y recuperas avisaje y, además, tienes el financiamiento para lo que es público público, infinito. Pero desde el punto de vista más de decisión política de si existe o no un canal público, y si ese canal público es mixto o es sólo de noticias, ya queda para el próximo gobierno.

¿Cuán difícil ha sido para usted su labor para hacer entender a la oposición de por qué hay que tener canal público? ¿Fue cómo se lo imaginaba? Ahora le tocó bailar con la fea, como se dice, ya sin Hollywood.

—Lo que pasa es que hay una condición previa a eso, que es el compromiso político y la militancia. Para mí esto es una tarea política. En consecuencia, o en Hollywood o en Bangladesh hay que hacer lo mismo. Estoy súper contento, no por mí, sino porque el directorio ha respaldado hasta el 19 de diciembre al nuevo equipo ejecutivo. Y el nuevo equipo ejecutivo que se saca la mugre con los 750 trabajadores de los tres sindicatos. Están haciendo lo que es natural a un canal de televisión: ganar audiencia y recuperarlas, en este caso.

Si tú tenías esto, y no tenías aval, pues buenas noches. Pero, si tienes aval y te permite dos años de tranquilidad mientras haces la pega de recuperar audiencia y estar al aguaite de lo que dice el Estado frente a la crisis de la industria, ahí estamos: la ecuación perfecta. 

Vidal sobre Canal 13, Chilevisión y Mega: “La ley no los obliga a la pluralidad en sus noticieros”

—Ha participado en varias instancias de la comisión de Cultura de la Cámara, donde se destacan sus intervenciones. ¿Ese estilo, con exabruptos, le ayuda a sacar adelante el proyecto que busca promover?

—Para mí no son exabruptos. Son las verdades que a la gente no le gusta escuchar. Estoy convencido de lo que he dicho. Yo tengo la mayor flexibilidad, pero la flexibilidad se da a través de la argumentación, de la explicación. O sea, cuando más de algún parlamentario dice que nosotros vivimos de los impuestos, yo tengo que explicarle al señor parlamentario que la ley autofinancia a TVN, por ejemplo.

Yo no digo que cambien de opinión, pero por lo menos que estén bien informados de la situación específica, que tiene que ver con los tres planteamientos que dije al principio. Ahora, en mi experiencia, ocho años en La Moneda, ocho años en el Congreso: lo que tú digas o no digas no te cambia la votación. Los voceros más blandos igual nos rechazaban uno y nos aprobaban otro. Y los voceros más brutales, como yo, igual nos aprobaban uno y nos rechazaban otro. 

¿Hablar de “picantería política” en la comisión no fue un exabrupto?

—A mí me molestó que dos diputados dijeran algo completamente fuera de la realidad, que lo habíamos explicado a ellos mismos en la comisión. El concepto de picantería no es muy afortunado. Y por eso inmediatamente me di una vuelta en el aire y pedí perdón.

—También en una de esas instancias dijo que, si no existiera TVN, la gente se iba a tener que informar a través de los canales de Luksic y Heller. Actualmente ya lo hacen, y no solamente se informan, sino que lo prefieren por sobre el canal público. 

—Vamos a la afirmación. ¿Dónde está la mentira de eso? Si no existiera TVN, ¿dónde se informarían ustedes? 

—Usted habla que en los canales de Luksic y Heller, pero actualmente el canal público existe, pero la gente prefiere informarse por Mega, el canal de Heller, que lidera el rating en prensa.

—Pero cada día vamos a competir. Soy partidario de la más absoluta libertad editorial y de expresión. Pero, en el ecosistema de canales de televisión, para mí es fundamental que exista TVN. Porque las líneas editoriales legítimas de los otros canales en manos privadas deben tener un punto de equilibrio en un canal que es público, que por su naturaleza, su línea editorial lo obliga a representar todos los intereses, todas las diversidades, etcétera. 

—¿Para usted sólo TVN puede garantizar pluralidad en sus noticieros?

—No, lo pueden garantizar todos. Pero a mí la ley me obliga. A los otros canales la ley no los obliga. 

—¿Y le parece que Mega no lo hace?

—No tengo idea. No los veo yo. Pero yo sí se recuerdo a Ricardo Claro en Mega.

¿No ve Mega?

—No veo nada… Veo TVN. Pero vuelvo: nunca me olvidé cuando Claro era dueño de Megavisión en sus orígenes y estaba prohibido usar la palabra dictadura. ¿Tenía derecho o no? Todo el derecho del mundo. ¿Tenía derecho a intervenir en un panel con una grabadora, apretar el dedo y dejar el ridículo a Sebastián Peñera? Todo el derecho del mundo. Pero aquí, en TVN, no.

“La derecha me ha dicho que soy presidente de TVN y no puedo hablar de política. ¿Y desde cuándo uno es un eunuco aquí?”

—Volviendo al 2024 y casi 2025: la derecha tiene casi cerrados a sus candidatos presidenciales, al menos a Evelyn Matthei y a José Antonio Kast. En la izquierda no hay nadie con esa definición. 

—Suele ocurrir, son momentos. ¿Quiénes eran los presidenciales de Chile el 2021?

—Jadue y Lavín.

—¿Y dónde están? Hay que desdramatizar, porque tiene que ver con los ciclos, con los momentos, con las correlaciones de fuerza. Efectivamente, frente a dos o tres posicionamientos nítidos de la derecha en perspectiva presidencial, lo que tú tienes aquí es la necesidad de hacer una primaria, porque hay muchos candidatos.

El asunto es que la tardanza en las definiciones pueden terminar generando una desventaja competitiva, tomando en cuenta la visibilidad en contexto semipresidencial, como es el caso de Kast o Matthei. 

—Pero esas desventajas desaparecen inmediatamente. Cuando tú tienes una primera legal, que tienes que inscribirte para estos efectos el 19 de abril, en consecuencia las decisiones del oficialismo son hasta el 15 de marzo. Y pasas a una primera con siete u ocho candidatos, el posicionamiento de esos candidatos en una primera legal, con franja y con foro, te cambia completamente el cuadro.

Y cuando en encuestas sobre los eventuales candidatos a la presidencia en la izquierda sigue liderando Michelle Bachelet. ¿Puede ser un as bajo la manga?

—Tú no puedes exigirle a una persona que está en su legítimo derecho a decir “hice mi pega, fui dos veces Presidenta, y tomé una decisión”. Eso ha pasado en la historia de Chile muchas veces. 

—Pero su candidata es Bachelet.

—Públicamente lo he dicho: la candidata más competitiva en este escenario es Michelle Bachelet. 

Y luego la candidata, no natural, pero que ha estado en el último año, es Carolina Tohá. ¿Le parece que es competitiva?

—Todos son competitivos, porque parten de muy abajo.

—Pero considerando lo que ha pasado con Tohá en los últimos tres meses.

—Carolina Tohá tiene 61 leyes de seguridad. Dime otro ministro del Interior, me incluyo, aunque estuve un año nomás, que haya sacado 61 leyes de seguridad de 61. 

¿Pero no fue ella quien tuvo que asumir gran parte del costo por el Caso Monsalve?

—Pero eso es parte de la pega. O alguien cree que La Moneda es puro cóctel. Hay que hacerse cargo. No aparece con buenos números en encuestas, porque son ciclos. Todas las personas que he nombrado como posibles candidatos en mi mundo son competitivos en debate y en campaña. En esa primaria yo voy a levantarme a votar por Carolina Tohá. 

¿Le parece que le puede ganar a Matthei?

—Una vez que nos agrupemos ¿por qué no? 

—¿Considera que el Caso Monsalve pueda tener un efecto electoral?

—Cero, porque si uno mira lo que ha pasado en la historia reciente de Chile, crisis como estas o daños reputacionales como estos, la gente los termina focalizando. Siempre cuando ocurren estas cosas en La Moneda, hay que encapsularlas para que las instituciones funcionen. Cualquier cosa que mantenga dudas empieza a generar el daño. A mí no se me ha olvidado nunca: Caso Coimas, el Caso MOP-Gate, Caso Jovino Novoa y Pía Guzmán, y yo hablando ahí en el patio todos los días. El Gobierno no comenta, no interpreta, no analiza ni los procedimientos judiciales ni los fallos judiciales. Eso en el Ministerio Público, y en la Corte Suprema después. Ahí yo creo que hubo un error.

Hay un 30% duro que valora el aprendizaje del Gobierno. Hace un año dijo que el Frente Amplio creció sobre la base de sacarles “la cresta” a ustedes. ¿Cambia eso hoy?

—Obvio, están gobernando juntos.

—También gobernaban juntos el 4 de septiembre de 2022.

—Sí, pero una cosa muy marginal. La incorporación de Tohá al comité político y en ese cargo, más Marcel que está desde el primer día, más Carlos Montes que está desde el primer día. Mirado en perspectiva histórica, la propuesta del Frente Amplio era el programa más radical desde el año 90 desde el punto de vista tributario. Pero. eso choca con la correlación de fuerza, con la realidad, con el sentido común. Te tienes que ajustar. Cuando tú avanzas, consolidas el avance. Pero si quieres avanzar 24 pueblos y tienes tropas para dos, avanzan solamente esos dos pueblos. Nunca me olvidaré de Pepe Mujica en una conversación chiquita dijo: “Lo importante es avanzar, no hacer testimonio, porque el testimonio no le cambia la vida a las personas”.

—¿El Frente Amplio ha perdido su identidad?

—Ese es un debate muy político, porque cuando hablo en mi partido con los más puntudos les pregunto “qué es lo que quieren: avanzar en esta correlación de fuerza o quedarnos como estamos”. Hay algunos que dicen “nos quedamos, somos puros y sinceros”. ¿Y la vida de la gente? 

¿Sería candidato presidencial?

—¿Otra vez más? Pero si ya tenemos a Tohá.

—Algunos en su partido lo mencionan a usted.

—Sí, pero yo tengo sentido de la realidad: Primero Tohá. Además, si no fuese ella, creo que Lagos Weber lo haría estupendo. 

—No está interesado en ser candidato presidencial, pero cuando se involucra en la campaña del En Contra cabía preguntarse si tenía un interés de volver a la política de primera línea. 

—Soy militante y miembro de la comisión política. Ahí está mi tarea. Pero, cuando el Presidente me dice: “Sabes, te pido que te vaya a TVN”, esta es mi tarea política.

—¿Y no se proyecta volviendo a ese mundo?

—Estoy en ese mundo.

—Pero con filtro.

—¿Usted cree?

No quiso referirse a la gestión anterior de TVN.

Lo que pasa es que lo admito. La derecha me ha dicho que soy presidente de TVN y no puedo hablar de política. ¿Y desde cuándo uno es un eunuco aquí? ¿Sabes que de los siete directores, cinco son militantes? Cinco. Siempre ha sido una tensión. “No, es que el presidente del directorio tiene que ser como un monje de claustro”, no pues. Ahora, yo tengo clarito: las tareas acá y las tareas de política el fin de semana, cuando voy a las comunas.

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