Entrevistas
28 de Diciembre de 2024Irací Hassler: “Veo que el alcalde Desbordes está comenzando a dimensionar los desafíos de Santiago”
La exjefa comunal de Santiago dice que aún no es tiempo de evaluaciones sobre la gestión de su reemplazante, Mario Desbordes (RN), y que le desea "lo mejor" al mando de la municipalidad. Sin embargo, considera que "hubo hartas cosas que señaló que no se ajustaban a la realidad, o que desconocía algunas dinámicas de la comuna". Además, en sus planes no está volver a competir por el sillón municipal de la comuna capital. Su mirada está puesta en el Congreso.
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Hace unas semanas estuvo en Colonia, Uruguay, acompañando a su sobrino en un sudamericano de ajedrez. Su disponibilidad se lo permitió. Desde que Irací Hassler (PC) salió de la Municipalidad de Santiago, tras perder la reelección el 27 de octubre pasado frente al hoy alcalde Mario Desbordes (RN), la exjefa comunal cuenta con más tiempo del que solía tener.
Ello le ha concedido, además de secundar a su familiar en otro país del continente, poder contar con más tiempo para leer. Sentada en la mesa de uno de los locales que frecuenta de la comuna que dirigió, cuenta que hace poco terminó el libro La vegetariana, de la Premio Nobel de Literatura 2024, Han Kang.
“Es muy interesante la reflexión sobre las decisiones de vida desde las mujeres y con una perspectiva desde el otro lado del mundo”, dice sobre uno de los best seller de la escritora surcoreana. Parte del tema de la obra coincide con uno de los temas con los que guarda interés para su futuro político, en donde vislumbra una candidatura al Congreso, particularmente a la Cámara de Diputados por el distrito que incluye a la comuna de la que fue alcaldesa, el 10. Al menos eso se interpreta de su respuesta en esta entrevista.
¿La agenda a impulsar? “Seguridad y cuidados. Ahí está la experiencia valiosa e innovadora y relevante que pudimos impulsar en Santiago”, cuenta.
Sobre su sucesor, es cauta. A poco más de tres semanas desde que Desbordes asumiera como alcalde de la comuna más importante del país, Hassler reconoce que “es demasiado pronto” para realizar alguna evaluación temprana. Eso sí, sintió el mensaje que quiso ilustrar el exministro de Defensa al quitar las banderas del pueblo mapuche y de las diversidades que adornaban el frontis de la casa municipal.
“Yo le deseo lo mejor en su tarea”, comenta sobre su excontrincante, quien ha expresado ya dificultades con el combate del comercio ambulante, y de quien guarda cautela con respecto al retroceso que pueda tener en medidas que apuntaron hacia las mujeres mientras fue alcaldesa.
—Ya son dos meses desde la elección. Lleva un mes y medio fuera de la alcaldía. Debe estar algo aliviada de tiempo fuera de la política.
—Estoy muy contenta, tanto de lo que hicimos en el municipio como también de la gran responsabilidad y confianza que me dio la ciudadanía. Después de tres años y medio muy intensos este momento también es significativo, necesario y de generar una pausa para poder seguir contribuyendo al próximo año, tan decisivo como el 2025, a los avances y derechos progresistas que debe tener nuestro país.
—¿Le ha gustado estar fuera de la escena?
—Bueno, también tiene sus cosas valiosas. Fui muy feliz de ser alcaldesa de Santiago y sin duda que estoy contenta de poder tener un momento de reflexión, de pausa y de seguir con fuerzas y ganas de seguir haciendo lo que me gustar: estar con la gente, poder aportar a generar cambios, poder plantear mi visión y la colectiva de las cosas.
—Ha tenido el tiempo suficiente para reflexionar en lo que hará en su carrera política. El presidente de su partido, Lautaro Carmona, la erigió como candidata a diputada. ¿Eso está cerrado, es un camino que va a tomar?
—Sí, fue bien rápido todo… Todavía es una decisión que en conjunto con otros vamos a tener que tomar colectivamente en el comité central del Partido Comunista. Acojo esa propuesta con mucha responsabilidad a propósito de lo que hemos construido hasta hoy y poder seguir contribuyendo a mi país. Tenemos mucho que avanzar en Chile y hay una experiencia adquirida en seguridad, en cuidados que me gustaría replicar a escala nacional.
—¿En qué distrito sería?
—Mi trabajo y mi trayectoria ha sido en Santiago. Conozco mucho a sus comunidades, sus barrios, sus casas de fachada continua, sus cités, sus parques, sus espacios de encuentros. Sus bellezas y también sus dolores y anhelos. Hay un arraigo que para mí es importante para poder seguir aportando a la política y con ello a la vida de las personas.
—Es legítimo preguntarse si al venir de perder una elección, sobre todo con la holgura que fue, cuenta con el suficiente capital electoral para ser electa en la Cámara.
—He tenido mucho apoyo y cariño ciudadano que se ha visto reflejado en procesos electorales, en conocimiento público y también en experiencia, que es importante en seguir aportando. En ello es tanto la institucionalidad de mi partido, como después la ciudadanía, a la que le toca tomar esas definiciones.
—Pero el impacto que puede dar su derrota podría abrir la pregunta de con cuánto capital político cuenta Irací Hassler para ser parte del distrito 10.
—A mí me gustan los desafíos. Por eso he tomado distintos roles en mi vida. A mis 34 años he tenido la oportunidad de contribuir de distinta forma a mi país, también de aportar a la comuna de Santiago y creo que donde va a estar mi contribución hacia adelante son definiciones colectivas y de la ciudadanía. Tengo un conocimiento público importante, un cariño de la gente. Eso me da no sólo mucha fuerza, sino también mucha responsabilidad de seguir contribuyendo con lo que hemos hecho hasta hoy.
—¿En qué va a estar concentrada en estos meses hasta tomar ese camino?
Por ahora me quedan algunos días de poder parar, reflexionar. Estoy leyendo, escribiendo, teniendo distintas reuniones y conversaciones. Ya vendrá el momento de las decisiones con aporte con potencial en lo académico, en lo político, en la reflexión de políticas públicas que es lo que me interesa seguir desarrollando.
—Considerando que ha tenido tiempo para reflexionar: ¿Cometió un error durante su campaña que le haya valido su resultado en la elección?
—La comuna de Santiago es muy desafiante. Sé que avanzamos mucho. Acogimos una comuna que estaba en situación de abandono y de violencia sobre violencia, además de un periodo de pandemia que afectó la vida cotidiana y el uso del espacio público. Frente a eso logramos mejoras muy significativas. Recuperamos casas tomadas por la delincuencia y el narcotráfico, hicimos sistema barrial de cuidados, el cierre perimetral del Parque Los Reyes. Y sé que somos una comuna que tiene más expectativas todavía. Hay una expectativa de seguir mejorando la calidad de vida que creo que está presente en la comuna de Santiago, junto con factores de la discusión nacional que afectan de una manera distinta a la comuna que tiene 26 barrios y es la capital de Chile.
—Uno de los comentarios sobre su campaña era que todas las acciones relativas a seguridad que hizo como alcaldesa las llevó a cabo en el ocaso de su mandato. ¿Fue así?
—He escuchado harto eso y no se condice con la realidad de los hechos y las fechas. La decisión del cierre perimetral del Parque Los Reyes fue una de las primeras decisiones que tomamos al asumir. La mejora del parque, del sector 2, es impresionante, o la recuperación de las casas tomadas. Recuperar 86 casas que estaban tomadas por la delincuencia o el narcotráfico no es algo que se haga de un día para otro. Ahora, la visibilidad que pueda tener eso, efectivamente tuvo distintas variaciones en el tiempo y distintos intereses mediáticos y políticos sobre lo que estábamos impulsando.
—¿Estaba en su radar perder contra Mario Desbordes con tanta diferencia?
—En las elecciones siempre todo puede pasar. Quienes hemos sido candidatos, al menos hablo por mí, valoramos la opinión y decisión de la ciudadanía y por eso todas las alternativas están sobre la mesa. Eso implica tomar decisiones, hacerlo con valentía y eso hicimos en la alcaldía de Santiago, obteniendo por primera vez una victoria que muy pocos esperaban y obteniendo un resultado distinto en la búsqueda de la reelección que acojo con mucho sentido democrático.
—A Felipe Alessandri logró vencerlo con poco menos de 5 mil votos. ¿En esta oportunidad no estaba la idea de que el escenario volviera a repetirse?
—Es que todos los escenarios pueden ocurrir en una elección. Uno genera una propuesta, tiene una experiencia y plantea una mirada hacia adelante, mediada por la discusión pública y otras cosas que se cruzan. Frente a eso, todas las alternativas estuvieron sobre la mesa.
Irací Hassler sobre Desbordes: “Hubo hartas cosas que señaló que no se ajustaban a la realidad”
A los pocos días de la llegada de Desbordes a Santiago, un duro golpe se asestó a la administración saliente de Hassler. Este se propinó a la Subdirección de Igualdad, oficina creada por la exalcaldesa del PC, en donde se materializaron 37 despidos por parte de la administración actual, luego de que anticiparan que se haría una reestructuración de dicha subdirección.
La medida fue cuestionada por Rosario Olivares, exsubdirectora de Igualdad, quien habló de un “atentado contra los trabajadores”.
—¿Qué le pareció la medida?
—Hay políticas que han sido muy relevantes y que no han sido de una gestión, sino de una conquista de las mujeres de una sociedad que aspiran a la igualdad. En eso hay políticas a nivel nacional, incluidas en la subdirección, y políticas que impulsamos en Santiago, siendo la más valiosa el sistema barrial de cuidados, STGO Te Cuida. Me parece importante que esas políticas puedan permanecer en el tiempo. Espero que la política de cuidados y de igualdad de la comuna siga llevándose adelante. Son temas importantes para la sociedad y que hoy nuestro país tiene mucha discusión sobre ciertos casos que son graves y emblemáticos, pero que no se han traducido en una defensa a los derechos de las mujeres.
—Desbordes argumentó que la decisión se sostuvo en que no había financiamiento para realizar mamografías, o que había cotizaciones impagas a funcionarios municipales. ¿Es así?
—No. Y siempre hay distintas excusas en la discusión pública, y no lo digo en particular por el alcalde Desbordes, sino que en la discusión nacional o internacional, en que se ponen en duda los derechos de las mujeres y los derechos que buscan la igualdad entre las personas. A veces no nos damos cuenta de que esos derechos están directamente vinculados a otros problemas, como lo son el de la seguridad, como cuando una niña que durante más de diez años fue violada en el seno de su familia. No podemos obviar que la discusión de derechos de las mujeres y derechos de las niñas es fundamental para la seguridad de las personas, para construir una sociedad democrática.
—También se señaló que la dotación del personal personal en la subdirección era alto. ¿Cómo se justifica contar con equipos tan grandes?
—Las políticas para impulsarlas requieren a personas que trabajan en ellas. Estamos hablando de personas que llevan causas judiciales, muchas que son contratadas por programas externos. Es importante que eso se revise, que llevan causas, que son financiamiento a través del Ministerio de la Mujer y sus servicios o la Subsecretaría de Prevención del Delito, que aportan a un equipo que puedan llevar adelante programas de cuidados y representación de víctimas. Es necesario que existan esas políticas e implica que hayan personas que las lleven adelante.
—En La Florida el departamento que trabaja con temas de género son menos de cinco personas.
—Desconozco la situación de allá, aunque me extraña el número porque probablemente sólo con fondos externos hay equipos que pueden cumplir una labor más incidente que las que podrían hacer cinco personas.
—El alcalde Desbordes mencionó que era “casi imposible” erradicar el 100% del comercio ambulante. ¿Considera que él se comprometió a realizar algo que no podía realizar?
—No es momento todavía de evaluaciones. Veo que el alcalde está comenzando a dimensionar los desafíos de Santiago. Yo le deseo lo mejor en su tarea. Deseo que le vaya muy bien. Es necesario para nuestra comuna que tiene mucho potencial y que también tiene desafíos que espero que pueda abordar de la mejor manera por el bien de nuestra comuna y de nuestro país.
—¿Esboza que otra cosa es con guitarra?
—No creo que corresponda hacer evaluaciones como para acoger esa frase, pero Santiago es una comuna muy desafiante. Es una comuna bella, con muchas cosas bonitas. Pero pasan muchas cosas de distinto tipo que requieren trabajo. Es una comuna desafiante y espero que el nuevo alcalde le ponga mucha cabeza, gestión y cariño a la linda tarea que es Santiago.
—¿Dice que no tomó en consideración lo exigente que es conducir Santiago?
—Eso habría que preguntarle a él, pero veo que está encontrando esos desafíos, esos temas por resolver, decisiones que tomar y esa es parte de la gestión de la comuna barrial y capital de Santiago. Lo que veo es que es muy pronto para hacer cualquier evaluación y espero que le vaya bien porque quiero que le vaya bien a Santiago, porque sé que es una comuna que tiene muchas cosas valiosas que espero que él y su equipo puedan identificar y valorar.
—¿Fue anticipado cuestionar fuertemente su gestión?
—Más que adelantarse, creo que hubo hartas cosas que señaló que no se ajustaban a la realidad o que desconocía algunas dinámicas de la comuna. Eso ya quedó en la campaña. Ya estamos en otro momento. Sé que la llevamos un paso más adelante en nuestra gestión. Eso es un tremendo orgullo para mí y nuestro equipo.
—Más allá de las bondades de Santiago, no ha logrado desprenderse la comuna del prejuicio que pesa sobre ella respecto a la seguridad. ¿Encuentra un motivo de no haber logrado aquello en su gestión?
—En nuestro país hemos vivido una crisis de seguridad y hemos visto un cambio desde el crimen común hacia el crimen organizado. Eso se refleja en el país, en distintos lugares y particularmente en la comuna que es capital de Chile. Ahora, hemos avanzado mucho en ambos temas que van de la mano, como la seguridad y el comercio ambulante. Cuando asumimos la Plaza de Armas no tenía ningún control. Instalamos el destacamento Santiago Seguro y esa situación cambió para mucho mejor.
A veces uno no tiene memoria para muchas cosas, pero se podrá recordar cómo estaba la Alameda con carpas, con personas que vivían ahí y que comerciaban. Y logramos cambiar esa situación. Ahora, son desafíos que tenemos que llevar adelante como país y que implica el trabajo de distintas instituciones. Logramos quitar el control territorial en nuestra comuna gracias a la estrategia de recuperación de casas tomadas, pero eso no quita que haya crimen organizado en el país y que interactúa entre distintas comunas.
—Cuando habló de su derrota dijo que había eventos de la discusión pública, como el Caso Monsalve o del INBA, que afectaban en la urna. ¿Tiene una autocrítica sobre su gestión?
—Las gestiones tienen muchos elementos de decisión. Tuvimos muchos aciertos y también errores y aprendizajes. Hay una expectativa de mejora de Santiago que se expresa en una comuna que tiene mucha demanda. Esa expectativa de mejora ha estado presente en distintos procesos electorales de nuestra comuna. Los casos que menciona tienen influencia, sin duda. Somos una comuna atenta a la discusión pública. Una discusión tan compleja y tan dura como la denuncia de violación para una autoridad del Gobierno es muy duro para nuestro gobierno y para la izquierda y el progresismo.
Obviamente que no había cómo pensar que iba a llegar una denuncia de este tipo, pero eso no quita el efecto que tiene y una respuesta que no fue lo inmediata que la situación ameritaba. Y lo del INBA evidentemente que es un dolor muy profundo, en una comunidad en la que habíamos avanzado tanto pero que a pocos días de las elecciones nos encontramos con una situación tan grave que constituye delitos que tienen que investigarse y sancionarse. Eso afecta obviamente al estado de ánimo de las personas, porque es una situación dolorosa.
—Habló de aciertos y errores. ¿Qué errores consideró sobre su mandato?
—En general logramos una gestión que avanzó mucho. De repente hay cosas que uno hubiera podido buscar haber hecho más rápido o cosas que quedaron pendientes. Pero yo hago un balance de que logramos impulsar políticas transformadoras, innovadoras, hacer gestión pública y hacernos cargo de la comuna barrial y capital de Santiago. Eso es un tremendo orgullo para mí y me da una tremenda felicidad el haber conducido Santiago. Cuando hago un balance recojo aprendizajes y mucho cariño por la gestión que pudimos hacer.
—No respondió la pregunta.
—Respondí que me quedo con ese balance. Ahondar en una u otra decisión acotada no es lo principal respecto de un fenómeno tan grande como es la conducción de tres años y medio de Santiago. Hay hartos factores que creo que se cruzan y que en el fondo tienen que ver con una comuna que tiene expectativas de mejora en las que creo que avanzamos mucho, pero quedaron también elementos pendientes.
—La primera medida visible que hace Desbordes en su llegada municipal es remover algunas banderas, la mapuche y de las diversidades, que tenía usted en el municipio. ¿Qué mensaje le llegó a partir de?
Cada uno tiene que tomar sus medidas y vendrán momentos de evaluaciones. Que tuvo un simbolismo, lo tiene. Eso genera harto debate público, alta repercusión por cuáles son las señales. Pero, creo que lo más importante, más que el simbolismo de las banderas, son las políticas públicas que se impulsan. Por eso creo que más relevante que las banderas, que las políticas de igualdad e inclusión no retrocedan ni se afecten hacia adelante. Ahí creo que hay un elemento que es más fundamental que las banderas.
—¿A pesar de que perdió, considera que su gestión prevalecerá en Santiago? ¿Se considera derrotada, tomando en cuenta lo anterior?
No. Me considero afortunada, que he tenido responsabilidades muy importantes que me ha dado la ciudadanía. Estoy muy contenta de aquello y creo que he ido logrando muchas cosas para contribuir a mi país en mi vida. Eso me genera un tremendo orgullo.
—¿Ese orgullo es suficiente para volver a ser candidata a alcaldesa por Santiago?
—No. Lo que es necesario son las discusiones colectivas. Creo en los proyectos colectivos y creo que puedo ser un aporte en aquellos, pero la política y la gestión tiene sentido cuando se piensa ampliamente y cuando logra generar efectos y lo que uno hace lugar va de la mano con que en otros espacios también hay personas que también están impulsando políticas de cambio.
He tenido muchos aprendizajes, una experiencia de gestión que ha sido valiosa, que va a permanecer y que genera un impacto y que desde ahí quiero hacer más cosas para incidir en transformaciones que creo relevantes: en derecho progresista, feminista, de igualdad en que podamos vivir mejor. Creo en la gente, en la humanidad. Me gusta la felicidad, que la gente disfrute y que pueda desarrollar sus proyectos. Y creo que hay mucha injusticia en el país y muchas desigualdades que impiden que muchas personas talentosas pueda aportar a construir una mejor sociedad. Me gustaría influir en esos cambios. Y eso puede ser desde muchos lugares y uno de ellos es el Congreso.
—¿Le cierra la puerta a una vuelta municipal en Santiago?
—No es lo que está en mis planes. Hicimos un proceso muy bonito en Santiago. Construimos una primaria ciudadana, planteamos cambios, ganamos una gestión cuando nadie creía que era posible. Implementamos políticas de cambios y siento que cerramos un ciclo en Santiago y que vienen nuevos desafíos para nuestra comuna y para mi aporte personal en otros procesos.
La reflexión de Hassler sobre la relación del PC con el Gobierno: “No creo que se haga una presión indebida”
Irací Hassler ha sido una militante activa del Partido Comunista (PC). En estas semanas en las que se han concretado los congresos regionales, en la previa al XXVII Congreso Nacional del partido, que tendrá, entre otras cosas, la intención de definir pretensiones electorales, la tienda dirigida por Lautaro Carmona ha sumado ciertas circunstancias en las que se han encontrado con las posturas del Gobierno.
Si hace unos meses había desencuentros con respecto a la situación política en Venezuela, sobre la situación judicial de Daniel Jadue —en donde el Gobierno pidió no actuar como “barras” frente a la justicia— y sobre la salida de Juan Andrés Lagos de La Moneda, en las últimas semanas han existido reparos en la Ley Antiterrorista o aprehensiones contra la reforma previsional.
—¿Ha sido leal el PC con el Gobierno?
—Sí, ha sido un partido leal. Ser leal implica aportar, apoyar, ponerse a disposición y también implica plantear matices o elementos que se consideran que se deben mejorar.
—Hace unas semanas el senador Daniel Núñez (PC) decía de que tenían que estar “con dos pies en la calle y dos pies en La Moneda”. Eso lleva a que algunos hablen de una “presión indebida” del PC hacia el Gobierno.
—No creo que se haga presión indebida.
—¿Por qué?
—Porque la vida social y política del país se expresa en distintas dimensiones. La institucionalidad es un espacio fundamental para ser política y para generar cambios, y no es el único camino. También lo es la discusión en la junta de vecinos, la participación ciudadana directa y los momentos de expresiones masivas de las personas para plantear distintos elementos. El PC tiene tiene una alta valoración de las distintas expresiones de la ciudadanía y la ha tenido durante su historia. No veo en eso ningún elemento de presión o deslealtad que no correspondiese.
—El PC debiese tener un precandidato presidencial?
—Sí.
—¿Y a quiénes ve en ese grupo? Los integrantes del PC con más visibilidad, como pueden ser la ministras Jeannette Jara o Camila Vallejo, cada una está en su propio asunto.
—Menciona nombres de dirigencias del partido que son muy valiosas. Y tenemos muchas actorías que pueden aportar en ese proceso. Cuál va a ser el nombre específico nos va a tocar discutirlo todavía colectivamente, pero no me cabe duda que tenemos mucho que aportar en una primaria presidencial y después también en el proceso. Sea quien sea que gane esa primaria, creo que lo fundamental es que la izquierda y el progresismo vaya en unidad con un programa de transformación que asegure a Chile profundizar una senda hacia el progreso.
—¿El candidato del PC debiera venir del Gobierno?
—No necesariamente. Es una opción que no hay que descartar. Quienes han jugado un rol en el Ejecutivo tienen una experiencia valiosa, pero no lo veo como que el factor esté pensado en cuál es el espacio laboral más reciente del cuál vienes, sino que quién tiene las mejores condiciones para representarnos en esa disputa.
—El último representante comunista como presidenciable fue Daniel Jadue. ¿Perdió su posibilidad presidencial?
—En este momento está concentrado en su defensa, en poder demostrar su inocencia y eso debe seguir avanzando con su curso.
—¿Eso lo quita del debate electoral dentro del partido?
—El debate electoral vendrá más adelante y es una decisión colectiva por tomar. Sí creo que es relevante que pueda trabajar en su defensa.