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Gabriel Massuh: El empresario chileno-ecuatoriano que conquistó el mercado de las frutas
Gabriel Massuh, nacido entre campos de arroz en Guayaquil, se convirtió en líder de la importación de frutas tropicales en Chile. Su trayectoria transformó a nuestro país no solo en el punto de partida de su carrera internacional, sino también en el lugar donde decidió construir su futuro.
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¿Quién es Gabriel Massuh Isaías? Este empresario chileno-ecuatoriano se ha convertido en uno de los líderes del mercado frutícola en Chile, haciéndose un nombre hace ya tres décadas desde su llegada al país en 1993 cuando fundó la empresa Bagno.
Para explorar su éxito sólo bastó una idea con visión. Gabriel Massuh cruzó fronteras físicas, sociales y económicas para instalarse en la cúspide de un modelo que rara vez abre paso a forasteros.
Y eligió Chile. Con 23 años, llegó a un país en expansión pero donde no tenía redes, ni patrimonio, ni apellido, sorteando obstáculos y problemas.
Durante la primera etapa de los años ‘90 en nuestro país, el mercado sufría cambios y trataba de adaptarse e insertarse en un panorama global, marcada por la experiencia local en plena consolidación del modelo económico neoliberal y la apertura al mundo.
Sin ir más lejos, los ‘90 se consideran como una época de gran crecimiento económico, lo que permitió este desarrollo sostenido.
Con esa oportunidad como objetivo y con una visión a largo plazo, desde Estados Unidos Gabriel Massuh observaba a Chile como su punto de partida.
Nacido en Guayaquil entre campos arroceros, Massuh entendió rápidamente que su fuerte se encontraba en la gestión, especialmente en su capacidad de identificar, idear y desarrollar nuevos negocios con visión.
Tras estudiar economía y negocios en Nueva York y Florida, puso sus ojos en Chile y en 1993 llegó al país. “Podría haber seguido el camino más tradicional: asumir la gestión agrícola familiar, trabajar en el sector agroexportador ecuatoriano o quedarme en Estados Unidos”, reflexiona Massuh.
Gabriel Massuh y Chile: una idea y una oportunidad
Gracias a la experiencia en su país natal, Gabriel trazó la ruta para encontrar su nicho en Chile. En plena expansión económica en el país, instalarse con un negocio sin redes ni experiencia parecía tarea imposible.
“Lo más difícil es adaptarse. Yo era joven y a un joven de 23 años no lo ven como un par más. Me costó y tuve que ganar la confianza y respeto de mis pares, clientes, proveedores y bancos”, recuerda Massuh.
¿La idea? La importación a gran escala de frutas tropicales. ¿La oportunidad? El plátano. En Chile, el plátano es la fruta más consumida con cerca de un 70.4% de la población.
Su alta demanda contrasta con la enorme desventaja de que su cultivo no se puede dar en el país, por lo que debe ser importado.
Así, tras llegar a Chile Massuh fundó Bagno como punto de partida de un modelo que no solo creció, sino que redefinió la logística de alimentos frescos en el país.
Hoy, Bagno no solo importa plátanos desde Ecuador, sino también piñas, mangos, limones y paltas. Con una red logística moderna, distribución nacional y alianzas estratégicas, la empresa garantiza el abastecimiento continuo de frutas en supermercados y ferias del país.
Tras una expansión que incluyó superar crisis, apostar por la diversificación y dar en el clavo con una exitosa inversión en la palta en plena época del oro verde, Massuh sacó lecciones y posicionó a Bagno como un actor principal en el ecosistema frutícola del país. Sin embargo, años de experiencia también significaron tropiezos, errores y equivocaciones.
Negocios bajo la lupa: los errores del SII y el acierto de Massuh
Según Gabriel Massuh, “Lo más importante es siempre perseverar. En los negocios se pueden cometer errores pero lo primordial es sacar en limpio el aprendizaje, ser transparentes, serios y respetuosos con todo lo que involucra a un negocio”, señala.
Durante 2019 vivió uno de los momentos más complejos de su gestión. Con casi tres décadas de crecimiento silencioso en su empresa, el empresario y Bagno eran interpelados por primera vez por el Servicio de Impuestos Internos.
Específicamente se enfrentaba a una querella que lo acusó de usar facturas falsas para rebajar su carga tributaria. Se le imputó el uso de más de 500 documentos, con un supuesto perjuicio fiscal de más de 2.700 millones de pesos.
El caso lo sacó del anonimato relativo y lo posicionó, de pronto, en las páginas judiciales de los medios nacionales. Lo que no se vio fue su estrategia: silencio mediático, defensa legal rigurosa y continuidad operativa absoluta. Mientras otros habrían puesto el negocio en pausa, Massuh optó por blindar su estructura.
En enero de 2025, el Tribunal Tributario y Aduanero anuló las liquidaciones del SII, acogiendo los argumentos presentados por su defensa.
Nuevos horizontes: el presente del empresario
Hoy, Gabriel Massuh se encuentra enfocado en continuar fortaleciendo cada aspecto que los nuevos tiempos y los negocios demandan a Bagno.
Por un lado, el empresario apunta a consolidar el trabajo vinculado a la sostenibilidad y a seguir explorando nuevos mercados y alternativas de diversificación. Por ello, se ha mantenido atento al panorama internacional e ideando nuevos negocios.
Sin ir más lejos, esa búsqueda lo ha motivado a mantenerse más atento a las tendencias globales y a ayudar con su consejo y experiencia a emprendedores jóvenes que podrían sortear los mismos desafíos que él vivió a su llegada a Chile, con una perspectiva mejorada.
“La experiencia me ha regalado sabiduría y la posibilidad de no rendirme en cuanto tengo una idea o planeo desarrollar un negocio. Con eso en mente, quisiera seguir aportando no sólo a la economía sino también a mentes jóvenes que buscan el éxito”, señala Massuh.
En un país donde la visibilidad es cada vez más demandada, Gabriel Massuh ha demostrado que también se puede ascender desde los márgenes y con resultados, compartiendo y apoyando a otros en el camino.