
Política
2 de Julio de 2025La antigua disputa entre lotes del Frente Amplio que reflotó con las críticas a la directiva tras el fracaso de Gonzalo Winter
El hecho de que el candidato presidencial del Frente Amplio quedara en tercer lugar y obtuviera un pobre rendimiento electoral generó una crisis al interior del partido. Con el paso de las horas, esa inquietud se transformó en críticas soterradas entre los distintos lotes que provenían de Convergencia Social, uno de los partidos que se fusionó para formar el actual FA. Las principales críticas apuntaron a la jefa de campaña, la diputada Gael Yeomans, y a la presidenta de la tienda, Constanza Martínez. En la colectividad hay quienes aseguran que ambas estarían pagando costos por antiguas rencillas que tuvieron su peak con la firma de Gabriel Boric del acuerdo de una nueva Constitución, a fines de 2019.
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“Esto es como volver a una asamblea en la universidad y ver cómo los de Convergencia Social se cobran cuentas pasadas”. Así describe un militante del Frente Amplio la disputa que se abrió al interior del partido una vez que se constató la estrepitosa derrota de Gonzalo Winter en las primarias del oficialismo, en las que obtuvo solo 123 mil votos y un 9% de las preferencias.
Para muchos militantes del FA se trata de uno de golpes más significativos que han enfrentado desde la fundación del movimiento en 2017. En primer lugar, señalan que este resultado pone fin al buen rendimiento electoral de la colectividad en el último tiempo y mancha además al partido en el que milita el propio Presidente Gabriel Boric.
Así, al interior de la tienda se han provocado una serie de críticas hacia quienes condujeron la campaña de Winter —en particular, a la jefa de campaña, la diputada Gael Yeomans—, como también hacia la directiva del Frente Amplio, la cual es liderada por Constanza Martínez.
Si bien en la tienda hay quienes tienen un mal diagnóstico con las decisiones que se tomaron durante la campaña y con la lenta definición del candidato presidencial —luego de que en el partido se promovieran a nombres como Tomás Vodanovic y Beatriz Sánchez—, varios militantes coinciden en que la crisis tiene mucho que ver con antiguas rencillas que datan desde la fundación del Frente Amplio.
Dirigentes afirman que hay una pasada de cuenta entre los distintos “lotes” que existían antes de la fusión de los distintos partidos que hoy conforman el Frente Amplio —RD, Convergencia Social y Comunes—, y de sus propias facciones.
De hecho, describen que las recriminaciones más duras contra quienes lideraron la campaña de Winter provienen de antiguos adherentes de Convergencia Social que hoy cuestionan a miembros de esa propia facción que estuvieron a cargo del despliegue del candidato.
Así, a Gael Yeomans y Constanza Martínez se les acusa de haber conducido la campaña de Gonzalo Winter desde un núcleo cerrado, dominado por un antiguo lote que era parte de Convergencia Social y que se conocía como Desbordar lo Posible. En este formaban parte tanto Martínez como el propio Winter e incluso Gabriel Boric.
En la tienda hay quienes recuerdan que el equipo estratégico del comando estuvo compuesto en gran medida por figuras cercanas a Winter, al propio mandatario y al núcleo de la facción aún vigente Desbordar lo Posible que obtuvo la primera mayoría nacional en las últimas elecciones. Uno de ellos era Felipe Valenzuela, amigo íntimo de Boric —vivió con él en su casa del barrio Yungay—, quien dejó su puesto en el Segundo Piso de La Moneda para sumarse a la campaña.
Quienes no pertenecen a esa facción acusan ahora que la campaña de Winter se llevó a cabo de manera hermética, sin conocer mayormente quiénes integraban ni quiénes tomaban decisiones clave. Añaden que tampoco existían mecanismos para canalizar las sugerencias o críticas a la campaña. En ese sentido, afirman que el silencio fue la norma.
El origen de las discrepancias entre los lotes del Frente Amplio
No son pocos los que advierten que a Yeomans aún se le cobra el hecho de que en 2019, cuando era la presidenta de Convergencia Social, el partido envió al Tribunal Supremo al entonces diputado Boric por firmar, a nombre propio, el acuerdo del 5 de noviembre que dio pie al primer proceso para elaborar una nueva Constitución.
Yeomans durante ese período pertenecía a Raíces Socialistas, una facción de Convergencia Social que se identificaba como el ala más a la izquierda de los movimientos que conformaban la coalición del Frente Amplio.
De hecho, hay quienes aseguran que dicho lote ya ha pagado el costo por ese episodio al no entrar plenamente a La Moneda. De ahí que algunos aseguran que las diferencias que existían en ese tiempo ahora resurgieron.
Con todo, hay miembros del Frente Amplio que provienen de Convergencia Social que hoy por hoy descartan que esto se trate de una cultura de vendettas. Miguel Bustamante, quien fue parte de la directiva de dicho partido, compitió por la presidencia de la colectividad contra Diego Ibáñez en 2022 y hoy es parte del comité central del Frente Amplio, sostiene que, en realidad, el problema que reflejó este desempeño electoral es mucho más profundo.
“El problema de fondo, donde la campaña fue un síntoma, es que el Frente Amplio está encerrado en el relato de su surgimiento. La referencia a que venimos de los movimientos sociales, de la lucha estudiantil, está desgastada, porque hoy no representan el sentir de la ciudadanía, que busca liderazgos y proyectos que puedan dar soluciones a sus problemas más urgentes y que representen sus trayectorias de vida”, dice Bustamante a The Clinic.
En esa línea, hay exintegrantes de Raíces Socialistas que también apuntan a que, en realidad, lo que ocurrió en la campaña se debe a un proceso de desgaste de más largo aliento y propio de ser el principal partido de gobierno. Además, lo atribuyen a una suerte de insatisfacción de expectativas de cambio frenadas por no tener mayorías parlamentarias.
Yeomans, al ser consultada por The Clinic acerca de las críticas que ha recibido por su rol en la campaña, sostuvo: “El Frente Amplio tiene el deber de hacer un análisis político colectivo, entre nuestra propia militancia, siempre con el objetivo de fortalecer nuestro proyecto político y sintonizar mejor con la ciudadanía”. Y agregó: “No soy amiga de los comentarios en off (the record) y haré mi reflexión en los espacios que corresponde del partido”.
Esa instancia se llevará a cabo el martes 8 de julio, y tendrá como objetivo principal depurar los resultados de las elecciones, evaluar la vigencia del discurso político del partido y, quizás, resolver antiguas rencillas internas que aún siguen latentes.
Las críticas a Yeomans y Martínez
Aunque Yeomans proviene de otro lote —Raíces Socialistas— su cercanía con Winter es de larga data: compartieron años de movilización universitaria y han mantenido una relación política estrecha desde su trabajo conjunto en la Cámara.
En particular, los críticos de la campaña han observado con suspicacia la alta exposición pública que tuvieron Yeomans y Martínez en el despliegue de Winter, lo que se dio en paralelo a la negociación las listas parlamentarias. Y es que recuerdan que la diputada busca su reelección en el distrito 13, mientras que la timonel del Frente Amplio aspira a un escaño en el distrito 8, donde también compite la exsecretaria general de Revolución Democrática, Tatiana Urrutia.
Desde el círculo cercano de Martínez aseguran que en realidad el comando de campaña ha sido transversal y como ejemplo mencionan la inclusión de la exconvencional Beatriz Sánchez y de Simón Ramírez, el secretario ejecutivo de FA, que proviene de otro lote de Convergencia Social, De Cordillera a Mar.
Además, indican que el ánimo general al interior del FA está en sacar aprendizajes en limpio lejos de polémicas de trastienda que, en todo caso, dicen son naturales luego de una derrota electoral.