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Poder

2 de Febrero de 2012

Henrique Capriles Radonski, el izquierdista que quiere sacar a Hugo Chávez

La foto a estas alturas es un cliché. Políticos que podrían llegar a odiarse se toman de las manos y ensayan sonrisas ante los flashes. Una actuación de un gesto de unidad que podría valer lo mismo que una promesa de campaña. Pero en Venezuela es un hecho inédito. Por primera vez desde que han […]

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La foto a estas alturas es un cliché. Políticos que podrían llegar a odiarse se toman de las manos y ensayan sonrisas ante los flashes. Una actuación de un gesto de unidad que podría valer lo mismo que una promesa de campaña. Pero en Venezuela es un hecho inédito. Por primera vez desde que han intentado sacar a Hugo Chávez, los candidatos de oposición acordaron hacer primarias. Un candidato único que luchará por la presidencia del país caribeño. Y el que corre con más fuerza es Henrique Capriles Radonski, un hombre de centroizquierda que admira -o dice admirar- a Luis Ignacio Lula Da Silva.

Capriles Radonski tiene esos gustos que se ven bien en la política. Se declara amante del reggaeton, de las telenovelas venezolanas y dice que baila “muy mal”. También se mueve en moto por las calles de Caracas y soñaba con ser beisbolista profesional cuando era un niño. Nada fuera de lo común, incluyendo el hecho de que su familia tuviera una muy cómoda situación económica. Por parte de su padre está ligado al grupo medial Cadena Capriles, que posee los diarios Últimas Noticias, Urbe, y el periódico deportivo Líder, entre otros. Su padre, Henrique Capriles García, es primo en tercer grado de Miguel Ángel Capriles Arcay, el patriarca del grupo mediático (como el Agustín Edwards de Venezuela). El negocio es regentado por la familia, así que el vínculo es bastante cercano.

Su madre, Mónica Radonski, proviene de una familia judía ruso-polaca que arribó a Venezuela escapando de los nazis. Con los años, formaron un pequeño imperio de cines llamado Circuito Radonsky, que posteriormente fue fusionado con otras dos empresas para formar Cinex, la mayor cadena de cines de Venezuela. Nacido en cunita de oro, Capriles estudió Derecho en la Universidad Católica Andrés Bello. A finales de 1998, decide entrar en política, con 26 años y es electo diputado.

No duró mucho: Chávez disolvió el congreso bicameral en 1999 e instaura uno unicameral tras la aprobación popular de la nueva Constitución. Después es electo alcalde del municipio de Baruta y es reelecto hasta el 2008. Actualmente es gobernador del estado de Miranda (en Venezuela este cargo es de elección popular), después de ganarle a Diosdado Cabello, ex vicepresidente y mano derecha de Hugo Chávez.

Como candidato, repite un patrón bastante conocido. Recorre poblaciones, da discursos políticamente correctos y en su cuenta de Twitter cita a Tomás de Aquino. Nada fuera de lo común. De hecho, nada en su discurso resalta. Pero como él mismo reconoce a través de esa cita, sus acciones hablan más de él que su dichos.

Asalto a la embajada

La información es confusa. Todo lo que ocurrió ese día lo es. El 11 de abril del 2002, un confuso y brevísimo golpe de Estado sacó del poder por 47 horas al presidente Chávez. Al día siguiente, mientras el hombre ancla de “Aló Presidente” seguía depuesto, un grupo de opositores enfiló hacia la embajada de Cuba, ya que surgió el rumor que Diosdado Cabello, vice presidente de Venezuela (y que Capriles Radonski derrotaría en elecciones en el 2008) se encontraba asilado allí. Lo que siguió, terminó con Capriles preso.

Cuando la turba se apostó frente a la embajada, el embajador cubano Germán Sánchez Otero, llamó por teléfono a Henrique Capriles, alcalde de la comuna donde queda la embajada. No contestó el llamado y se le dejó el recado. A las horas después, la situación había escalado a mayores. La turba creció, le cortó la luz y el agua a la embajada y amenazaban con tomársela. Alrededor de las 3 de la tarde un grupo pidió mediar entre la turba y la embajada, lo que fue concedido. Ingresaron por medio de una escalera. A los 15 minutos, por la misma escalera, subió el edil Capriles. Torpemente, le pidió al embajador cubano que dejara ingresar a la turba para revisar si es que estaba allí Diosdado Cabello. Sánchez, claramente se negó a tal invasión de su soberanía.

“Capriles Radonski declaró al Nuevo Herald, hace dos meses, que él no sabía nada, que él se enteró a las 3:00 de la tarde. Hizo una comparación que, si no fuera tan torpe, diría que es absurda y lamentable. Dijo: ‘Es como si al alcalde de Nueva York se le exigiera no haber impedido los actos terroristas de las Torres Gemelas’”, declaró en 2006 Sánchez Otero a la revista Panorama.

En Marzo del 2004, se inició una investigación contra Capriles Radonski, por la eventual negligencia de parte de la alcaldía en poner freno la turba, y por la violación del derecho internacional al ingresar a la embajada Cubana. Temiendo una persecución política en su contra, se volvió inubicable por esos días. “Yo en ningún momento ando en la clandestinidad; simplemente estoy en resguardo bajo recomendación de mi defensa”, declaró Capriles a través de una emisora de radio local.

Finalmente, fue sobreseído del caso.

¿Tiembla Chávez?

Capriles Radonski ha sacado un truco o dos del libro del populismo que el mismo Chávez ha usado. Durante las inundaciones en el estado de Mirada que él regenta, ganó mucha popularidad al ir a visitar las zonas afectadas. Con shorts y polera metió las patas al agua y recorrió las calles inundadas acompañado de vecinos. Disparó contra el gobierno por la poca ayuda que llegó a la zona. “Dios quiera que todo lo que vimos allí como una suerte de show, mostrando ambulancias y camiones de basura, todo lo que están ofreciendo, lo entreguen, que no sea simplemente una atención por la inundación”, dijo patas en el agua.

¿Pero es realmente una amenaza contra el poder de Hugo Chávez la candidatura de Capriles Radonski? La última encuesta de la empresa Hinterlaces, del 27 de enero de este año, le da un apoyo del 64% al comandante. Claro que Chávez cree que podría ser más. “Si no fuera por la bestial, perdóname la palabra, campaña mediática en contra, una bestial campaña de casi todos los medios de comunicación privados (…) si no fuera por eso, el apoyo al Gobierno sería de cerca del 90%”, dijo el Comandante al ser consultado por los favorables números a su favor.

Curiosamente, desde que Chávez hiciera público su padecimiento de cáncer, su popularidad se disparó y subió 10 puntos, llegando a 58%.

Pero Capriles Radonski también tiene sus armas. Además de gozar del beneplácito del diario de la familia de su padre, con notas dedicadas a buscarle polola (no es weveo), sus números lo avalan. La empresa medidora Hinterlaces le otorga un 39% de intención de voto en las primarias, lo que lo haría ganador por sobre los otros contendores.

Jesse Chacón, director de GIS XXI, otra empresa de encuestas y exministro de Chávez, dijo a la agencia Efe que observa el triunfo seguro de Capriles para las primarias y asegura que el principal potencial de su campaña de gobierno es el perfil “empresarial”, con mucha fuerza lo económico, que le podría imprimir al país.

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