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Opinión

22 de Marzo de 2013

Sigismond de Vajay, curador de Of Bridges and Borders: “El gobierno chileno fue muy tímido a la hora de invertir en este proyecto”

El artista argentino-suizo que logró traer a Chile por primera vez la obra del chino Ai Weiwei en la exposición que se exhibirá hasta mayo en Valparaíso, se ha mostrado disconforme con el interés y apoyo que se le dio en el país para realizar la histórica muestra que reúne a más de 15 artistas de Bélgica, Cuba, Suiza, México, Argentina y China. Sigismond, que en esta ocasión actuó de curador de la obra, además señaló cómo la falta de profesionalismo y seriedad de los auspiciadores dificultó el trabajo de montaje que se realizó en cinco semanas.

Melissa Gutierrez
Melissa Gutierrez
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El 16 de marzo se inauguró en el Parque Cultural de Valparaíso la exposición Of Bridges and Borders, que trajo a Chile las obras de Erick Beltrán y Marcela Armas, de México; así como del español Ignasi Aballi, el estadounidense Peter Garfield y los representantes nacionales Patrick Steeger y Rodrigo Vergara; entre varios otros artistas internacionales.

Sin embargo, la que más llamó la atención fue el lienzo de más de 900 metros cuadrados que se extiende por la fachada del Edificio de Transmisión del Parque. La imagen retrata dos islas que se disputa entre China y Japón; y es una obra del artista disidente Ai Weiwei, que ha sido perseguido por el gobierno chino por su activismo social, especialmente luego que en 2008 criticara ampliamante la pobre construcción de las escuelas que fueron destruidas en el terremoto de Sichuan donde murieron más de 200 mil personas.

La obra expuesta en Valparaíso se llama A Pablo y está dedicada a Neruda. Sobre la foto puede leerse en chino y en español un fragmento del poema Cabo de Chile del padre de Weiwei, el poeta Ai Qing y que recita: “se levanta un hombre con una lupa busca en el mapa un lugar donde nunca ha estado”. La dedicatoria nace de la relación que el padre de Weiwei estableció en su época con el poeta chileno.

Esto representa precisamente el espíritu de la exposición, que además cuenta con una serie de acciones artísticas, como conciertos, conferencias, talleres y diálogos; y que busca dar cuenta del carácter “transfronterizo” del arte, como señala el curador de Of Bridges and Borders, Sigismond de Vejay: “tiene efectivamente algo que ver con la conexión de un grupo de artistas internacionales que se van sumando al proyecto, creando así una familia numerosa, que va creciendo a medida que el proyecto evoluciona. No todo se repite, no todo es nuevo, ni todo es igual. Hay mutaciones y nuevas lecturas, a veces ciertos proyectos se siguen desarrollando en el tiempo, como es el caso de la obra que el artista catalán Ignasi Aballí presenta en Chile”, cuenta el artista desde Buenos Aires.

La muestra se desarrolló desde 2009 en 13 países de Europa y Latinoamérica a partir de la publicación del libro homónimo a la exposición, editado por Sigismond. Sin embargo, el argentino-suizo que vive actualmente entre Buenos Aires y Barcelona, no quedó del todo conforme con el trabajo hecho en Chile. No por los resultados, sino por la falta de apoyo que existe desde el Estado y la poca seriedad con que los auspiciadores y algunas personas con las que se quiso trabajar asumieron el desafío de una puesta en escena única en el país.

¿Qué buscas mostrar en general con tu trabajo?
En el caso de Of Bridges & Borders, soy curador y no artista, en otros casos soy artista. En cada rol busco cosas diferentes que a veces se cruzan. El curador determina muchas cosas en un proyecto semejante, como los potenciales lugares donde las intervenciones se podrían lograr, cuáles serían los artistas que se tendría que invitar, quién los podría financiar y de qué forma, la museografía general de la exposición, definir los espacios y las relaciones entre las obras, valorar cuáles son los ritmos que uno le quiere dar a la muestra sabiendo dosificar vídeos, con obras estáticas o con obras de lectura. Es de esta forma que busco generar al visitante de un proyecto emociones, interés y si es posible, cuestionamientos diversos.

¿Por qué te interesó trabajar en Chile y en Valparaíso particularmente?
Valparaíso me encanta como campo de trabajo. Me parece sumamente atractivo para generar algo artístico ya que la geografía de la ciudad invita a esto. Sin embargo, no fue nada fácil y si lo tuviera que repetir lo haría de una forma totalmente diferente.

¿Por qué?
Tuvimos muchísimos problemas, tanto con los fondos necesarios para lograr esto como con la seriedad de gran parte de la gente con quien intentamos trabajar, no solo de Valparaíso si no que también de Santiago. Muchos retrasos en las entregas, muchas cosas que no se lograron y que nos hicieron perder mucho tiempo en las cinco semanas de montaje. Pero lo peor fue la falta de recursos locales y el desinterés de la propia ciudad de cara al proyecto. Todo esto generó muchas tensiones y el grupo grande que éramos para desarrollar todo esto sufrió en varios momentos la falta de recursos económicos chilenos y la falta de seriedad de ciertos auspiciadores que nos acompañaban. 

En 2007 también hiciste una muestra acá, ¿cuál es tu relación personal y artística con Chile? 
Mi relación con Chile hoy por hoy es de estar viviendo en el país vecino, Argentina, y de tener mi socio de KBB (Kültur Büro Barcelona) que se volvió a Chile, a Valparaíso, justamente hace un año. Estas son las dos razones porque el proyecto llegó a Valparaíso. Por otro lado es una linda imagen la de ver que hicimos un puente entre dos ciudades porteñas, Buenos Aires y Valparaíso, funciona muy bien con lo de Of Bridges & Borders. En el 2007 estuve en Chile llevando a cabo junto a mi novia de esa época, Carolina Olivares -que fundó el KBB conmigo en Barcelona- el proyecto Repeat All. En esa ocasión presentamos 12 videoartistas procedentes de ocho países en Matucana 100 en Santiago. Al mismo momento más o menos, presenté una obra mía titulada “Goodbye Gasoline” en la Galería Animal. Básicamente son a menudo relaciones de vida personal que te llevan a un país.

¿Cuál crees que debe ser el rol de los Estados en el fomento del arte y la cultura?
Para mí, es primordial que en una sociedad como la de Chile el Estado invierta en lo que es la educación y la cultura general, por lo tanto es importantísimo que el Estado sea el primero en mostrar el ejemplo apoyando proyectos semejantes. Lamentablemente en este caso, el gobierno chileno fue muy tímido a la hora de invertir tanto en este proyecto como en el propio Parque Cultural de Valparaíso y lo encuentro una pena real ya que nos vamos a dar cuenta muy rápidamente que estos proyectos hacen crecer no sólo la ciudad sino que también el país. La cultura es fundamental y el mestizaje es importantísimo para oxigenar el panorama local, que a menudo se encuentra oxidado. Espero que se den cuenta y nos apoyen con todos los recursos necesarios para que podamos terminar este proyecto como se debe. 

¿Qué significó para ti trabajar con un artista como Ai Weiwei? 
Es un placer poder trabajar con artistas que tienen las ideas muy claras, que saben lo que quieren y con quienes se logra proyecto de muy alto nivel. Weiwei y su equipo en el estudio son muy profesionales y es genial trabajar así. Fue muy linda la casualidad de que Valparaíso sea una ciudad que le recordó un tema personal y que hizo que tomara en cuenta mi invitación cuando estuve en su casa en julio del 2012 en Beijing. Lograr producir y asegurar que una lona de 900 metros cuadrados salga bien no es una tarea fácil. Weiwei tiene que confiar en mí y yo en un proveedor local que lo pueda lograr. En este caso el impresor Jorge Pereira de Muzzio Banner fue un elemento clave para que se logre, no solo lo de Weiwei, si no que tb lo de Erick Beltran y lo de Ignasi Aballí. 

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