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Cultura

9 de Abril de 2013

Desde Elton John a Morrisey: El odio del mundo artístico británico por Margaret Thatcher

La ex primera ministra británica Margaret Thatcher marcó la vida cultural del Reino Unido durante sus once años en el poder, a menudo convertida en material de odio para músicos y escritores por sus duras políticas. Sus recortes sociales, su liberalismo económico y su dura posición durante la guerra de las Malvinas en 1982 provocaron […]

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La ex primera ministra británica Margaret Thatcher marcó la vida cultural del Reino Unido durante sus once años en el poder, a menudo convertida en material de odio para músicos y escritores por sus duras políticas.

Sus recortes sociales, su liberalismo económico y su dura posición durante la guerra de las Malvinas en 1982 provocaron la explosión del arte como protesta contra la “Dama de Hierro”, que nunca apostó por la cultura en sus gobiernos conservadores.

Las primeras huelgas de mineros tras su llegada al poder en 1979 sirvieron de telón de fondo a un popular musical, “Billy Elliot”, que en su primera versión en Broadway incluyó la canción “Feliz Navidad, Margaret Thatcher”, firmada por el compositor británico Elton John.

“Todos celebramos el día de hoy, porque queda un día menos para tu muerte”, cantaba un coro de niños de un barrio deprimido tras la huelga minera.

Las canciones protesta inundaron teatros e impulsaron a numerosos grupos que deseaban su muerte en sus canciones, como Morrisey, con su canción “Margaret a la guillotina”, donde describía el final de la entonces primera ministra como “un sueño maravilloso”.

Elvis Costello tampoco tenía buenos deseos en su tema de 1989 “Tramp the Dirt Down”, de su álbum “Spike”, en el que aseguraba a Thatcher que, “cuando finalmente te entierren, bailaré sobre tu tumba”.

El conocido compositor se unió en sus críticas a grupos como The Beat, Genesis, The Clash, The Jam o el músico Billy Bragg, que llegó a definir a Margaret Thatcher como su “mayor inspiración” para retratar el “periodo turbulento” que atravesó el Reino Unido en los 80.

La Guerra de las Malvinas contra Argentina en 1982 fue un punto de inflexión para los artistas británicos, que contraatacaron las decisiones de la “Dama de Hierro” con temas como “How Does It Feel To Be The Mother Of A Thousand Dead?” (¿Qué se siente al ser la madre de mil muertos?), que le dedicó el grupo Crass ese año.

Alejados de esta polémica, los gobiernos conservadores de Thatcher decidieron potenciar la música clásica y la ópera frente a otras disciplinas, una actitud que fue “un tiro en el pie” al avivar aún más la corriente punk, autora de las críticas más ácidas.

La televisión y el cine no escaparon a la fascinación que las formas y actitudes de esta política “tory”, vestida casi siempre de azul, exhibía en el Parlamento británico con golpes de bolso incluidos.

De las adaptaciones a la gran pantalla, la más conocida es la que protagonizó Meryl Streep en 2011, un papel con el que consiguió su tercer Óscar por adentrarse en los recuerdos de una Thatcher que en su vejez perdió la memoria.

La película destacó las medidas económicas de la entonces primera ministra, de marcado carácter liberal, que impulsó el desarrollo financiero de Londres.

Su figura protagonizó cómics políticos y sátiras dentro de la saga estadounidense Bloom County y los numerosos libros sobre su legado político llegaron a crear una sección propia.

Incluso los personajes de ficción se dirigieron a ella, como fue el caso de Adrian Mole, creado por la escritora Sue Townsend, que escribió un poema a la primera ministra en la que le preguntaba si era capaz de “llorar”.

Muchos de arrepintieron de votarla, como el premio Nobel de Literatura Harold Pinter, que aseguró que confiar en Thatcher fue “idiota e infantil por mi parte”, o el escritor Jonathan Coe, especializado en la sátira política, que cuestionó su legado.

“¿Como es posible que la hija de un tendero, con su constante retórica sobre el ahorro doméstico, haya terminado creando una sociedad que se basa fatalmente en la deuda?”, se preguntó Coe.

Una Argentina golpeada hasta lo más profundo de su ADN por Thatcher guardó silencio

La muerte de Margaret Thatcher, que era primera ministra del Reino Unido cuando estalló en 1982 la guerra de las Malvinas, no mereció ayer ni una sola palabra del Gobierno argentino, aunque otros países de la región más regalones de Inglaterra como Chile y México, lamentaron su desaparición y ensalzaron su liderazgo.

Ni siquiera las asociaciones de ex combatientes argentinos se pronunciaron sobre la muerte de la “Dama de hierro”, pero los diarios y medios digitales de su país sí publicaron abundante información.

La agencia oficial Telam se refirió a Thatcher como la responsable del hundimiento del crucero argentino General Belgrano durante la guerra de las Malvinas pese a que, según la versión argentina, el barco se encontraba fuera de la zona de exclusión.

Thatcher, quien gobernó de 1979 a 1990 y ha sido hasta ahora la única primera ministra en la historia británica, falleció ayer a los 87 años víctima de una apoplejía. Sufría de demencia senil.

“Fue una mujer valiente que enfrentó los problemas y que tuvo siempre una actitud de solucionar los problemas. Creo que es una gran pérdida para Inglaterra y para el mundo entero”, declaró el presidente de Chile, Sebastián Piñera.

Piñera consideró además que Thatcher, del Partido Conservador británico, “hizo una gran contribución a la caída del muro de Berlín, de la Cortina de Hierro y a lograr que la libertad y la democracia pudiera llegar a todos los rincones del mundo”.

El Gobierno de México lamentó en un comunicado la desaparición de una “figura de gran relieve” en la vida política del Reino Unido y mundial.

México reconoce su legado “en la modernización económica y la transformación estructural del Reino Unido, así como los avances y logros alcanzados” en el diálogo y cooperación entre naciones durante su mandato, señaló la Cancillería en un comunicado.

El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, quien realiza una visita oficial a Japón, manifestó a través de Twitter sus condolencias al pueblo británico por el fallecimiento de Thatcher.

El vicepresidente de Nicaragua, Moisés Omar Halleslevens, afirmó que la política de Thatcher era “grosera”, pero le deseó que “el Señor la tenga a su diestra”.

“Esa señora inglesa, que se conocía como la dama de hierro, fue caracterizada por ser mano dura, por tener una serie de políticas, yo diría, hasta groseras para la población de aquel lejano y hermano país”, expresó Halleslevens, un general retirado.

Thatcher, por su amistad con el entonces presidente de Estados Unidos Ronald Reagan, que apoyaba a los “contras”, nunca fue del agrado del primer régimen sandinista (1979-1990), que estaba dirigido por el actual presidente, Daniel Ortega.

El Gobierno de Costa Rica expresó hoy “la consternación y profundos sentimientos de pesar al pueblo y al Gobierno del Reino Unido” por el fallecimiento de Margaret Thatcher, a la que califica de “figura política destacada del siglo XX”.

En Chile, los familiares y seguidores del general Augusto Pinochet, el dictador que gobernó Chile de 1973 a 1990 y tuvo una buena relación con Thatcher, recordaron a la primera ministra.

Estaba “agradecida” con Chile, indicó hoy Augusto Pinochet Hiriart, el hijo mayor del dictador, sobre el apoyo logístico prestado por su Gobierno al Reino Unido durante la guerra de las Malvinas.

Además, los partidarios del régimen militar recordaron que el Reino Unido levantó a principios de los años 80 el bloqueo de armas que pesaba sobre Chile desde 1973 y vendió a ese país armamento por 21 millones de libras (unos 160 millones de dólares actuales).

El general retirado Guillermo Garín, quien fue vicecomandante en jefe del Ejército y portavoz del dictador, fallecido en 2006, también destacó el hecho de que Thatcher, entonces ya ex primera ministra, criticara la detención de Pinochet en Londres, en 1998, por orden del juez español Baltasar Garzón.

“Ella no escatimó el esfuerzo por conseguir que se liberara al presidente Pinochet de semejante injusticia, sin pensar en lo que era políticamente correcto”, opinó Garín.

Por su parte, el excanciller de Pinochet Miguel Álex Schweitzer recordó hoy que Thatcher “reconoció la posición de Chile” durante la guerra de las Malvinas “y eso lo demostró con la visita” que hizo a Pinochet cuando éste estuvo detenido en Londres.

Según Garín, “Pinochet le tenía gran cariño, cercanía y gratitud por esa valentía que ella tuvo para dar a conocer su posición positiva respecto al Gobierno de Chile, cuando estaba sufriendo una ofensiva comunicacional mundial liderada por la Unión Soviética”.

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