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Poder

4 de Junio de 2013

Por qué los candidatos de derecha creen que Piñera les da la espalda

En los comandos de Longueira y Allamand estiman que Piñera no se ha jugado a favor de sus candidatura porque sólo está concentrado en que al Gobierno le vaya bien para retornar él al poder el 2018. En La Moneda niegan esta versión y aseguran que el Ejecutivo saldrá con todo después de las primarias a respaldar al postulante único de la derecha.

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La preocupación del Gobierno por la nula capitalización de respaldo de las candidaturas presidenciales de la derecha tiene como contrapartida la sospecha de los postulantes presidenciales del sector – Andrés Allamand y Pablo Longueira- respecto del real compromiso del primer mandatario con sus respectivas candidaturas. Según relatan a The Clinic Online altas fuentes de ambos comandos, ninguno de los ex ministros cree que el Ejecutivo se las está jugando porque alguno de ellos quede bien posicionado para la contienda presidencial de noviembre y ello obedece, aducen, a que Piñera está jugando para sí mismo y su posible regreso en 2018.

“Si alguien menciona en La Moneda que les es incómoda la opción de perder en noviembre, están diciendo algo que no es verdad. Al Presidente le conviene que no tengamos un candidato demasiado fuerte porque así su liderazgo queda intacto para la próxima presidencial”, afirma un integrante del comando gremialista.

En Renovación Nacional, en tanto, acotan que si bien la UDI está “haciendo uso” de su mejor posicionamiento en los cargos regionales, eso no significa que desde Palacio Longueira esté teniendo un trato especial. “Nosotros no recibimos ayuda de La Moneda, pero Longueira tampoco. El Presidente quiere volver y eso es muy evidente. Ahora, estamos acostumbrados a campañas sin el gobierno, así es que ése es un escenario conocido”, sostiene un dirigente de la colectividad.

Con todo, el recelo es tal que cada vez que trasciende algún sondeo que se maneja en el Gobierno sobre el pobre despliegue de los presidenciables, en RN y en la UDI apuntan a que se está ante una maniobra del Ejecutivo por socavar a las cartas del sector y que, de ese modo, Piñera sea la única figura que de aquí a noviembre concite un piso de 40% de apoyo.

Estas críticas, según las autoridades de Gobierno consultadas por este medio, son infundadas y responden a una forma de “sacarse el pillo” frente al incierto resultado de las primarias. Así, apuntan, si hay un mal resultado se le puede echar la culpa al Gobierno.

“Es curioso este escenario, porque desde el comando de Michelle Bachelet nos acusan de montar una campaña en su contra y lo mismo hacen desde nuestro propio sector. Lo que falta entender es que el Gobierno está cumpliendo lo que se propuso: no apoyar ni a Andrés Allamand ni a Pablo Longueira durante las primarias para evitar divisiones internas. Luego del 30 de junio, el Gobierno entra en acción”, detalla una alta fuente de Palacio.

En esta misma línea afirman que la intención de Piñera de volver a postular al Gobierno -asunto que no descartó al ser consultado hace una semana en Tolerancia Cero por el tema-, no pasa de ser una “especulación” que aún teniendo asidero, es más factible de concretar si la derecha sigue en el poder. “Si es cierto lo del 2018, la lógica indica nos conviene la continuidad porque así se hace más fácil retornar”, argumenta un personero de Gobierno.

En La Moneda aclaran además que, más allá de la polémica, desde el 1 de julio “a nadie le va a quedar duda” respecto del apoyo de Piñera al candidato del sector, el que será respaldo -dentro del marco de la ley- de forma explícita por las autoridades. “Desde ese día, los ministros van a estar durante los fines de semana y sin uso de recursos fiscales, en campaña en terreno. Eso se ha hecho en el pasado y lo haremos también nosotros”, aclaran en el Ejecutivo.

Sin encuestas
Luego de que el Centro de Estudios Públicos (CEP) anunciara -después de que la UDI bajó la candidatura de Laurence Golborne- que suspendería el trabajo de campo de su encuesta y posteriormente informara que no hará ningún sondeo hasta después de las primarias, en el Ejecutivo se resignaron a que ninguna variación en el respaldo de Michelle Bachelet -aseguran que desde que llegó, y según indican sondeos internos, ha bajado su nivel de apoyo- se conocería antes del 30 de junio.

La ausencia de encuestas públicas, sin embargo, ha impactado en Palacio donde consideran “insólito” que nadie se arriesgue -después del papelón en las municipales donde ningún sondeo estuvo cerca de los resultados finales- , con mostrar alguna tendencia, situación que Allamand ha aprovechado de forma magistral al instalar, sin entregar ningún papel, que había logrado alcanzar en su momento a Golborne y ahora al sostener que supera en 12 puntos a Longueira.

El problema, postulan en Palacio -donde se manejan los estudios de opinión que hace la Fundación Futuro- es que la ausencia de cifras no permite que los electores de la derecha “mejoren el ánimo” respecto de la potencia de la candidatura de Bachelet y que se refleje cómo se está comportando el electorado oficialista. En referencia a este punto, aseguran que un factor no analizado es cuánto está realmente capitalizando Franco Parisi del voto blando que se esfumó tras la caída de Golborne.

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