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Poder

22 de Noviembre de 2013

RN prevé posible renuncia de Horvath al partido tras años de diferencias con sector conservador

Durante la jornada de ayer el senador RN -que se reunió con Bachelet- analizó la posibilidad de dimitir hoy, tras un encuentro con la directiva, al partido tras años de diferencias con el sector más conservador de la colectividad. Según el mismo declaró a Ciper Chile, hoy tiene más cercanía con el partido regionalista. En la Alianza hay preocupación por lo que ello significaría en la correlación de fuerzas, en especial porque en el nuevo Senado hay dos senadores electos que no necesariamente responderán a órdenes partidarias: Manuel José Ossandón e Iván Moreira. Con todo, asesores de la derecha apuntan a que Bachelet no tendrá el camino despejado en la Cámara Alta y apuestan a que la DC se convierta en un escollo a la agenda progresista.

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No es primera vez que el senador Antonio Horvath se involucra en una polémica con su partido, pero es muy probable que la sorpresiva reunión con la candidata opositora Michelle Bachelet se transforme en su última crisis como militante de Renovación Nacional ya que el legislador -según han confirmado sus cercanos a The Clinic Online-, ha estado analizando durante estas últimas horas renunciar a la colectividad en la que milita desde 2001 y de la que ya se distanció en el año 2004 molesto con el hoy Presidente Sebastián Piñera, quien encabezaba el conglomerado y formó una alianza con Douglas Tompkins, uno de los adversarios más acérrimos del legislador por Aysén.


Desde entonces Horvath no ha sido precisamente un parlamentario disciplinado y durante este gobierno ha levantado banderas que le han significado duras críticas en la Alianza. Su apoyo a las movilizaciones estudiantiles de 2011 y su rechazo a Hidroaysén lo han puesto en la vereda contraria a la derecha en más de una ocasión en el Congreso.

En estos meses, su trabajo en la presidencial por Franco Parisi y su cita con Bachelet, no han generado precisamente alegría en la directiva encabezada por Carlos Larraín, pero aún así, y calculando el efecto que su partida podría tener en la correlación de fuerzas en el Senado, Larraín tenía decidido evitar que el senador fuera llevado al Tribunal Supremo y expulsado del partido. Ayer, de hecho, lo repitió una y otra vez en público, mientras que en privado los integrantes de la directiva explicaban que no tenía ningún sentido darse “el gustito” de marginar al senador y “regalarle” ese voto de forma permanente a la nueva administración que, se asume, encabezará Bachelet.

Así las cosas, durante la mañana la dirigencia se limitó a pedir explicaciones a Horvath respecto de su visita al comando de la abanderada de la Nueva Mayoría y se aceptó la respuesta de éste sobre que el evento sólo se trataba de un acercamiento programático -el parlamentario afirmó que no tenía presupuestado conversar con Bachelet y que ésta lo pilló de improviso-, que no se avisó a RN porque no se consideró necesario y que el apoyo a Bachelet no era explícito. Con eso, una reunión en el parlamento con la portavoz de la candidata Evelyn Matthei, Lily Pérez y un encuentro hoy con Matthei y la directiva se daba por superado el episodio. Sin embargo, tanto en la directiva como en el entorno de Horvath afirman que éste ha estado dándole vueltas a la idea de no seguir en Renovación. Ayer, de hecho, en una entrevista con Ciperchile, aseveró que en la actualidad “lo que estoy haciendo es apoyar al Partido Regional Independiente, puesto que lo que yo pretendo es exactamente la misma línea: un regionalismo de verdad, que haya regiones que estén con pantalones y faldas como corresponde y que esto no sea una vez más un compromiso que no se cumpla”. De hecho, si se distancia de RN, esta podría ser su nueva casa política.

Con todo, en el partido destacan la buena relación de Horvath con Pérez, quien podría haberlo convencido de esperar un tiempo para no generar un nuevo problema a la campaña de Matthei.

EL PANORAMA EN EL SENADO
Más allá del “episodio Horvath” y su impacto en una segunda vuelta que se da por perdida, la preocupación en las directivas de Renovación y de la UDI sobre el próximo periodo presidencial es cómo se van a comportar el próximo año los senadores que se perfilan como díscolos o más cercanos a las programa de Gobierno de Bachelet quien, se asume, debería triunfar el 15 de diciembre. Los ojos están puestos, claro está, en Horvath, pero también en los electos Manuel José Ossandón e Iván Moreira. “Si dijera que no hay preocupación sería mentira. En el caso de Horvath, está con una pata afuera y otra adentro y el Cote no recibe órdenes de nadie”, relata un integrante de la directiva de RN.

Sobre Moreira, en el gremialismo afirman que la inquietud radica en las primeras declaraciones que ha otorgado sobre la UDI y en especial en que “está tan picado con Jovino Novoa que capaz que por llevarle la contra vote distinto del partido en todo”, comenta un diputado.

Con todo, en la derecha aseguran que aún cuando los tres díscolos de la Alianza podrían en algunos casos cuadrarse con la nueva administración –quitándole peso al voto del independiente Carlos Bianchi-, en los hechos eso no garantiza que Bachelet pueda tener mayoría para propuestas emblemáticas como la Reforma Tributaria o Educacional, menos un cambio constitucional, en especial porque en el sector “dudan” de que la Democracia Cristiana se cuadre con este tipo de propuestas. “Al menos Ignacio y Patricio Walker no van a estar precisamente entusiasmados” comenta un RN.

En tanto, un experto electoral de la UDI insiste en que los quórum no están garantizados aún y que prever que se podrán realizar reformas sustanciales es un error. “Mientras se mantengan los requisitos de quórum especiales hay cierta tranquilidad, porque si alguno de los nuestros se aventura en algún camino propio, confiamos en que la DC imponga cordura”, relata.

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