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26 de Enero de 2015

Caso AMIA: El documento secreto que revela cómo operó el espionaje iraní en Brasil, Paraguay, Colombia y Uruguay

En 2013 el fiscal Alberto Nisman, a cargo de la investigación por el atentado a la AMIA y cuya muerte sigue siendo un misterio, envió a Chile un documento de más de 500 páginas, donde revela la operatoria de la inteligencia persa en Sudamérica. También como los centros culturales islámicos de Bogotá, Sao Paulo, Montevideo, Foz de Iguazú, Caracas, entre otros, son bases de inteligencia. El documento íntegro lo revela The Clinic Online.

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alberto nisman efe

La muerte del fiscal Alberto Nisman, quien llevaba la investigación por el atentado a la AMIA en Buenos Aires, sigue siendo un misterio. Sin embargo, ya han salido a la luz audios de negociaciones de un funcionario gobierno argentino con Irán, hecho que denunciaría ante el congreso, un día después de que apareciera con un tiro en la cabeza.

Pero más allá de esos datos, existe un documento donde Nisman, con un detallismo que impresiona, explica cómo operó el espionaje iraní en países como Brasil, Paraguay, Colombia, Uruguay, Guyana, Trinidad Tobago y Surinam, cuyas 502 páginas publica íntegramente The Clinic Online.

El informe, además, detalla cómo desde Chile operó una conexión iraní para ayudar a la operación que permitió que una camioneta Renault Trafic con 400 kilos de explosivos estallara en la sede de la AMIA en la capital vecina en 1994, tal como lo reveló este pasquín digital el 20 de enero pasado.

En Guyana y Trinidad y Tobago, por ejemplo, operaba como agente residente de la inteligencia iraní, Abdul Kadir, quien fuera detenido en 2007 cuando se dirigía desde ese país a Teherán. Posteriormente fue extraditado a Estados Unidos, donde cumple presidio perpetuo por el intento de atentado al aeropuerto de Nueva York, John F. Kennedy.

Al igual que en Chile, Kadir comenzó relacionándose con los centros culturales islámicos, con el fin de reclutar adeptos, recibiendo ayuda de la embajada del país persa asentada en Caracas, Venezuela.

Fue a principios de los 90 cuando generó su acercamiento operativo con Mohsen Rabbani, sindicado como el autor del atentado a la AMIA, bajo el ropaje intercambio de actividades estudiantiles y culturales, reseñó Nisman en su informe.

En el juicio que se le siguió en Estados Unidos a Kadir, confirmó sus operaciones en Sudamérica y que el dinero salía de las legaciones diplomáticas.

Rabbani fue el encargado de ejercer las actividades de inteligencia, señala el informe, en Uruguay desde principios de los 80, como representante del Ministerio de la Carne iraní. Bajo la máscara de este negocio a través de un contrato con la empresa Otaegui Hermanos y la Goverment Trading Corporation of Irán, comenzó a organizar a la comunidad chiita de uruguaya.

Así fue como en 1988 compró en más de 40 mil dólares una propiedad en Montevideo, donde instaló el Centro de Cultura Islámico. El mismo sujeto convirtió al islam a una serie de personas, entre ellas a Roberto Álvarez o “Abú Bakre”, quien estuvo a cargo en los 90 de dicha institución religiosa.

En Colombia, Rabbani continuó con sus actividades, formando otro centro cultural islámico en Bogotá manteniendo relaciones fluidas con Julián Zapata Feliciano o “Alí Reza”, quien estudió la religión durante dos años en Irán.

Desde ese lugar fueron elegidos al menos 15 de “estudiantes” que fueron becados para estudiar el Islam en San Miguel de Tucumán, algunos de los cuales aún pertenecen a la estructura actual del centro cultural bogotano. Entre ellos destaca Nielsen González, nombre islámico Abdur Rajman. Este último, según publicaciones colombianas, vive actualmente en Beirut casado con una argentina que se convirtió al islam.

Según consta en el informe de Nisman, la información sobre Colombia fue verificada en 2001 por el Director de Inteligencia de Colombia, Luis Ramírez Calle, como también por su colega Fernando Tabares en 2010. Este último reveló que los iraníes antes de llegar a Colombia eran recibidos y ayudados por funcionarios del gobierno venezolano. De hecho se indica que todos los estudiantes del Islam son considerados miembros del aparato de inteligencia de Irán.

Tabares informó que los recursos para Al-Qaeda y Hezbollah salían desde la ciudad de Maicao, donde residía Samuel Salmán el Reda, un hombre clave del espionaje iraní en la Triple Frontera de Brasil, Paraguay y Argentina.

“En síntesis son copiosos los elementos que demuestran que las actividades de Mohsen Rabbani en la República de Colombia presentan indudables puntos de contacto con las que realizó en Argentina que concluyeron con la instalación de una central de inteligencia funcional a la concreción del atentado contra la sede de la AMIA”, escribió Nisman.

El Reda también operó en Brasil, en la ciudad de Foz de Iguazú, a través de André Marques, tal como revelan los datos sobre los teléfonos celulares.

Rabbani también operaba a través de sus contactos en Sudamérica, con la ciudad de Sao Paulo, donde otros agentes ayudaron a la conformación del aparato de espionaje, señala el informe.

Lea y baje el informe completo

Parte 1

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