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Nacional

28 de Febrero de 2016

El asesinato de Marcelo Lepe, el joven transformista de San Bernardo

“Pestañita”, como le llamaban, murió tras recibir un disparo en el tórax en la comuna de San Bernardo. Su mamá, Marcela Parraguez, asegura que su hijo fue víctima del acoso constante por su condición homosexual y que ello motivó su asesinato. La defensa del acusado de haber disparado, J.A, sostiene que él no es el autor del crimen y que no se trató de un asesinato homofóbico.

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mercelo lepe 1

Tal como acostumbraba, ese martes 16 de febrero Marcela Parraguez (38) se recostó junto a su hijo, Marcelo Lepe (20), para ver “Kara Para Ask” en el hogar que comparte con su madre, Rosa Gaete, y su otra hija de ocho años en uno de los blocks de la población Villa Angelmó, ubicada en la comuna de San Bernardo. Ambos eran fanáticos de las teleseries turcas y para esa noche, después de una agotadora tarde pelando choclos para preparar porotos con mazamorra, aquel panorama sonaba ideal.

Cerca de las dos de la mañana, cuando terminaron de ver el programa “Más Vale Tarde”, que emiten después de la teleserie, Marcela y su hijo salieron de su casa a comprar una bebida al negocio ubicado justo al frente de su block.

Sobre lo que pasó después hay dos versiones: la de la madre de Marcelo y la Fiscalía, que acusa un crimen homofóbico; y el del abogado, Roberto Rodríguez, defensor penal público del único detenido, J.A, quien asegura que se trató de una pelea sin tintes discriminatorios y vinculado al consumo de pasta base.

-De todos los testigos que hay, ninguno dio cuenta de que el móvil del homicidio haya sido la condición sexual de la víctima. No hay antecedentes de eso hasta la fecha de formalización, quizás con el tiempo se les pueda preguntar al respecto, pero por lo que vimos, no había nada que tuviera relación con algo homofóbico -enfatiza Rodríguez.

Marcela asegura que esta última tesis es falsa y que dos mujeres, que no conoce, comenzaron sin razon a acosar a su hijo.

Esta información es ratificada por el fiscal Pedro Aravena, a cargo de la causa. “Se formalizó sobre la base de un informe de la policía, de la brigada de homicidios, emitida el 17 de enero, en donde efectivamente se da cuenta de que durante el transcurso del delito a Marcelo le decían ‘maricón’, ‘hueco’, etc. Y que la persona que le disparó, al momento de tomar la pistola exclamó frente a muchos testigos ‘voy a matar a este maricón’. Esto está en el informe de la brigada de homicidios, que contiene las declaraciones de muchas personas y en todas estas se señala que las personas que lo agredieron y que luego le dispararon, exclamaban reiteradamente insultos”, asegura.

En el parte policial de la noche del delito, en tanto, se consigna que “al Hospital El Pino llega la víctima Marcelo Velius Lepe Parraguez , traído por su abuela en un taxi. El ingresa con una herida bala de carácter grave con riesgo vital (…) La abuela Rosa Gaete Manríquez señala que en la esquina de Avenida Colón con Ducaud, San Bernardo, estaba peleando su hija Marcela Parraguez Gaete, madre de la víctima, con dos mujeres que la abuela conoce y las describe como la Rucia y la Pamela. Se produce una riña, y la víctima va en defensa de su madre, interviene y un sujeto desconocido le propina un disparo. Este sujeto huye del lugar en compañía de ambas mujeres”.

LEY ZAMUDIO

El 18 de febrero se produjo la formalización de J.A por homicidio simple. Al finalizar la audiencia, la mamá de la víctima se acercó al fiscal para mostrarle fotos en que se veía que su hijo era transformista.

Esta profesión y el ser homosexual fue la razón, según Marcela Parraguez, por la que Marcelo fue acosado por dos mujeres y asesinado por un amigo de éstas:

-Le gritaron “¡maricón culiao, te creí mujer!”. Yo me devolví y les dije que lo dejaran tranquilo y les pregunté qué problema tenían con él. Marcelo siempre llegaba a contarme a la casa que unas mujeres lo molestaban porque era homosexual pero yo nunca había estado presente -recuerda.

Después del enfrentamiento, según cuenta Marcela, ambas mujeres la tiraron al suelo y comenzaron a golpearla en los brazos y espalda. A los segundos, dice, aparecieron dos hombres que tomaron a su hijo y le empezaron a arrojar piedras y darle patadas.

La golpiza sólo acabó cuando los vecinos de un block cercano tiraron baldes de agua hacia abajo para detener la pelea, momento en que Marcela y su hijo habrían aprovechado para intentar irse del lugar y volver a su casa. Iban en camino cuando las cuatro personas volvieron a aparecer en su camino.

-Una de las mujeres venía con un arma y le tiró un disparo a mi hijo que le rozó el cuello. No le pasó nada. Después seguimos caminando rápido. Yo le decía “vámonos hijo, vámonos”, pero uno de los gallos le quitó el arma a la mujer y mientras ella gritaba “¡pégale al maricón, pégale al maricón!”, le disparó en el tórax- cuenta.

De forma instantánea, Marcelo cayó al suelo y su madre lo rodeó con sus brazos. El hombre que habría disparado también vivía cerca de ellos.

-En ese momento le dije “hijo, por favor pídele a dios que te perdone”. En ese momento lo único que le decía era que pidiera perdón porque yo sentía que mi hijo se me iba. Después le dije que lo amaba con todo mi corazón y lo único que pudo decirme fue “yo también te amo, mamita”-recuerda.

Al observar la situación, unos vecinos los llevaron a ambos al Hospital El Pino de San Bernardo, donde Marcelo, quien llegó con riesgo vital, murió tras fallidos intentos de reanimación.

VIDA FAMILIAR

Marcelo Lepe tenía ocho años cuando su padre, quien trabajaba en construcción, murió tras recibir una golpiza.

Su madre, Marcela Parraguez, es comerciante ambulante en el Paseo Ahumada y desde pequeña ha estado relacionada a este trabajo, porque la abuela del muchacho asesinado también se dedicó a esta labor: “Trabajó toda su vida como comerciante allá y me llevaba cuando era chica, entonces ya sé todo. Tenemos nuestro puesto, ponemos un mantelito donde vendemos las cosas. Hay que andar arrancando todos los días de los pacos y varias veces me han quitado todo. Ahí uno tiene que volver a conseguirse platita para armar un nuevo mantel y así ir sobreviviendo. Estamos acostumbrados”, cuenta Marcela.

Cuando iba en el colegio, Marcelo, su hijo, soñaba con ser abogado, pero después sus intereses se enfocaron netamente en las artes. En segundo de enseñanza media decidió abandonar sus estudios ya que le estaban ofreciendo una oportunidad de trabajo que no podía rechazar: ser transformista en el Circo Show Katiuska, que dejó de funcionar hacer seis meses.

En un principio, Marcela no conocía el interés de su hijo respecto a esta disciplina y tenía una duda que quería resolver. Pese a que ya sabía cuál sería la respuesta, decidió conversar con él.
Así recuerda el diálogo de ese día:

-Hijo, dígame ¿A usted le gustan los hombres? Cuénteme, no sienta vergüenza conmigo, tiene que confiar en mí porque yo soy su madre y siempre estaré con usted -le dijo.

-Sí mamá -le respondió Marcelo.

-Ahora te amo más.

Desde ese momento Marcelo comenzó a vivir abiertamente su homosexualidad y, con el tiempo, su familia fue conociendo más de las presentaciones que hacía en el circo.

A pesar de que entre sus familiares Marcelo se caracterizaba por ser alegre, cariñoso y optimista, su madre explica que hubo ocasiones en las que llegó a la casa aproblemado y con poco ánimo por los comentarios homofóbicos que recibía de las mujeres que habrían participado en la golpiza el día de su muerte.

-Él llegaba a desahogarse conmigo porque estas mujeres lo atormentaban sicológicamente. Yo le decía que eso no le tenía que importar, que pensara en su familia y en la gente que lo quería. Siempre me decía “mami, otra vez me molestaron”-recuerda Marcela.

Su madre cuenta que estas mujeres, a las que dice solo conocer de vista, comenzaron a burlarse de su hijo días antes de la navidad pasada, y que incluso un día fueron a quebrarle los vidrios de la casa. Aclara además que el actuar de ellas se debe a que les gustaba “que la gente les tuviera miedo y sembrar el terror en la población”.

Para Marcelo Vega, expololo de la víctima, a ese argumento se suma otro: “Cuando él se vestía de mujer, las mujeres le tenían envidia”.

VALENTINA DEL SOLAR

marcelo lepe Facebook

La primera vez que Marcela vio a su hijo como Valentina del Solar, su nombre artístico, fue a través de una foto en Facebook. En ese momento le dijo que se veía hermosa y que le gustaría poder conocerla en persona.

-Y ahí llegó un día al lado mío. Yo estaba feliz, le di besitos y le dije “viste que no es nada del otro mundo” pero para él fue todo un proceso que yo lo viera -cuenta su madre.

Sus amigos más cercanos y en el Circo Show Katiuska, a Marcelo le llamaban “Pestañita”. Las presentaciones que hacía consistían principalmente en interpretar canciones tropicales y de estilo pop, imitar a Angela Carrasco y a Yuri y hacer rutinas humorísticas.

Cada vez que se subía al escenario, lo hacía como Valentina del Solar y su personalidad cambiaba totalmente. La timidez y los problemas que pudiera tener en su vida, quedaban atrás.

-Por la actitud que tenía, Marcelo era una guagua. No había maldad en él, era un amor, pero cuando era Valentina del Solar cambiaba. Ahí se soltaba, echaba la talla, era la típica mujer desafiante, desilusionada del amor y que no quería a nadie. Se notaba el cambio porque era más feliz, para él era un relajo estar así- explica su ex pololo.

Su principal referente en este arte era Francisca del Solar, reconocida transformista de nuestro país y Fernanda Brown, quien alcanzó mayor popularidad por su participación el programa de televisión “The Switch”.

Fernando Muñoz, quien también trabajaba en el circo, compartió en diferentes ocasiones con Marcelo y la relación entre ambos siempre fue cercana.

-Al momento de estar en el escenario, maquillada y con plumas, su personalidad transmitía energía positiva. Era carismática y divertida. Marcelo hacía esto para distraerse de sus problemas. Las luces y el hacer reír a la gente siempre hace que uno esté alegre. Era su refugio y lo disfrutaba mucho -recuerda.

Marcelo también participaba haciendo sus shows en la agrupación liderada por Fernando, “Ángeles por una causa”, que tiene como finalidad organizar fiestas para niños, entregarles dulces en Navidad y realizar beneficios para quienes lo necesiten.

LA FORMALIZACIÓN

fiscalía a1

El hombre -de iniciales J.A y de 19 años- sindicado por la familia de Marcelo como autor del disparo que provocó su muerte, se encuentra detenido por homicidio simple en el Centro Penitenciario Santiago 1 tras recibir una orden de detención el 17 de febrero. J.A se desempeñaba como guardia de seguridad y en junio de 2013 fue condenado a una multa de un tercio de una UTM, cerca de $15 mil, por porte de arma blanca.

El defensor penal público del acusado, Roberto Rodríguez, explica que según la versión entregada por su representado, la pelea que provocó la muerte de Marcelo habría comenzado mientras J.A se encontraba con unos amigos en un block en San Bernardo.

-Estaban en eso, cuando habría llegado Marcelo al lugar donde estaba J.A para vender unos shorts para comprar droga, porque dicen que era adicto a la pasta base. Ahí se habría producido una discusión con Marcelo en la que J.A defendió a una de sus amigas que se había entrampado en una pelea con la mamá de la víctima -explica Rodríguez.

La mujer que habría participado en dicha pelea, es la misma que Marcela sindica como la persona que incentivó a J.A a efectuar el disparo y la que habría emitido comentarios homofóbicos en contra de su hijo. Según Rodríguez, esta mujer está siendo buscada por la justicia pues también tiene una orden de detención.

-De manera posterior Marcelo habría entrado en la pelea y J.A señaló que, en una primera instancia, le pegó combos a este para defender a su amiga. Después unos vecinos de los blocks de arriba empezaron a tirar agua hacia abajo y la pelea se disolvió -aclara Rodríguez.

Lo que ocurrió después, de acuerdo a la versión de la defensa, es que tras la pelea J.A volvió con su amiga a su casa y, en ese momento, esta se dio cuenta de que en la pelea que había tenido con la mamá de Marcelo, perdió un accesorio de plata. Por ello, la mujer fue al block donde vivía la víctima.

-Cuando llegó al block, J.A indicó que a su amiga la recibió la mamá de Marcelo, quien comenzó a golpearla. En eso mi representado escuchó ruidos en la calle y salió para ver qué estaba pasando. Ahí vio que le estaban pegando a su amiga y salió en su defensa, porque dijo que Marcelo estaba con cuchillos en ambas manos y con unos paños que se ponen en los antebrazos para poder pelear -precisa la defensa.

Luego, J.A habría intentado sacar a su amiga de la pelea, cuando una tercera persona -que estaría por entregarse a Carabineros según la defensa- habría efectuado el disparo que hirió en el tórax a Marcelo y que produjo su muerte.

Por otro lado, Rodríguez enfatiza que durante la formalización de J.A la madre de Marcelo y los testigos del hecho no se refirieron a la homosexualidad de la víctima y tampoco a los comentarios homofóbicos previos que habría recibido.

Sin embargo, para diferentes organizaciones que se han puesto en contacto con la familia de Marcelo para ofrecerle ayuda, sí se trata de un crimen homofóbico.

Iván Zamudio, presidente de la Fundación Daniel Zamudio, se pronunció al respecto y precisó que durante los últimos días han estado acompañando a Marcela. En esa línea, agregó que el Frente de la Diversidad Sexual en Chile entregó apoyo sicológico y jurídico a la familia de la víctima.

Por otro lado, Oscar Rementería, vocero del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), precisó que como agrupación consideran que lo ocurrido con Marcelo fue producto de la discriminación y afirmó que también le han ofrecido apoyo legal y sicológico a la familia.

-Este es un crimen homofóbico, según lo que está denunciando la familia de Marcelo. Estamos muy consternados porque recibimos denuncias de discriminación durante todo el año y, a pesar de tener normativas que apuntan a erradicar esto, aún se presentan en nuestro país y en algunos casos de manera muy violenta -concluyó.

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