Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Nacional

28 de Mayo de 2017

Más de un millón de chilenos participa en el Día del Patrimonio Cultural

La actividad surgió en el año 2000, se celebra el último domingo de mayo y su objetivo es potenciar la conservación de la herencia cultural de los chilenos y sus valores propios e incluyó actividades organizadas a nivel central, regional, municipal o barrial.

Por

Más de un millón de chilenos, según datos preliminares, dedicaron este domingo a visitar museos, edificios patrimoniales o a participar en algunas de las 1.062 actividades incluidas en la celebración del Día del Patrimonio.

La actividad surgió en el año 2000, se celebra el último domingo de mayo y su objetivo es potenciar la conservación de la herencia cultural de los chilenos y sus valores propios e incluyó actividades organizadas a nivel central, regional, municipal o barrial.

La presidenta Michelle Bachelet fue una activa protagonista de la jornada, pues a primera hora llegó al Estadio Nacional, donde encabezó la restitución de una placa conmemorativa del Mundial de Fútbol de 1962, del que el recinto fue el principal escenario.

La acompañaron, entre otros, el presidente de la Federación de Fútbol, Arturo Salah y varios integrantes de esa selección que se clasificó en el tercer lugar de ese certamen deportivo.

También Bachelet inauguró un memorial en uno de los subterráneos que fue la prisión de miles de chilenos tras el golpe militar de 1973, cuando la dictadura convirtió el estadio en campo de concentración, torturas y exterminio de presos políticos.

Bachelet comparó los dos polos que el estadio ofrece a la historia, “el primero basado en la alegría, el entusiasmo, el empuje del Mundial del 62, y otro en la tristeza y desesperanza de aquellos compatriotas que fueron martirizados”.

Más tarde, cientos de personas que hacían fila para visitar el Palacio de La Moneda vieron con sorpresa que su guía era nada menos que Michelle Bachelet, que por casi dos horas les llevó por las distintas dependencias del inmueble, incluida la antigua oficina en la que trabajó y murió el presidente Salvador Allende.

Bachelet invitó a los chilenos a que “aprovechen esta bella oportunidad de apropiarse de la historia, compartida de todos quienes vivimos en nuestra patria. Que salgan a los museos, visiten los memoriales, recorran sus barrios y conozcan mejor las ciudades en las que habitamos, que nos hacen ser quienes somos”

Salvador Allende también estuvo presente en el museo que lleva su nombre, donde la ministra de Bienes Nacionales, Nivia Palma, encabezó la entrega de 674 obras de arte al establecimiento, que las tendrá y podrá exhibirlas durante 50 años.

Las obras fueron donadas al Estado chileno por sus autores o responsables de su conservación durante el gobierno de Salvador Allende (1970-1973) y entre ellas destacan creaciones de Joan Miró, Roberto Matta, Oswaldo Guayasamín, Frank Stella, el cubano René Portocarrero, el catalán Joan Rabascall, Lygia Clark, Hans Glauber y el uruguayo Joaquín Torres García, entre otros notables artistas del siglo XX.

“Esta acción tiene una relevancia gravitante para la cultura, el patrimonio, el mundo del arte y para todos los ciudadanos, no sólo por el gran valor artístico de las obras, sino porque también estamos recuperando el sentido original de la donación que hicieron al pueblo de Chile artistas de todo el mundo”, destacó la ministra Palma.

Las actividades llegaron también a la Colonia Dignidad, el enclave alemán que por décadas funcionó como un Estado dentro del Estado en el sur de Chile, esclavizando a sus propios residentes y utilizado como campo de torturas y exterminio durante la dictadura.

Un sector del recinto fue declarado Monumento Nacional y los familiares de las víctimas inauguraron una placa que lo declara Sitio de Memoria y señala, marca e identifica ese espacio como escenario de atrocidades.

También estuvo abierto, en Santiago, el antiguo centro de torturas y exterminio Villa Grimaldi, donde prisioneros supervivientes relataron a los visitantes sus experiencias, bajo la premisa de que un pueblo sin memoria es un pueblo sin futuro.

Notas relacionadas