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Opinión

26 de Septiembre de 2018

Jimena Pizarro, directora de LILA2018: “El movimiento feminista fue el impulso que necesitaba esta feria”

Hace más de 50 años que Jimena Pizarro decidió que las cosas iban a ser distintas para ella. Que servir, atender, estar al servicio de un hombre nunca podría encajar con ella y con cómo ella entendía la libertad. El año 1984 fundó Lila, la primera librería feminista de Santiago buscaba ser un espacio de reflexión, diálogo hecho por y para mujeres. Hoy se prepara para lanzar LILA2018, la primera feria del libro con enfoque de género en el Cine Arte Alameda. Una especie de búsqueda personal, un inevitable legado, dice ella.

Valentina Collao López
Valentina Collao López
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Serán tres días de charlas, performances, lanzamientos, cine y libros. De eso se trata LILA2018, la primera feria del libro feminista en Chile que se realizará los días 28, 29 y 30 de septiembre en el Cine Arte Alameda.

Ahí en la principal arteria de Santiago que durante mayo fue testigo de una de las movilizaciones feministas más relevantes de la historia chilena reciente, Jimena Pizarro quiso instalar la primera feria organizada por ella, con el apoyo del Cine Arte Alameda y otras organizaciones, como Comunidad Mujer, que han aportado económicamente para la realización de este evento de carácter autogestionado.

Pizarro tiene 65 años, es filósofa de profesión y ha trabajado en la dirección de la Cámara Chilena del Libro, a cargo de llevar literatura chilena a distintas ferias a lo largo del mundo, y también, ser la fundadora de Lila, la primera librería feminista de Santiago. El espacio que desde 1984 fue nicho de conversaciones, planteamientos y discusiones en torno a qué significaba ser mujer y feminista en esos años, puso punto final en 2015, cuando la crisis fue insostenible.

“En dos meses, la decisión de cerrar fue inevitable. Estaba bastante deprimida y desmotivada. Tras el cierre, seguí vinculada al tema de los libros, pero solo desde mi casa, a veces administraba los stands de los países extranjeros en Chile. Mi necesidad era hacer algo relacionado con la cultura, con literatura, la escritura y con el feminismo, que es lo que más me motiva a mí”, cuenta.

La movilización feminista que se tomó el primer semestre la inspiró de manera inevitable. “Tengo que agradecerle de verdad el impulso que me dio el movimiento feminista de mayo. Me motivé, me movilicé e incluso volví a salir a la calle. Fui a muchas marchas a apoyarlas, y dije “que estoy hueviando”. Así me puse a organizar mi propia feria del libro. Como este año la Filba puso énfasis en la narrativa feminista y en los estudios de género, “esta es la mía””, recuerda.

Así fue. Luego de dar vueltas por Santiago en busca de un espacio que acogiera el proyecto de LILA2018, llegó donde Roser Fort, quién ofreció el mítico Cine Arte Alameda como casa de esta iniciativa. “Es mi lugar, es el lugar de las mujeres, un lugar en que siempre he estado comprometido con el quehacer de las mujeres y en general, con la cultura. Pregunté por lugares en Providencia y eran carísimos. Justo hablé con Roser y me dijo “tráete la feria para acá, este es tu lugar”. Fue un alivio y una maravilla”, cuenta en el comedor que dispusieron en el segundo piso del recinto y que hoy funciona como mesa de operaciones deL evento.

Al poco andar, la feria fue tomando forma. Editoriales como Cuarto Propio, Libros de la Mujer Rota, Catalonia, Ocho Libros, Forja, LaKomuna, Penguin Random House, Moda y Pueblo y Ceibo Ediciones, entre otras, serán parte del evento. Además será la poetisa Carmen Berenguer la encargada de inaugurar el evento.

¿Llamarle LILA2018 es una forma de continuar el legado de la librería que fundaste?
-No, siempre pensé en el presente, el aquí y ahora. De hecho ni siquiera me interesó en su momento que se hicieran entrevistas por el cierre de la librería. En los años ochenta yo quería tener una librería feminista, convertir el espacio en un lugar abierto, de discusión. Siempre fui innovadora, quería tener un lugar en el mundo del libro en Chile y lo logré, y estoy satisfecha con eso. Y de repente me puse a hacer esto. No partí pensando en la trascendencia pero me di cuenta que sí, es muy importante lo que hicimos en su momento. Esta es una forma de darle apoyo al movimiento feminista, un espaldarazo. Me gustaría llegar a hacer una gran feria del libro con el tiempo, ahora eso sí, con financiamiento un poco más robusto. Yo nunca pensé en mi librería, a mi me inspiró el movimiento feminista de mayo, y ese era mi interés, apoyarlo. Pero un amigo, el responsable del logo, me dijo la Lila tiene que estar en esa feria, es un legado inevitable. Por eso la feria se llama así”.

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